las prácticas, deja entrever cierta advertencia a la posibilidad de constituirnos en agentes de normalización, y allí el riesgo de la música de constituirse en forma posible de disciplinamiento.
Bien acompañado en estas reflexiones por Foucault y sus consideraciones acerca de la construcción de saber como sitio posible de intervenir sobre las subjetividades, de quien puntúa esa estrecha relación entre las producciones teóricas y sus impactos en las prácticas, en los sujetos. Las relaciones de poder allí presentes en esa frontera lábil ante la posibilidad de constituirse en estados de dominación.
Al mismo tiempo, y siguiendo a Foucault, los modos de subjetivación - En tanto formas de actividad sobre sí mismo- no sólo darán cuenta de los modos de sujeción; toda instancia de análisis de los poderes tendrá que establecer las múltiples formas de resistencia a éstos, es decir, de enfrentar también de muy diversas maneras a los aparatos de dominio. Siempre hay un resto o un exceso que no puede disciplinarse. Es decir que no puede pensarse la subjetividad como el mero resultado o efecto de los dispositivos de saber-poder y sus estrategias; habrá que tener siempre en cuenta ese resto-exceso que resiste la inclusión en lo instituido...Producir elementos conceptuales que permitan pensar ese resto exceso requiere desdisciplinar los dominios de objeto unidisciplinario y abrir la constitución de campos de problemas necesariamente desdisciplinarios donde las teorías intervinientes aporten problemas y no sistemas, donde aporten herramientas para pensar y no verdades de referencia. (Fernández en Damnotti/Barbin, 2010)
Y así, volviendo a la propuesta inicial; quiero situar aquí su pregunta por la ciencia, por el método en cuestión y sus fundamentos. Espada precisa y bordea el campo de discurso en Musicoterapia, vislumbrando una perspectiva epistemológica que necesita de la pregunta por la ética y estética para llegar a esa contundencia que contiene el Pensamiento Estético en Musicoterapia: “Es aquí donde pretendemos un movimiento epistemológico que permita rotar el punto de observación: hasta aquí la ciencia miraba al Fenómeno Estético. Ahora es ella la observada desde la mirada estética. Ahora es ese otro el que conoce.” (Espada, 2016)
Inventa categorías con carácter hipotético para producir conocimiento acerca del sujeto en Musicoterapia, el sitio del sujeto productor de discurso como instancia inasible, inalienable, irreductible. Enuncia también la posibilidad y el riesgo que la materia y la forma sean sometidas a la anticipación, es por ello que sitúa a la Adisciplina Estética como lugar imprescindible de observancia de la propia teoría y práctica, como instancia de resguardo posible de formas de resistencia.
El Fenómeno Estético como sitio de lo observable, audible: materia posible de ser moldeada, inanticipable, improvisada, libre: “Dispositivo de producción colectiva de materia significante, a-disciplinada, y semiotizada por un orden vincular, inaugural, efímero e inmanente.” (Espada en Olmedo, 2014). Entonces allí fracasarán las categorías previas, las herramientas predeterminadas de percepción y formalización, y cada fenómeno estético requerirá producirlas o cuanto menos tomarlas como provisorias, o cuanto menos actualizarlas. No sólo la perspectiva de la complejidad, sino la perspectiva del sujeto en devenir propone no predecirle materia y forma a la experiencia. El sujeto como condición de posibilidad de alguna ciencia (o sólo las ciencias de las diferencias), y no al revés. “Una mirada estética de la salud convierte aquello que era una identidad, en un enigma” (Espada, 2016).
“Pensar es diferir la repetición. Distinguir devenires. La potencia del pensamiento no estaría localizada en aquel lugar en el cual el pensamiento descubre lo mismo, se remite a lo idéntico, busca lo igual. Sino en aquel lugar dónde se realiza una capacidad de distinguir. Distinguir devenires.” (Gallego, 2020). Se vale de la perspectiva de la Adisciplina Estética para reflexionar acerca de los momentos en los cuales pretendemos describir al sujeto como efecto de algunas causas. La irrupción de lo singular reclama no condicionar ni anticipar materia y forma, sino alguna ciencia de lo inexacto, “las leyes que regulan las excepciones en la patafísica” dice Ariel para referirse al estilo. (Alfred Jarry en Ariel. 1994).
Se trata (…) de producir las herramientas conceptuales para pensar una dimensión subjetiva producida en el “entre” de un colectivo en acción; es decir que se trata de pensar esos restos-excesos que se producen en el “entre” de los pliegues, repliegues y despliegues de las multiplicidades. Pensar esos restos-excesos es pensar esos cuerpos sin organismo, esas partes de cuerpo que agencian y fugan en el lógicas de multiplicidad para lo cual, tal como se señaló (…) es necesario habilitar un pensar que piensa diferencia de diferencias que no remiten a lo idéntico. (Fernández en Damnotti/Barbin, 2010)
Cualquier modelo explicativo sólo dará cuenta del sujeto en los lugares en los cuales el sujeto no es sujeto, sino sujetado a alguna norma, como efectos de poder que vienen asociados a esa producción de verdad. Y allí la Improvisación Libre: el ejercicio práctico de la libertad o su intento más aproximado. Provee formas livianas de alojar un sujeto que produce discurso al situar las huellas materiales de esos discursos, las reglas de configuración del fenómeno estético y allí formas posibles de reconfiguración del sujeto estético.
Segundo Desvío
La pregunta por el sujeto y el discurso en Musicoterapia
Retomo los textos iniciales que dejaron los esquejes para producir una trama de estudio, reflexión y pregunta sobre cómo el sujeto productor observa a la ciencia, y retomo la pertinencia de esa pregunta en la práctica. Su vigencia en tiempos en los cuales lo validado por la evidencia parece ser lo que tiene valor de mercancía.
Quizá el andar acompañados por algunas apreciaciones acerca de las ciencias de las diferencias y del sujeto en devenir en trama con lo social, traccione hacia la idea de un hacer musical que vibre en frecuencias cercanas con esas ideas, que no predetermine ni materia ni forma ni mucho menos sentido. Y así esta expansión de la concepción de música que propone la improvisación libre permea sobre la idea de sujeto y vínculo. El objeto de estudio será el sujeto y sus formas singulares de potencia y padecimiento, y el Fenómeno Estético que sucede en musicoterapia. Entonces ambas perspectivas se impregnan, se suplementan y construyen sitios de resistencia a su propia posibilidad de pretender ser universalizables. Allí es “donde el arte observa a la salud”, dice Espada al concebir la idea de la Adisciplina Estética.
El Fenómeno Estético, contiene huellas en el discurso de los sujetos. Y allí el shifter, ese sitio de designación de una posición del sujeto productor, singular y provisorio; traccionando y trastocando lo dado (Jerusalinsky, 2017). Ese más allá de la belleza donde lo singular se soporta y agujerea lo codificado de modo tal que inventa sus propias reglas contingentes. Y para escuchar lo inédito, necesitaremos “que se acallen los sonidos devenidos de las disciplinas del mundo”, dirá Espada.
Pienso que en aquellos sitios de intervención en los cuales las infancias muy tempranas están comprometidas en sus procesos de despliegue discursivo, lúdico, simbólico; si no es pertinente pensar en acompañar desde la potencia del intercambio en una superficie dialógica a través y a partir de la materia sonora. Acompañar el complejo proceso de amarrarse y fundar códigos compartidos que impacten en el cuerpo de modo singular y expandan formas desde donde producir discurso, habitar formas singulares de enunciación que derramen en formas de lazo en la trama social, colectiva, familiar, institucional.
Esas aberturas habilitará el traslado, el despliegue de esta condición de buscante incluirá la variación como instancia posible, trascendiendo lo atemporal que aparece en la superficie como más inmóvil y para filtrarse, deslizándose en la sucesión de los acontecimientos. Subversivo con él mismo y con los lugares preestablecidos que pueden obturan la expresión de lo subjetivo, explorando grietas, aperturas posibles. Espada plantea
(…) apertura de una región de lo-por-conocer. El procedimiento de tal apertura es la inauguración de lo estético como discursivo y cognoscible. Esta región está signada por la paradójica condición de imposibilidad de conocimiento de las leyes que gobiernan la constitución del discurso estético en general, toda vez que es imposible categoría tipológica superior al Fenómeno Estético mismo. (Espada, 2016)