Alberto Caselles Ríos

Cómo superar el trastorno bipolar


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      ALBERTO CASELLES RÍOS

      CÓMO SUPERAR

       EL TRASTORNO BIPOLAR

      Los 21 malos hábitos

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      Cómo superar el trastorno bipolar. Los 21 malos hábitos

      © Alberto Caselles Ríos,2021

      © El Salto Editorial

      Avda. de la Alameda 1, esc. 3, 1-3

      14005 Córdoba

      ESPAÑA

       https://elsaltoeditorial.com

      [email protected]

      Diseño de portada: CaryCar Servicios Editoriales

      Maquetado Ebook: CaryCar Servicios Editoriales

      Segunda edición: Marzo 2021

      Primera edición: Marzo 2015

      ISBN: 978-84-18719-00-4

      ISBN-Ebook: 978-84-18719-01-1

      Reservados todos los derechos.

      A mi madre, el espejo en el que siempre me gusta mirarme y en el que me gustaría verme reflejado algún día.

      “Un hábito es un hábito y no debe ser arrojado por la ventana, sino persuadido amablemente de que baje las escaleras, peldaño a peldaño”

      Mark Twain

      Agradecimientos

      Una vida con dolor crónico nada tiene que ver con una vida sin él. Con su estímulo, y la ayuda y amor de mi mujer, he podido disponer del tiempo necesario para el estudio y la reflexión. Todo ello me ha permitido condensar la parte amable de un sufrimiento ya lejano. Gracias a mis dos hijos, Raquel y Roberto, he aprendido a ver la vida a través de sus ojos, con su misma mirada ilusionada.

      También quisiera dedicar mi agradecimiento a todas aquellas personas que me acompañan y enriquecen con conversaciones de vidas compartidas. Sin olvidarme de todos aquellos ilustres filósofos, psiquiatras humanistas, psicólogos observadores, curiosos investigadores, y expertos en neurociencias que han permitido conectar mi experiencia, y la de otros, con todos y cada uno de los malos hábitos que se detallan en este libro.

      Breve historia de un libro

      Cuando me planteé escribir mi primer libro donde reflejar algunas de las conclusiones respecto al trastorno bipolar extraídas de mi experiencia vital, y de la experiencia de buenos amigos con los que he compartido tiempo y palabras, pensé en hacerlo de la forma más clara y amena posible.

      Aunque abandonar un mal hábito supone tiempo, reflexión y conciencia, en las próximas páginas encontrarás una propuesta muy clara que ha supuesto más que el punto de partida de mi bienestar. Proponerse seriamente abandonar estos hábitos y tratar de evitar recaer en ellos, constituye un trabajo diario tan importante como no encender el primer cigarrillo después de haber abandonado el hábito de fumar. Realmente, evitar caer en ellos ha significado en mi vida la consolidación de un estado de bienestar duradero.

      Si lo consideras conveniente, la única forma de que compruebes su validez es poniendo en práctica la renuncia a aquellos hábitos con los que te sientas más identificado e intuyas que hayan contribuido a tu malestar o hayan sido un obstáculo en tu vida. Podemos vivir toda nuestra vida sin ser capaces de abandonar un hábito, de modo que siento que hacerlo con veintiuno suponga multiplicar el trabajo que tienes por delante. Sin embargo, todo avance para tratar de erradicar cualquiera de ellos puede suponer un cambio tan significativo en tu vida que me invita a sugerirte que merece la pena que lo intentes. En el pasado fui víctima de casi todos ellos y, afortunadamente, me he desprendido de la mayoría sin demasiada dificultad. Aunque todavía hay algunos que se me resisten, sigo insistiendo y no bajo la guardia con el resto. Reconozco en la renuncia a estos hábitos, a la vez que un desafío, la mejor inversión de mi vida.

      Uno de los recuerdos que guardo, tras despertar en la unidad de grandes quemados de un coma inducido de más de treinta días, encierra una ilusión por cumplir en forma de conversación. Durante las largas noches en que una persona me acompañaba para velar por mi sueño, no siempre tranquilo, una mujer con una voz dulce se convirtió sin quererlo en la confidente de un hombre recién devuelto a la vida. Entre una nube de pensamientos emergió en palabras uno de mis mayores deseos antes de sufrir la mayor desgracia de mi vida. Un deseo que no era otro que escribir un libro específico sobre el trastorno bipolar con las conclusiones de mi experiencia vital. Incluso antes de haber llegado a muchas de ellas, una idea daba forma a un sueño por cumplir: una realidad que ahora mismo sujetas entre tus manos.

      Simplemente espero y deseo que, después de terminar el libro, te pongas manos a la obra. La propuesta no sólo no te expone a riesgos sino que te ayudará a mantenerte alejado de muchos de ellos que conoces bien si estás diagnosticado con trastorno bipolar.

      Compartiendo un sueño

      Al comenzar este libro han transcurrido más de doce años desde que recibí el diagnóstico de trastorno bipolar. Conocer que uno padece una enfermedad que, en aquel momento, pensé se convertiría en una cadena perpetua al sufrimiento emocional, quiebra tu vida de una manera difícilmente imaginable. Sin embargo, empujado siempre por la ilusión de que podría dar un giro radical en mi vida, fui capaz de desandar el camino del bienestar al sufrimiento en sentido contrario. Antes de lograrlo, mi entorno más cercano contemplaba mi evolución con un desconcierto equiparable al que yo mismo llegué a sentir en los momentos más difíciles. Sin ninguna duda, si no hubiera tomado decisiones cruciales para reconducir mi situación, el deterioro de mi salud hubiera sido creciente.

      Un médico excepcional y una psicóloga no menos excepcional han hecho posible lo aparentemente imposible: recuperar la salud de un hombre desorientado, desvalido y arrastrado por un mundo emocional confuso y contaminado por la insatisfacción, la apatía y el desencanto. Los síntomas propios del trastorno bipolar, depresión y euforia, hicieron acto de presencia en mi vida a la edad de treinta y dos años, atragantado por una realidad que me desbordaba una y otra vez sin ser capaz de intuir los motivos más importantes que me llevaban a los extremos, especialmente a la euforia.

      Cuando pierdes el control sobre tu propia vida, porque los síntomas te golpean, violenta e inesperadamente, sólo queda una salida. Se requiere con urgencia de un profesional de la salud que recoja cuidadosamente al náufrago que, en muchos casos, se limita a permanecer inmóvil con la equivocada convicción de que la quietud alivia el dolor. Exactamente ésta era mi situación hace diez años. La evolución de mi salud llevaba la trayectoria de una caída libre y sin paracaídas, siendo testigos privilegiados mi propia familia que presenciaba el extremo al que una persona, sana hasta que dejó de serlo, puede llegar a sufrir. Creer en lo imposible cuando una persona padece una enfermedad considerada crónica y con un padecimiento de sus síntomas altamente recurrente, puede parecer gratuito e incluso inocente. Sin embargo, si no crees poder recuperar tu salud, es imposible lograr superar el reto más difícil de tu vida. La vida sin esperanza no es vida, y la enfermedad sin esperanza es añadir sufrimiento al sufrimiento. Un sufrimiento que parece no tener fin, como la línea del horizonte que no sabemos ni dónde empieza ni dónde termina.

      Este libro comienza compartiendo un sueño contigo, con el único propósito de que su lectura se convierta en una invitación a la reflexión sobre tu propia vida, porque muchas de las claves para encontrar tu recuperación se encuentran en tus vivencias. Si te atreves a desempolvarlas, y a leer lo que se esconde tras los síntomas, habrás dado un paso de gigante. Cuando se despeja un poco la niebla se puede empezar a intuir el paisaje. Cuando se camina a ciegas, no se pueden evitar los precipicios.

      En los próximos capítulos detallaré algunos hábitos que considero muy perjudiciales, relativos a la psicología de las personas diagnosticadas con trastorno bipolar como yo. Reflexionar sobre mi propia experiencia y la experiencia de otros ha sido posible gracias a muchas conversaciones