particular” (Poulantzas, 1974b, énfasis mío).
Las formas de expansión del modo de producción capitalista (la formación social capitalista) fuera de sus fronteras originales depende y varía con el grado alcanzado en su desarrollo tecnológico, económico-social, así como con el dominio de las fracciones de clase en su seno. Esta expansión configura un solo espacio o universo económico en el cual se dicotomizan y jerarquizan, al mismo tiempo, dos tipos de formaciones sociales: las dominadas y las dominantes, las cuales ocupan, respecto a las primeras, una situación de poder que es utilizada para mantener el dominio. Esta conceptualización (que profundizaremos más adelante) nos permite dividir a las formaciones sociales capitalistas en:
a) formaciones sociales de capitalismo exclusivo (central)
b) formaciones sociales de capitalismo exclusivo (periférica-dependiente)
c) formaciones sociales de capitalismo no exclusivo (periférica-dependiente).
Estas últimas han sido denominadas por algunos autores, Cardoso y Faletto principalmente, como sociedades de “enclave” (cfr. Cardoso y Faletto, 1974). Mas la utilización de este término debe ser cuidadosa, sin llegar a dar la idea de un elemento cerrado en sí mismo y sin vinculaciones con el interior del país. Vania Bambirra señala que el desarrollo del modo de producción capitalista en estas “ocurre de manera prácticamente aislada, no se expande, o sea no genera las condiciones para el desarrollo de un proceso de industrialización hacia el interior de la economía nacional, manteniendo y coexistiendo así con Modos de Producción no capitalistas” (1974: 75). Así, estas economías
la característica fundamental […] estriba en que, sea por su vinculación íntima con la metrópoli, sea por su forma misma de funcionamiento, en general no provoca efectos dinamizadores para la economía y la sociedad en su conjunto […] esto, porque las ganancias generadas se canalizan directamente hacia la metrópoli y la única parte que queda en la sociedad dependiente es la que se destina al pago de impuestos al Estado. (ibid.: 77)12
Sin embargo, si bien esto no nutre a otros sectores de la economía y expande sus relaciones de producción, se nutre a sí mismo, acumulación originaria permanente de los otros modos de producción precapitalistas mientras coexiste con ellos. Enclave y “dualismo”, o enclave y aislamiento, no pueden considerarse de ningún modo términos sinónimos.
Indiquemos, finalmente, que la desigual configuración de los países latinoamericanos, a pesar de estar sometidos históricamente a la misma presión externa, se debe tanto a la estructura preexistente, cuando esta sucede, como a la forma de recepción de esta por las clases sociales y la economía; pero, como indica Novack, “cada nación tiene sus propios rasgos distintivos. Pero estas peculiaridades surgen como consecuencia de la modificación de leyes generales por el material específico y las condiciones históricas. Son, en última instancia, la cristalización individual de un proceso universal” (1973: 42).
1 Entendido en el sentido amplio del término, que incluye todo aquello que interviene directa o indirectamente en el proceso productivo.
2 El concepto de modo de producción no tiene un significado único. Ciro F. S. Cardoso indica que existen estas tres corrientes teóricas: posiciones circulacionistas, como Gunder Frank; posiciones dogmáticas, como Stalin y Nikitin; posiciones althusserianas, como Poulantzas y Harnecker. Ver Ciro F. S. Cardoso, 1976.
3 “Las fuerzas productivas, al llegar a una determinada etapa de su desarrollo, chocan con las viejas relaciones de producción, que se constituyen en un freno para su crecimiento: comienza entonces una época de revolución social que, más tarde o más temprano, establecerá nuevas relaciones de producción, acordes con el nivel alcanzado por la fuerza de trabajo y los medios de producción” (Bartra, 1973: 54). Es importante consignar que, en la etapa actual, esta contradicción adquiere características mundiales.
4 Ello no significa que no existan reversiones históricas. Es decir, al influjo del capitalismo pueden surgir o resurgir modos de producción históricamente superados.
5 Existe otra traducción en castellano realizada por el Instituto del Libro, La Habana, 1971.
6 “Las regiones con igual tipo de desarrollo, que coexisten en un espacio nacional, no están desconectadas entre sí. Este último es uno solo e integrado, no solo interna sino externamente. Cada subespacio cumple un rol acorde con los objetivos de la estructura de poder dominante, los objetivos de ampliación del excedente y la aptitud relativa con respecto al proceso exportador. De ahí que el comportamiento de cada subárea del espacio nacional no puede ser analizado en forma aislada sino que debe ser interpretada como formando parte de una entidad única” (Rofman, 1974: 103). Ver, además, Laclau, 1974: 126-130.
7 Esto es bastante lógico, los aparatos de reproducción del sistema deben asegurar la subsistencia de este tipo de imbricación. Pero su función principal es preparar dentro de la formación social la extensión total de la clase social hegemónica.
8 “El capital sólo surge allí donde el poseedor de medios de producción y de vida encuentra en el mercado al obrero libre como vendedor de su fuerza de trabajo” (Marx, 1966: 123).
9 Desde este punto de vista, esto significa que lo que distingue a un país dependiente de otro es la forma de articulación del modo de producción capitalista con el (los) precapitalista(s). Evidentemente existen otros factores, como el nivel de la lucha de clases, el carácter de la burguesía, la propiedad estatizada, etc.
10 En rigor, si el capitalismo es exclusivo, se debería hablar de modo de producción capitalista antes que de formación social, ya que esta última supone al menos dos modos de producción.
11 “Es ley de los Modos Precapitalistas de Producción el repetir el proceso de producción en la escala anterior, sobre la base anterior: así es la economía natural de los campesinos, la producción de los artesanos. Por el contrario, ley de la producción capitalista es la constante transformación de los modos de producción y el ilimitado crecimiento del volumen de producción. Las unidades económicas podrían existir durante siglos con los viejos modos de producción, sin cambios de carácter ni de magnitud, sin salirse de los límites de la aldea campesina o del pequeño mercado comarcano para los artesano o pequeños industriales [...] Por el contrario, la empresa capitalista rebasa inevitablemente los límites de la comunidad, del mercado local, de la región y, después, del Estado” (Lenin, 1972: 44).
12 Evidentemente esto es cierto. Pero consideramos que no logra explicar el proceso de acumulación originaria en el seno de estos países.
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