Rafael Rojas

El árbol de las revoluciones


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y el APRA (1928), su respuesta a Julio Antonio Mella, José Carlos Mariátegui y otros comunistas que lo atacaron, reproduciendo las tesis del VI Congreso de la Internacional Comunista en Moscú, incorporaba como apéndices los artículos 27 y 123 de la Constitución de Querétaro, ejes de la reforma agraria y laboral mexicana, donde veía plasmada esa radicalidad. La explicación que daba el peruano al radicalismo mexicano era que México era, junto con Cuba, el país con una economía más dependiente de Estados Unidos.45

      la reacción prosoviética

      Según Haya, en el debate sobre la resolución latinoamericana, Mella y él se enfrentaron. En un conocido pasaje del prólogo a su ensayo El antimperialismo y el APRA (1928), el líder peruano sugería que, en Bruselas, el cubano se había alineado con la línea más ortodoxa del comunismo soviético. Haya observaba una continuidad entre la actitud de Mella en el Congreso Antimperialista y sus objeciones públicas al APRA entre fines de 1927 y principios de 1928, luego de su viaje a Moscú. Ahora sabemos que después de ese viaje, que comentaremos más adelante, Mella fue rehabilitado por el Comité Central del PCC, a solicitud del Comintern y del PCM. Así era como Haya describía aquella evolución, que produjo el primer deslinde claro entre la izquierda populista y comunista en América Latina: