(37,5°C).
Figura 1-4. Ritmo circadiano de la temperatura corporal normal.
La temperatura corporal se mide con el termómetro de mercurio que todos han usado alguna vez en la vida. Se trata de un tubo delgado de vidrio con un extremo dilatado que corresponde a un pequeño reservorio de mercurio, el cual se halla conectado a una delgada columna que recorre todo el cuerpo del termómetro y que está llena del metal. La altura alcanzada por el mercurio depende de la temperatura dentro del bulbo y se puede leer en una regla milimetrada dispuesta convenientemente en la superficie del cuerpo del aparato (figura 1-5).
La temperatura corporal se puede medir en los siguientes puntos:
•Axilar: es inexacta. Es útil por lo práctico de su medición.
•Oral: más exacta que la anterior, pero puede estar alterada por las razones explicadas más adelante.
•Rectal: es la más fidedigna. Puede ser hasta 0,5°C mayor que la temperatura oral (figura 1-6).
Figura 1-5. Termómetro de mercurio.
Nota: cada vez más se aconseja no usar termómetros de mercurio por el riesgo de rotura y toxicidad de este elemento.
Figura 1-6. Toma de temperatura A. axilar, B. oral y C. axilar y rectal en niños pequeños.
La temperatura corporal se mide con el termómetro así:
•Bajar la columna de mercurio sacudiéndolo varias veces.
•Observar que la columna descienda, como mínimo, hasta 34°C.
•En los adultos colocarlo en la boca debajo de la lengua y mantenerla cerrada todo el tiempo; en la axila, mantener el brazo contra el cuerpo; la vía rectal es más socorrida en los niños por ser más cercana a la temperatura real, en ellos también se acostumbra la temperatura axilar con el brazo presionado contra el tórax.
•Esperar un minuto antes de proceder a la lectura.
Temperatura corporal normal: 36°C a 37,5°C
Causas de error:
•Ingesta previa de alimentos fríos o calientes al tomar la temperatura oral.
•Respirar por la boca mientras se toma la temperatura oral.
•No bajar adecuadamente el termómetro antes de tomarla.
•No dejar el termómetro suficiente tiempo.
•Permitir que el paciente o familiar tomen el termómetro sin supervisión.
•Puede verse casos de manipulación intencional en pacientes que buscan ganancia secundaria.
•Termómetros dañados.
•Impericia del examinador.
Nota: se aconseja tener termómetro por paciente; si no se dispone de esta posibilidad, tomar la temperatura axilar con el termómetro previamente descontaminado.
Hoy tenemos una amplia variedad de termómetros que facilitan la técnica de medición, la lectura; no hay que sacudirlos, no requieren contacto directo con la piel o mucosas del paciente, no requieren esterilización; se pueden desechar, no son tóxicos en caso de rotura como los de mercurio, al alcance de todos los presupuestos, ingreso y almacenamiento de datos vía bluetooth.
Tipos de termómetros mejorados: el problema de toxicidad de los de vidrio con mercurio se ha solucionado con una mezcla de galio, indio y estaño (Galinstan) no tóxico ni contaminante. Facilitan la lectura y no pierden precisión en la medida. Los termómetros digitales que usan sensores de calor y presentan el resultado en una pequeña pantalla en el cuerpo del aparato ofrecen diseños para uso oral, axilar y rectal. Un modelo tipo chupón para bebés es muy original. Un reciente avance que evita el contacto directo con la piel o mucosas del enfermo es el termómetro infrarrojo y el de ultrasonido. Un inteligente diseño como un otoscopio toma la temperatura a través de la membrana timpánica. Estos termómetros tienen la posibilidad de almacenar las mediciones para un seguimiento de la curva térmica. Los iPhone de última generación pueden adaptar un pequeño dispositivo infrarrojo que los habilita como termómetros. Existen termómetros más sofisticados como los equipos digitales que avisan con un sonido que se alcanzó la temperatura máxima. Muy prácticas, pero menos precisas son las cintas desechables sensibles al calor corporal para uso pediátrico que se aplican en la frente del paciente y cambian de color e indican un rango de temperatura aproximado (figura 1-7).
Para anotar como una técnica muy casera pero utilizada por las mamás está la de comparar con el dorso de la mano el nivel de calor del bebé con el suyo que se supone normal (figura 1-8).
Figura 1-7. Termómetros digitales, infrarojos y de ultrasonido.
Figura 1-8. Toma comparativa de la temperatura con el dorso de la mano.
A modo de chiste para relajarnos un poco, este tipo de termómetro pudiéramos tenerlo a mano para cuando un paciente nos tiene a punto de perder la paciencia. Jajajaja (figura 1-9).
Figura 1-9. Termómetro anti-paciente muy intenso.
Respiración
(Ver capítulo 6. Sistema respiratorio)
La respiración es la manifestación de una función automática, imposible de detener a voluntad como lo es también el latido cardíaco. La naturaleza se aseguró que esto fuera así ya que sin oxígeno la vida no es posible.
La frecuencia respiratoria normal (con el paciente tranquilo, en reposo y sin estar consciente de que respira) es:
Frecuencia respiratoria normal: 12 a 16 respiraciones/min
Para su medición es importante tener al paciente en reposo, tranquilo y no advertirle que respire normalmente porque a partir de ese momento ya no será capaz de hacerlo. La dinámica respiratoria es regular, tranquila y consta de una fase inspiratoria más corta que la espiratoria.
El peso, la talla y la composición corporal
A medida que el individuo crece, aumenta progresivamente en peso y estatura. Este crecimiento tiene un límite que se alcanza al final de la pubertad cuando finaliza la etapa de crecimiento, al ocurrir el cierre de los núcleos de crecimiento óseo. El seguimiento estrecho de este crecimiento es básico para conocer que el niño y el adolescente tienen un desarrollo normal; esto se hace en los programas de crecimiento y desarrollo que ofrece el gobierno