jóvenes muchas borrachillas viven en el intermareal. Esto puede ser muy riesgoso para las especies que viven en esta zona, ya que deben tolerar cambios bruscos de temperatura, considerando que las mareas en la costa chilena son, en general, semidiurnas, varían cada seis horas entre baja y pleamar, y que la temperatura en las pozas del intermareal incrementa considerablemente durante las mareas bajas [5, 32]. Esto es relevante dado que las temperaturas extremas son peligrosas para muchos peces, pues las proteínas y enzimas, que catalizan las reacciones bioquímicas críticas para la vida, son sensibles a la temperatura. El impacto de la temperatura sobre los procesos bioquímicos y fisiológicos lleva a los peces a seleccionar temperaturas ambientales en las que pueden vivir de manera eficiente. Las altas temperaturas pueden causar la desnaturalización de las estructuras moleculares, lo que resulta en una pérdida parcial o completa de la función de los órganos, y llegar a causarles la muerte. Por otro lado, las temperaturas frías pueden retardar las reacciones bioquímicas críticas al reducir el movimiento molecular y su interacción [64]. En consecuencia, las especies deben adaptarse a estos cambios de temperatura y la selección de hábitat depende de la temperatura circundante.
A pesar de habitar en ambientes donde la temperatura cambia bruscamente, las borrachillas (y otros peces como los baúncos y las viejas juveniles) pueden cambiar sus preferencias de temperatura a medida que crecen, lo que las lleva en diferentes etapas a utilizar diversos nichos térmicos. El nicho es un concepto abstracto pero central en ecología. Se puede definir como un hipervolumen multidimensional que incluye todos los factores bióticos y abióticos con los que el organismo se relaciona [65-67]. Por ejemplo, en las grietas y debajo de las algas, la sombra reduce la temperatura considerablemente dentro de una poza y la actividad de las borrachillas disminuye durante la marea baja. Las borrachillas se adaptan a vivir en estos ambientes posicionándose sobre o bajo las rocas.
Los peces de la familia Blenniidae (como la borrachilla) son muy diversos, alcanzando las 360 especies de peces bentónicos (fondo marino), en su mayoría de pequeño tamaño, y cripto bentónicos (es decir, que se camufla en su entorno mediante su color o aspecto) [68]. Los dientes en fila de estos peces son una de las adaptaciones para alimentarse que sorprende [69, 70]. También el que puedan cultivar algas dentro de su territorio y hacer jardines. Esto lo hacen removiendo las especies que compiten con las algas, como esponjas, picorocos y choritos, para que proliferen las algas seleccionadas. Las borrachillas son muy hogareñas, guardan y cuidan su hábitat y, si son desplazadas (hasta 1 km de distancia), tienen la conducta de volver a la poza donde se les capturó. Consumen una gran variedad de algas, principalmente verdes (Ulva spp, Cladophora spp, Chaetomorpha spp) que son de fácil digestión y abundan en las zonas someras (a baja profundidad). Son especies crepusculares, se alimentan muy temprano o en el ocaso, porque las algas (como organismos autótrofos) almacenan mayor cantidad de energía durante la respiración. En consecuencia, las borrachillas obtienen mayores calorías al consumirlas durante el ocaso o las primeras horas del día. En muchas ocasiones pueden controlar la distribución y abundancia de las algas, no obstante, al ser uno de los pocos herbívoros que hay en ambientes fríos como la costa de Chile, la borrachilla puede consumir otros organismos de origen animal como poliquetos, choritos y moluscos gasterópodos [60, 62, 71]. Si un buzo rompe un erizo por casualidad ellas lo consumen vertiginosamente.
Es un pez tímido; ante la presencia de un buzo se esconde rápidamente. Sin embargo, cuando vamos a realizar investigación siempre posicionamos cámaras de video de forma remota, sujetadas a un peso y dejamos que la cámara grabe sin la presencia de un buzo para registrar el comportamiento de los peces. Nos sorprendemos de lo fustigadoras que son las borrachillas entre ellas, muy territoriales algunas, hasta muerden las aletas de los otros individuos. Durante el día, la borrachilla es muy agresiva con los individuos de su misma especie, en particular con las borrachillas más jóvenes, las que se pueden distinguir por su talla y su coloración. Controlan un territorio pequeño, de no más de unos 3-4 m cuadrados donde activamente expulsan a otros individuos; son muy competitivas. La competencia es una interacción importante en la ecología. Ocurre cuando organismos inhiben el acceso a los recursos compartidos que son escasos, produciendo un impacto negativo a nivel individual y poblacional. La competencia es usualmente mayor dentro de la misma especie debido a que existe una superposición del uso de los recursos (demandas similares de territorio, refugio, pareja y alimento dentro de la misma especie). Existen dos formas por las cuales los individuos pueden inhibirse entre ellos, mediante la interferencia o la explotación. La interferencia es común en las especies que mantienen territorios definidos e involucra algún tipo de agresión [72-74]. En el caso de las borrachillas se persiguen entre ellas de forma furtiva, se muerden las aletas caudales, emiten sonidos (presumiblemente estriduladores, es decir, mediante la fricción de partes del cuerpo), movimientos estereotipados (como fijar y repetir invariablemente el movimiento de sus aletas dorsales) y emiten señales químicas. El otro tipo de competencia, que no se ha reportado para la borrachilla, sucede cuando un individuo consume los recursos, limitando el acceso a otros individuos. Contrario a otras interacciones ecológicas como la depredación o el mutualismo, la competencia no se manifiesta de manera obvia en la naturaleza, requiere de bastante observación y experimentación sobre sus consecuencias a nivel individual y poblacional. Sin embargo, una de las evidencias de la competencia es la denso-dependencia que ocurre cuando la tasa de natalidad per cápita disminuye y la tasa de mortalidad incrementa a medida que el tamaño poblacional de una especie o densidad aumenta. La denso-dependencia controla las poblaciones e incluso da forma a la cantidad de especies de peces en un lugar dado [72, 75].
En épocas reproductivas, el territorio de la borrachilla se convierte en sitios de apareamiento. Hay bastante cortejo en estas especies y ocurre principalmente durante el invierno y la primavera. El cortejo, rasgo de selección sexual asociado generalmente a los machos, se manifiesta en las borrachitas con danzas y despliegues que realizan los machos, también con cambios de coloración brusca y la liberación de feromonas cuando las hembras entran al territorio (se ha descrito que incluso atrae a otros machos) [76]. La hembra deposita los huevos esféricos sin fecundar en el territorio del macho, por debajo de las rocas, y el macho los fecunda y cuida. Luego de unos 7 a 14 días la larva eclosiona del huevo y un vitelo es su nutrición por unas 72 horas [9]. Posteriormente, se alimentan del plancton. Esto ocurren en gran abundancia durante el invierno y la primavera. Después de unos 87 días en el plancton las larvas se asientan y llegan a las pozas del intermareal, donde son presa para muchas otras especies como el chungungo y aves como el cormorán [45, 77]. Los peces como la cabrilla y la vieja negra son sus depredadores naturales [25].
No hay registros de pesca de esta especie, aunque es muy abundante y tiene potencial ornamental, ya que se adecua perfectamente en acuarios. Además, es muy dócil para el estudio y la investigación de la conducta animal.
1, 2 y 3
La borrachilla es un pez exitoso en nuestras costas. Son abundantes y ocupan casi todos los ambientes rocosos desde la zona intermareal hasta los 20 m de profundidad. El género Scartichthys está representado por tres especies, la más común es la borrachilla verde, S. viridis, la cual tiene diferentes tipos de coloración según dónde habite y su edad (si es juvenil o adulta). Las borrachillas de color naranjo habitan generalmente en los bosques de macroalgas. Las borrachillas verdes suelen ser de mayor tamaño y tener algunas franjas negras. Esta puede ser una coloración exclusiva para el verano cuando cuidan de sus crías las que se esconden en grietas y rocas. Área Marina Protegida de Múltiples Usos, isla Grande de Atacama, agosto de 2018.
4, 5 y 6
Otras borrachillas, como la gigante (S. gigas), suele encontrarse de Caldera al norte hasta Perú. Esta borrachilla, de joven, es muy llamativa por su colorido y alcanza los 20 cm lt de adulta. En tanto, la borrachilla (S. variolatus) habita