María Jesús Pérez Espí

Mercedes Sanz-Bachiller


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milicias, protagonizaba enfrentamientos violentos con los socialistas y el Gobierno había cerrado temporalmente los centros falangistas y sus órganos de prensa. Todos estos problemas y las discrepancias con la estrategia política de la formación estaban originando las primeras disensiones dentro del partido. Este fue el motivo por el que se convocó el I Consejo Nacional de FE-JONS para el 5 de octubre en el palacete de la madrileña calle Marqués de Riscal. Aquel día, además, Lerroux volvió a formar gobierno, incluyendo en él a tres ministros de la CEDA, se rebeló el Gobierno de la Generalitat de Cataluña y estalló la huelga general revolucionaria en Asturias. El día 6, José Antonio fue proclamado jefe nacional de FE-JONS y, por la noche, el general Domingo Batet dominó la revuelta catalana y provocó la rendición de la Generalitat, al final de la cual hubo cuarenta y seis víctimas mortales. En Madrid, el día 7 los falangistas salieron del palacete del Marqués de Riscal y, con una pancarta y la bandera nacional tricolor, se fue formando una manifestación espontánea que desembocó en el Ministerio de la Gobernación. Allí José Antonio se reunió con Lerroux, le ofreció su apoyo y le pidió armamento, a lo que este último se negó. José Antonio se subió a unos andamios y pronunció unas palabras de agradecimiento al Gobierno por la actuación en Cataluña, una actuación que se prolongó con la detención de Manuel Azaña, el día 9 de octubre, en Barcelona. Azaña permaneció en un buque prisión hasta el 28 de diciembre, acusado del delito de rebelión, aunque fue liberado por el Tribunal Supremo en esa misma fecha. La cuestión catalana se zanjó, el 14 de diciembre de 1934, con la suspensión del Estatuto de Cataluña. La huelga general asturiana, que había empezado la noche del 5 al 6 de octubre, se desarrolló de manera muy diferente a como había acontecido en Cataluña. Para acabar con ella, el Gobierno recurrió a la Legión y a los Regulares de Marruecos, poniendo al frente de todas las operaciones al general Francisco Franco. El 18 de octubre se rindió el comité revolucionario. Hubo 34 víctimas de la violencia revolucionaria, unas 1.100 ejecuciones sumarias bajo la ley marcial y unos 300 muertos entre las fuerzas de seguridad y del ejército.37

      Para entonces, a principios de enero de 1936, el presidente Alcalá Zamora firmó el decreto de disolución de las Cortes y encargó a Manuel Portela Valladares la tarea de organizar nuevas elecciones. A mediados de enero se hizo oficial el pacto de izquierdas del Frente Popular.

      El 16 de febrero de 1936 se celebraron las últimas elecciones generales de la República, en las que resultó ganadora la coalición del Frente Popular.