Daniel Cestau Liz

Las claves del éxito


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serias para alcanzar sus cinco deseos, que Pedro para lograr sus veinte. Es más probable que las circunstancias estén en favor de aquél, por la misma razón que es más fácil recibir dos ases que cuatro en una mano de póker. Además, si Juan y Pedro poseen el mismo caudal de energías, Juan tiene más probabilidades de alcanzar sus cinco deseos que Pedro de lograr sus veinte, pues, como ven ustedes, Juan concentra toda su potencia en cinco puntos, mientras que Pedro dispersa la suya entre veinte. Cuanto más trabajo penoso requiere un objetivo, tanto más azaroso será perseguir varios objetivos a la vez”.

       3) ENTENDER QUE, PARA LA REALIZACIÓN DE UN DESEO, HAY QUE QUERER TAMBIÉN LOS MEDIOS QUE CONDUCEN A ESA REALIZACIÓN.

      “SI QUIERES ALGO, DATE LOS MEDIOS DE OBTENERLO”, dijo acertadamente Gilles Quenehervé, subcampeón del mundo en 200 m en 1987, y medalla de bronce en 4 x 100 en los Juegos Olímpicos de Seúl.

      Es obvio: si sueño con ser médico, pero detesto ir a la universidad, es imposible que pueda recibirme.

      Ignacio Staricco precisa al respecto:

      “Nunca alcanzamos de golpe el objeto de nuestros propósitos; tan sólo se consigue QUERIENDO también los medios”.

      Un atento estudio nos indicará cuáles son los más apropiados.

      Es indispensable querer estos medios, y toda volición implica una resolución, y estas resoluciones parciales llegan a ser extraordinariamente fáciles cuando la resolución principal ha sido debidamente tomada: se desprende de esta como los corolarios del teorema. “Existe una tendencia en la Naturaleza a atraer y arrastrar hacia el centro de un Deseo las cosas que son necesarias para la realización de este Deseo”.

       4) A VECES UN DESEO PUEDE SER FORMULADO NEGATIVAMENTE, PERO NUNCA SE QUEDE EN ÉL, SINO QUE MUÉVASE —PSICOLÓGICA Y FÍSICAMENTE— HACIA EL DESEO POSITIVO.

      El DESEO NEGATIVO, “no quiero seguir así”, debe ser apoyado por el DESEO POSITIVO, “quiero hacer tal y cual cosa”.

       5) ALIMENTAR EL DESEO SENSORIAL PSICOLÓGICAMENTE.

      Todo lo que DESEAMOS está asociado a una experiencia sensorial o psicológica. En definitiva, a sensaciones internas. “Cuando alguien le besa, ¿qué le hace sentirse bien en ese momento? ¿Es acaso el tejido húmedo en contacto con su propio tejido húmedo lo que pone en marcha esa sensación? ¡Pues claro que no! Si eso fuera cierto, besar a su perro lo volvería loco”.

      Tener siempre presente la meta y nuestra satisfacción de alcanzarla, tanto de manera sensorial —representada por una foto, una frase, etc.— como psicológica, pensando en todos los aspectos de ella asiduamente.

       6) COMENZAR A ACTUAR INCENTIVA EL DESEO.

      Ralph Waldo Emerson lo dijo en forma brillante: “HAGA LO QUE QUIERA, Y OBTENDRÁ LAS FUERZAS NECESARIAS PARA ELLO”.

       7) RECUERDE QUE, FINALMENTE, LA META DEL DESEO ES DISFRUTAR.

       “HAY DOS COSAS QUE DEBEN PERSEGUIRSE EN LA VIDA: LA PRIMERA ES CONSEGUIR LO QUE SE QUIERE, LA SEGUNDA, DISFRUTAR DE ELLO. SÓLO LOS MÁS SABIOS LOGRAN LA SEGUNDA”.

      Logan P. Smith

       UNA COMBINACIÓN PODEROSA

      Hace algunos siglos, uno de los antiguos maestros en materia psicológica, formuló un axioma con los principios prácticos de la acción mental, axioma que es hoy tan verdadero, como cuando fue formulado, y tan aplicable a los problemas de la vida febril de nuestro tiempo, como a los problemas de los antiguos filósofos. Libremente traducido, dice este axioma:

      Esta es la clave para obtener las siguientes virtudes:

      I) DESEO INSISTENTE,

      II) EXPECTACIÓN CONFIADA,

      III) VOLUNTAD PERSISTENTE.

      “¡Qué potente combinación (o llámela ‘secuencia’) son el DESEO, la CREENCIA y la EXPECTATIVA!

      ¡Influyen, en una proporción comprobada, hasta en el poder de la vida y de la muerte!

      He aquí CÓMO USARLAS:

      1. Deberá desear apasionadamente su meta en la vida.

      2. Deberá creer intensamente que alcanzará su meta en la vida.

      3. Deberá esperar confiadamente que la logrará con seguridad”.

       “La causa de casi todos nuestros fracasos y de la mayor parte de nuestros males es la flaqueza de voluntad, el horror al esfuerzo perseverante”.

       Jules Payot

       LA VOLUNTAD

      La voluntad es el ‘ÁNIMO, INTENCIÓN o RESOLUCIÓN de hacer o no hacer una cosa, o de cumplir un propósito’.

      También se la define como el ‘acto con que la potencia volitiva admite una cosa o la rehúye, queriéndola o aborreciéndola’.

       LA IMPORTANCIA DE LA VOLUNTAD

      La voluntad es la madre de toda acción o empresa.

      Desde el principio de los tiempos, la voluntad

      ha sido reconocida como una de las principales cualidades humanas.

      La mayoría de los grandes hitos históricos son producto de la fuerza de voluntad individual o colectiva, o de la suma de ambas.

      Como muestra, reparemos en uno de los magnos ejemplos de la antigüedad, cuya impresionante influencia llega hasta nuestros días:

      En los siglos I y II de nuestra Era, los mártires cristianos que los romanos arrojaban a los leones solían recibir de buen grado ese destino, pues lo consideraban como una oportunidad de demostrar su fe. En THE GNOSTIC GOSPELS, la historiadora Elaine Pagels cita ciertas cartas en las que los cristianos suplicaban a sus amigos que no intercedieran para salvarlos de la muerte. Motivados por su celo de imitar literalmente los hechos de la vida de Cristo, los mártires competían entre sí, exhibiendo toda la paciencia posible; cantaban himnos y miraban hacia arriba, con expresiones de alegría, en tanto las bestias los atacaban. Sobre esto hay fiables relatos de asombrados espectadores romanos. El cristianismo conquistó al mundo pagano, tanto cuanto por otras causas, comenzando por provocar en la mente pagana un respeto deslumbrado al demostrar, sin lugar a dudas, que la voluntad humana se impone a la materia, y no a la inversa.

      Esta notable demostración del poder de la voluntad, ilustra asimismo un principio esencial, señalado ya por los autores antiguos con una frase en latín:

      “NO HAY VOLUNTAD SI NO HAY CONOCIMIENTO DE LA META”; (Nihil volitum nisi praecognitum).

      La voluntad es un fuego, que, como tal, necesita de un material combustible, de una meta: sea esta el cumplimiento de los principios de una creencia, el logro de un objetivo personal o comunitario, etc. La voluntad es DESEO (de hacer o de no hacer algo), ya que sin deseo, no hay voluntad posible.

      Es CREENCIA, sin la plataforma de la fe en uno mismo o en algo exterior, no se concibe la acción de la voluntad. Finalmente, también es PERSISTENCIA, ya que una voluntad que no persiste, no puede ser llamada voluntad.

       LA VOLUNTAD PERSISTENTE

      Uno de los símbolos más gráficos de la Voluntad Persistente es el de la gubia de acero, dirigida al objeto puesto en el torno, tan firmemente, tan constante y fijamente, que el objeto toma, por último, la forma dictada por el deseo y la razón, y representada en la imaginación. Téngase presente esta imagen de la herramienta de acero cuando se desee visualizar