Óscar Pulido Cortés

Diagramas y Polifonías. Experiencias de Pensamiento


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      La perspectiva de Filosofía e Infancia: una apuesta teórica y metodológica

      Surge una inquietud

      Desde la década de los 60, el filósofo Matthew Lipman, abre caminos para pensar y proyectar la formación filosófica para niños, la cual es una perspectiva teórica y práctica que acerca la filosofía a la infancia. Este programa ha inspirado múltiples proyectos a nivel mundial que reconocen el valor de la filosofía como posibilidad pedagógica.

      Dichos encuentros con la infancia reclaman nuestra atención: los tiempos construidos para crear y recrear, los materiales utilizados, el uso, la creación y el manejo de los espacios, y las prácticas en relación con los conceptos. De manera general, la problematización se centra en los elementos que rodean las acciones educativas y hacen parte del proyecto.

      Volver la mirada a estos componentes se debe a que, en algunos casos, las experiencias que transitan de manera silenciosa —desconocida, no escrita, ni teorizada— sí cumplen con su labor, pero sin sistematización ni seguimiento del proceso. Cada experiencia implementada encierra un cúmulo de saberes, recursos y pensamientos, pero la atención investigativa hasta este momento solo se había enfocado en teorizar resultados aislados. Por lo tanto, no se había hecho un trabajo detenido sobre las prácticas específicas, los recursos educativos, los aspectos conceptuales y los objetos que constituyen la experiencia, por lo que pasan inadvertidos. Con base en esto, surge el cuestionamiento: ¿cuáles son los discursos, las prácticas pedagógicas y los materiales educativos que se han producido en la implementación del proyecto Filosofía e Infancia en seis instituciones educativas de Boyacá?

      Este cuestionamiento nos invita a plantear un proyecto de sistematización y de análisis. El propósito del estudio fue determinar: las formas de apropiación e implementación de la propuesta; los discursos y prácticas que han circulado y han transformado las maneras de pensar la escuela; los procesos educativos y la constitución de los sujetos maestros y estudiantes; y su impacto en las comunidades implicadas. La sistematización permitió organizar la información sobre los efectos que Filosofía e Infancia ha logrado. Identificar y reconocer la elaboración de los materiales educativos, permite mostrar lo que profesores, instituciones y grupos de investigación han construido en torno a la propuesta, así como observar las formas de apropiación de los componentes teóricos en escenarios escolares y extraescolares.

      De otra parte, esta investigación es una condición de posibilidad para la proyección de nuevos recursos y espacios educativos que formalicen los saberes y movilicen nuevas experiencias desde sus discursos. Es un aporte para los interesados en comprender el devenir de nuevas miradas en las relaciones pedagógicas que reconocen y recuperan el sentido de la infancia. Su importancia radica en la construcción de formas metodológicas e instrumentos pertinentes en la perspectiva del programa y de las relaciones teóricas entre filosofía e infancia. Para esto, se requirió una indagación, un trabajo colectivo de investigadores y semilleros, y una revisión interpretativa y reflexiva de las prácticas pedagógicas, de los recursos y de los espacios. Por lo tanto, este proyecto estuvo centrado en el estudio de los componentes y de las experiencias, y reconoce que han sufrido múltiples movimientos y transformaciones, lo cual permite la construcción de un saber y un hacer en medio de estas trayectorias. Por tal razón, se indagó sobre el proceso in situ. Se hicieron entrevistas y se observó la variedad de experiencias a través de un estudio reconstructivo y sistematizado, con el fin de producir un discurso descriptivo y argumentativo de experiencias pedagógicas y de los elementos que las componen. Filosofía e Infancia, se configura como una perspectiva teórico-metodológica. Su conformación, su naturaleza y sus recursos son precisamente objeto de estudio y de reelaboración, como parte del movimiento y del proceso experiencial.

      Una perspectiva con historia

      La Unesco, en su informe La filosofía una escuela de libertad, identifica prácticas de enseñanza y aprendizaje de la filosofía que se han consolidado en diversos países, conocidas genéricamente como filosofía para/con niños [Fp/cN] (Unesco, 2009). Esto permite recordar que los procesos de enseñanza-aprendizaje de la filosofía eran solo concebidos para los últimos grados de la educación media y algunos estudios propedéuticos en la universidad. El informe plantea, a partir de experiencias contemporáneas, la posibilidad de enseñar filosofía desde los primeros años escolares —preescolar y primaria—, para estimular habilidades y capacidades de pensamiento, con el fin de consolidar desde estas etapas, una formación ética, democrática e intelectual, que incida en su constitución personal y en las prácticas sociales.

      La preocupación por la formación de niños y jóvenes, y el enfoque en la transformación de las sociedades contemporáneas, han permitido la revisión e implementación de propuestas educativas para enseñar filosofía, con el objetivo de incidir en la constitución de sujetos e incentivar en ellos la reflexión, la crítica, el análisis de situaciones problemáticas del entorno y el compromiso con ellos mismos y con los demás. Desde su origen, la Fp/cN, se reconoce como una propuesta pedagógica que motiva el cuestionamiento, anima la reflexión a partir de la pregunta y propicia espacios de diálogo en comunidad. También se comprende como una experiencia que estimula diversas habilidades de orden cognitivo y social, es decir, la intención se centra en producir tiempos y espacios para pensar de modo: crítico, ético, político y creativo.

      Filosofía para niños [FpN], programa que nació en Estados Unidos, es implementado en más de sesenta países, entre ellos España, México, Argentina, Brasil, Perú, Uruguay y Colombia —para destacar los iberoamericanos—. Algunas experiencias son validadas por la Unesco y se evidencian resultados prácticos, teóricos e investigativos. El programa ha sido el punto de partida para nuevas propuestas y desarrollos educativos.

      El contexto latinoamericano cuenta con representantes de Fp/cN en la mayoría de países. Por ejemplo, en Argentina está Stella Acorintti, directora del Centro de Investigaciones en Filosofía para Niños. En México, el profesor Eugenio Echeverría (2014), representa la Federación Mexicana de Filosofía para Niños, que tiene por objetivo salvaguardar la calidad y la integridad con la que el programa de FpN es desarrollado en el país, puesto que el Ministerio de Educación Primaria implementó la FpN en más de 400 escuelas en todos los niveles educativos. También, se resalta la elaboración de materiales para la población indígena de México. En Perú está el proyecto de Práctica Filosófica, el cual crea talleres de investigación epistemológica, entre los que se encuentra la FpN. En Chile, las profesoras Olga Grau y Anna María Vicuña, desde 1978, han implementado la FpN en varias comunidades. Brasil, cuenta con el Centro Brasileño de la FpN, creado en 1989, en São Paulo, mientras que varias