Natalia Silva Prada

Pasquines, cartas y enemigos


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en las que se discutieron asuntos relacionados con la opinión y la esfera pública, los procesos de comunicación y el uso del lenguaje crítico. Con Gabriel Torres Puga, profesor de El Colegio de México, hemos encontrado intersecciones en nuestros respectivos trabajos que nos han permitido reunirnos en varias oportunidades alrededor de eventos que están atrás de las páginas de este libro. En el año 2015 él me extendió una invitación para participar en un simposio internacional de estudios inquisitoriales que tuvo lugar en Alcalá de Henares y al que finalmente no pude asistir, pero de donde emergió la inquietud de estudiar la matriz religiosa del escándalo y su transformación en mecanismo político e instrumento de publicidad. Pocos meses después, los profesores brasileños Adriano Comissoli y Murillo Días Winter me invitaron a hacer parte de un interesante proyecto editorial sobre comunicación y política en el mundo atlántico titulado Penas, prelos e vozes: comunicação e política no mundo Atlântico (sécs. xvii-xix) que no pudieron concretar sus directores. De esas dos experiencias surgió el capítulo 3 de esta obra. En el año 2016 propuse un panel sobre los procesos comunicativos y el uso del lenguaje crítico como parte de la reunión internacional Translation and Transmission in the Early Americas organizado por los profesores Ralph Bauer y Allison Bigelow en la Universidad de Maryland. Mi intervención en el panel fue el origen del capítulo 4.

      Estos avances, junto al adelanto que tenía de mi investigación particular sobre el Nuevo Reino de Granada y los procesos por injurias y publicación de pasquines, me llevaron a articular el conjunto definitivo de los materiales que conforman los restantes capítulos del libro, al que decidí sumar en última instancia, el resultado de la oportunidad que me brindó el coloquio sobre inquisiciones comparadas al que fui invitada en 2019 por los profesores Gerardo Lara Cisneros de la Universidad Nacional Autónoma de México y Gabriel Torres Puga de El Colegio de México. En estas dos instituciones se llevó a cabo un innovador encuentro organizado por la UNAM, El Colegio de México, la Universidad Católica Lusitana y la Universidad de Lisboa para discutir el tema de los lenguajes inquisitoriales. Una parte de mi colaboración en esa reunión dio lugar al capítulo 7, pensado originalmente solo para estudiar un caso de pasquines dibujados ocurrido en el Nuevo Reino de Granada, pero al que finalmente decidí añadir otros hallazgos hispanoamericanos relacionados con el lenguaje visual y que nutrió aún más los otros lenguajes de injuria tratados en los siguientes capítulos del libro.

      El objetivo de esta obra es sistematizar los significados de las voces, imágenes y gestos que mediaron los conflictos ocurridos en Hispanoamérica en los siglos XVI y XVII. Aunque esas voces, imágenes y gestos aparentan ser el resultado de momentos caóticos, expresan en conjunto el valor dado en aquella época al privilegio, al honor y al prestigio.

      La posesión y desposesión de esta última triada de valores estaba directamente vinculada a la fama. La fama o reputación definía la posición de una persona en la sociedad de antiguo régimen, era cambiante en el tiempo y podía construirse y reconstruirse por varios de los mecanismos injuriosos que estudiaremos en este libro.2 Sin embargo, debe distinguirse con cuidado la diferencia entre fama e infamia, términos vinculados, pero no idénticos. Según arguye Jeffrey Bowman basado en códigos medievales como el de las Siete Partidas, la mala fama, en cuanto condición social, era permanente —contrariamente a lo que aducía Diana Luz Ceballos Gómez—, mientras que la infamia, en cuanto condición legal, podía ser revocada o anulada. La infamia podía, por otra parte, ser de dos tipos: de hecho y de derecho. En la primera categoría se encontraban oficios o condiciones personales que podían infamar a sus practicantes, como la de usureros, prostitutas, hijos ilegítimos o sodomitas. La segunda se adquiría a través de sentencia judicial por traición, adulterio, robo, fraude o corrupción, entre otras culpas.3 El estudio de los lenguajes verbales, simbólicos y de representación pretende comprender mejor a las sociedades en las que se originaron las diversas formas del insulto, así como las estrategias de las que la gente se valía para su manifestación y publicación. Estos lenguajes también ayudarán a entender los matices y diferencias entre fama e infamia.

      La aproximación al problema desde la historia cultural me permite hacer visibles las diversas aristas del poder, la ambición, la sexualidad y las expectativas sociopolíticas de los vasallos americanos de la monarquía española, fueran estos funcionarios de diversos rangos, eclesiásticos regulares y seculares, capitanes de conquista, encomenderos, y un abanico de la llamada ‘gente común’ entre los que podemos mencionar mercaderes de ropa y esclavos, artesanos, criados mulatos e indios de los dos sexos, mujeres casadas nobles, mujeres dueñas de posadas, mujeres mestizas o ‘sin dueño’, mujeres consideradas de ‘mala vida’, viudas ricas y hombres jóvenes sin oficio.

      En los nueve capítulos del libro se exploran las formas que podía asumir el lenguaje de las pasiones presente en cartas, graffiti, libelos infamatorios, objetos infamantes y muertes atroces. La investigación se apoya en una gran cantidad de documentación inédita y aunque está dirigida a un público especializado, pretende generar el interés de una audiencia general porque el insulto es una especie de ‘arte’ que se hace reiteradamente muy explícito en la nueva era y cultura digital que compete a todos, así como en las complejas reacciones que ha suscitado el llamado ‘posconflicto’ en Colombia que pueden proyectarse de la misma manera a situaciones similares de otros países latinoamericanos.

      El primer capítulo es una introducción teórica, metodológica e historiográfica a los problemas y temáticas que se abordarán a lo largo del libro. Se presenta una reflexión primaria sobre el significado de la historia cultural del lenguaje y de otras dos subdisciplinas de la historia cultural emparentadas con ella: la historia de las emociones y la historia de la cultura escrita.

      El segundo capítulo está enmarcado en la subdisciplina de la historia de las emociones como parte de la historia cultural. Aquí me acerco al estudio del odio y de la ira como pasiones desencadenantes de la enemistad. En cuanto emociones y lenguaje están íntimamente vinculados, se proporciona una reflexión del contexto en el que surgen los conceptos de enemistad y enemigo capital, presentes a su vez en los pleitos por injurias, libelos y asesinatos que se estudian en todo el libro. Se exponen tres casos específicos ocurridos en las gobernaciones de Cartagena y de Santa Marta relacionados con el mundo jurídico y epistolar.

      El tercer capítulo se enlaza con el anterior a partir del mundo de la cultura escrita epistolar. La ‘voz del papel’ trata sobre la comunicación política a través del intercambio epistolar entre los vasallos y las máximas autoridades de la monarquía y de la Iglesia: el rey y el papa, intercambio intensamente marcado por la transmisión de noticias de extrema gravedad originadas en conflictos jurisdiccionales y personales. En este capítulo se insiste en la estrecha relación existente entre el proceso comunicativo y el derecho de petición y se muestra y afirma que el flujo de noticias entre España y América estaba mediado por la legitimidad de ese derecho y la denuncia de agravios y escándalos.

      El cuarto capítulo es una introducción a las escrituras subversivas y un recorrido panorámico por la historia de dos manifestaciones de la historia social de la escritura: los graffiti y los pasquines. Se presenta una diferenciación entre ambas, se explican los soportes materiales, los autores y los contenidos que las emparentan o las diferencian, así como las fuentes para ubicarlos. Como escrituras subversivas sirven para estudiar tanto la práctica social como el acto político que es implícito a ambas. Se analiza tanto para graffiti como para pasquines o libelos infamatorios el origen y la presencia en América desde tiempos remotos, usando ejemplos de toda la geografía americana.

      El quinto capítulo, centrado en el Nuevo Reino de Granada, profundiza tanto regional como conceptualmente los aspectos generales tratados en el capítulo anterior. Se analizan las sanciones jurídicas e históricas a esta práctica, los momentos/lugares de aparición y las motivaciones que guiaban a los autores a hacer públicas las denuncias o las burlas. Se explora, igualmente, el vínculo entre ‘movimientos de opinión’ y aparición de pasquines, así como el concepto de ‘publicística’.

      El propósito del sexto capítulo es referenciar