sentido, véase el artículo de Tzutzumatzin Soto y Julieta Martínez: “Del registro al archivo, el devenir de la imagen etnográfica en el Archivo Etnográfico Audiovisual del Instituto Nacional Indigenista”, en el No. 91 de la revista Iztapalapa.
7 Arturo Warman, et al. INAH, 2021.
8 Sobre estos procesos políticos en el terreno mediático, sus causas y sus consecuencias, dentro y fuera del INI, véanse los libros Indigenous Media in Mexico de Erica Cusi Wortham (2013), Rethinking Mexican Indigenism de Stephen Lewis (2018) y Transborder Media Spaces de Ingrid Kummels (2017).
9 Véase Todos somos mexicanos / Dir. José Arenas / México / 1958 / 12 min. Véase la ficha filmográfica completa en la p. 469-470, así como Nuevos horizontes / Dir. José Arenas / México / 1956 / 40 min. Véase la ficha filmográfica completa en la p. 469.
10 Misión de chichimecas / Dir. Nacho López / México / 1970 / 22 min. Véase la ficha filmográfica completa en la p. 469.
11 Dir. Óscar Menéndez / México / 1983 / 70 min. Véase la ficha filmográfica completa en la p. 460.
12 Dir. Eduardo Maldonado / México / 1982 / 106 min. Véase la ficha filmográfica completa en la p. 468.
13 El día en que vienen los muertos. Mazatecos I / 1981 / 69 min. así como Papaloapan. Mazatecos II / 1982 / 52 min. Véanse las fichas filmográficas completas en la p. 468-469.
14 Para analizar con perspectiva de género las películas del AEA, un buen punto de partida son los artículos: “Las últimas pioneras del Súper 8. Cine hecho por mujeres ikoots” de Lourdes Roca y Lilia García, y “El universo textil en las películas del aea” de Mariana Rivera, ambos publicados en el No. 91 de la Revista Iztapalapa.
15 Al respecto, vale la pena revisar nuevamente el artículo: “Del registro al archivo: El devenir de la imagen etnográfica en el Archivo Etnográfico Audiovisual del Instituto Nacional Indigenista” de Tzutzumatzin Soto y Julieta Martínez, en el No. 91 de la revista Iztapalapa.
I. SUSTRATOS
Alfonso Muñoz, México. Fotógrafo no identificado, 1964.
Archivo Fotográfico Alfonso Muñoz Jiménez.
Cortesía Lina Odena Güemes.
Alfonso Muñoz, Víctor Anteo, Arturo Warman y Guillermo Bonfil Batalla, Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.
Fotógrafo no identificado, 1968.
Archivo Fotográfico Alfonso Muñoz Jiménez.
Cortesía Lina Odena Güemes.
Capítulo 1
ÉL ES DIOS Y EL ORIGEN DE UN NUEVO CINE ETNOGRÁFICO EN MÉXICO
ÁLVARO VÁZQUEZ MANTECÓN (UAM-A)
En 1965, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) produjo Él es Dios, un documental que cambiaría profundamente el rumbo de las películas de cine etnográfico que hasta el momento se habían hecho en México. Sus realizadores eran un grupo de jóvenes cineastas y antropólogos: Víctor Anteo, Guillermo Bonfil Batalla, Alfonso Muñoz y Arturo Warman, quienes buscaron hacer una forma diferente de etnografía, alejándose de la perspectiva integracionista practicada comúnmente en el país hasta ese momento. Desde los años treinta hasta bien entrados los años sesenta del siglo XX, el Estado mexicano había producido políticas y documentales inspirados en las ideas de Manuel Gamio, que insistían en la idea de que la población indígena debía asimilarse al país para dejar una supuesta condición de atraso.1 En contraposición, Él es Dios fue el punto de partida para la práctica de una nueva forma de hacer documentales antropológicos en México, que buscaría establecer una relación empática y respetuosa con las personas a quienes se pretendía estudiar. Aunque la película no forma parte del Archivo Etnográfico Audiovisual (AEA) —tema que convoca este libro— indudablemente tuvo un carácter fundacional en la medida en que representaba las ideas y las imágenes producidas por una nueva generación de antropólogos que después serían esenciales en las producciones del Instituto Nacional Indigenista (INI). Alfonso Muñoz, uno de los realizadores de Él es Dios, participaría años después en la fundación del AEA, al punto que el acervo hoy lleva su nombre.
_________________
Él es Dios
A. Muñoz, A. Warman, G. Bonfil y V. Anteo, 1965 Danzantes de la ciudad de México.
42 min.
INAH, digitalizada por Cineteca Nacional.
(Ficha completa en p. 455)
Él es Dios fue filmada en 16 milímetros y tuvo una duración de 42 minutos. En el año 2015 fue restaurada y digitalizada por el Laboratorio de Restauración Digital de la Cineteca Nacional, al lado de otras películas del acervo del INAH. Su presencia en formato digital, accesible en línea, le ha permitido tener una nueva vida e incrementar su circulación.2 En este trabajo me concentraré en el análisis de cómo se expresaron en ella conceptos históricos y antropológicos que fueron clave en su momento. Entenderé a este documental como una forma de transmisión de ideas que se conciben desde el mundo académico y que terminan por condensarse en imágenes concretas, para establecer una relación estrecha entre las ideas de los tres antropólogos que colaboraron en la realización de la película (Bonfil, Muñoz y Warman) y las formas cinematográficas expresadas en la película. Uno de los objetivos principales es seguir con atención el proceso mediante el cual los conceptos se convierten en imagen. Y más complejo todavía, comprender la manera en que operaron las luchas por construir la memoria cultural sobre uno de los temas más importantes de la vida social del México del siglo XX.3
“¿QUIÉNES SON ESOS HOMBRES?” EL EQUIPO COMO PUNTO DE PARTIDA
Para la realización de Él es Dios, se conformó un equipo que tenía la peculiaridad de conjuntar el conocimiento antropológico con el de la técnica cinematográfica. La figura de Alfonso Muñoz fue fundamental. Era diez años mayor que Warman y Bonfil (tenía 38 años cuando iniciaron la filmación), e igual que ellos había egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Pero Muñoz también contaba con una formación cinematográfica obtenida gracias a que trabajó al lado del documentalista José D. Kimball, uno de los fundadores del Instituto Latinoamericano de la Cinematografía Educativa (ILCE),4 un organismo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para la educación en América Latina, con sede en México desde 1956. El ILCE convocó a diversos cineastas para elaborar materiales para la enseñanza, y posteriormente se convirtió en una escuela para quienes por entonces no estaban interesados en hacer cine industrial ni noticieros fílmicos, las únicas dos opciones viables por entonces. Ese fue el caso tanto de Alfonso Muñoz como del fotógrafo Víctor Anteo. Muñoz trabajó
Alfonso Muñoz, Víctor Anteo Arturo Warman y Guillermo Bonfil Batalla, Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.
Fotógrafo no identificado, 1968
Archivo Fotográfico Alfonso Muñoz Jiménez.
Cortesía