Joe Friel

Manual de entrenamiento del ciclista (Bicolor)


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con un récord de 12 golpes sobre el segundo clasificado, descansó un tiempo de su deporte para mejorar su swing. Tras convertirse en el único hombre que ganó los cuatro principales torneos del circuito PGA, sucesivamente, volvió a dedicarse a mejorar su swing. Con ello ha contribuido a transformar la ética de trabajo entre los golfistas profesionales.

      El hecho de ser apartado de su equipo de baloncesto del instituto reforzó la determinación de Michael Jordan de mejorar, y ni siquiera después de lograr ciertos éxitos atléticos se durmió en los laureles. Entre los aficionados al baloncesto es conocido por quedarse después de los entrenamientos, para pulir sus “puntos débiles”.

      Sabemos que la dedicación constante a fin de mejorar fue decisiva para el éxito de cada uno de estos deportistas. Pero, ¿cuál es la principal razón por la que llegaron a ser geniales? Investigaciones recientes apuntan a esta razón. Los resultados van incluso más allá, al sugerir que se necesitan diez años de trabajo constante en un deporte para alcanzar el umbral de la grandeza. Sin duda, ello es cierto en el caso de estos tres deportistas. El alto nivel de compromiso que han demostrado constituye un modelo para otros atletas que desean llegar a lo más alto en su deporte.

      Como entrenador que he sido durante tres décadas, he observado que las investigaciones sobre el tiempo necesario para alcanzar la excelencia también se cumplen en el ciclismo. El deportista mejora psicológicamente a lo largo de unos siete años. Durante este tiempo, los deportistas aprenden lo que implica en términos de entrenamiento competir, y en estilo de vida, triunfar en su deporte. Más tarde observo progresos constantes en el rendimiento durante por lo menos otros tres años. Este período se cumple independientemente de la edad a la que el deportista empieza a entrenar y a competir.

      Dejando de lado las capacidades individuales para deportes en concreto, ahora vamos a fijarnos en rasgos que comparten los mejores atletas. He verificado que son siete atributos: aptitudes, motivación, oportunidad, misión, sistema de apoyo, dirección y fortaleza mental.

       APTITUDES

      Es innegable: la genética tiene mucho que ver con los resultados en el deporte. Tenemos algunos ejemplos obvios: jugadores de baloncesto altos, luchadores de sumo enormes, jockeys menudos y nadadores de brazos largos son sólo unos pocos ejemplos. Estos atletas han nacido con, por lo menos, uno de los rasgos físicos necesarios para triunfar en el deporte que han elegido.

      ¿Cuáles son los rasgos físicos comunes a aquellos que están en la cima del ciclismo? Los más obvios son unas piernas fuertes y potentes y una capacidad aeróbica elevada (imageO2máx.). Otros rasgos físicos no son tan evidentes, como la capacidad pulmonar, las proporciones físicas y la potencia muscular. El umbral de lactato (UL) y la economía también desempeñan un papel destacado en el rendimiento del ciclista. No podemos visualizar la potencia, el UL ni la economía en un ciclista del mismo modo que vemos la masa corporal o unos brazos largos, y pueden mejorarse con un entrenamiento adecuado. Sin embargo, estos factores están en parte determinados por la genética.

      Así pues, ¿en qué medida dispones de aptitudes naturales? ¿Cuán cerca estás de alcanzar tu potencial? Nadie puede decirlo a ciencia cierta. El mejor indicador pueden ser los resultados obtenidos en deporte en el pasado en relación con tu entrenamiento. Unos buenos resultados asociados a un entrenamiento mediocre pueden indicar un potencial aún por explotar. Un entrenamiento excelente con unos resultados pobres sugiere que te falta potencial –aunque no necesariamente.

      Si eres nuevo en este deporte y llevas menos de tres años compitiendo, es posible que tus resultados no reflejen bien tus aptitudes y tu potencial. Durante los tres primeros años se producen numerosos cambios a nivel celular, cambios que con el tiempo pueden revelar la aptitud del ciclista. Ello significa que, aunque una persona nueva en este deporte obtenga buenos resultados, es posible que más tarde no sea una figura dominante. Con el tiempo, otros principiantes a veces alcanzan y superan a los amateurs con buen nivel. A menudo, ello se debe al distinto ritmo al que el cuerpo humano responde al entrenamiento.

      Algunas personas “responden rápido” y otras “responden lentamente”. Los primeros alcanzan una buena condición física pronto porque, por razones desconocidas, sus células son capaces de cambiar rápidamente. A otros les cuesta más, a veces años, conseguir las mismas mejoras. El problema de los que responden lentamente es que, a menudo, abandonan antes de conseguir las mejoras del entrenamiento. La figura 1.1 ilustra la curva de la respuesta.

      Respuesta al estímulo del entrenamiento

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       MOTIVACIÓN

      El ciclista muy motivado siente pasión por el deporte. Por lo general, la pasión se manifiesta en cuánto tiempo dedica al ciclismo, al cuidado de la bicicleta, a leer libros y revistas sobre ciclismo, a asociarse con otros ciclistas y, simplemente, a pensar en el deporte.

      Las personas apasionadas por el deporte con frecuencia tienen un sentido del trabajo muy desarrollado. Creen que entrenar duro es lo que da buenos resultados. Hasta cierto punto, ello es un rasgo positivo, ya que, efectivamente, el éxito requiere constancia en el entrenamiento. El problema es que la combinación de la pasión por el ciclismo y un fuerte sentido del trabajo a veces conduce a un entrenamiento obsesivo-compulsivo. Estos ciclistas no pueden dejar de practicar. Y si lo hacen, les abruma el sentimiento de culpa. Para estos deportistas, las interrupciones en el entrenamiento –por lesiones, viajes de negocios o en las vacaciones– son emocionalmente devastadoras. Ello se debe a que, pese a que su modelo de entrenamiento pueda alterarse, su motivación obsesiva sigue intacta.

      Este rasgo obsesivo-compulsivo se da sobre todo en ciclistas nuevos en el deporte. En ocasiones creen que han descubierto el deporte demasiado tarde en su vida y necesitan ponerse a la altura de los demás entrenando mucho. También hay quien teme que si deja de entrenar tan sólo unos días volverá a su estado anterior, de baja condición física. Sin duda, el sobreentrenamiento está muy extendido entre quienes están entre el primer y el tercer año en la competición.

      Independientemente de en qué momento de la vida te hayas iniciado en el ciclismo y de cuán vehemente es tu deseo de mejorar, es crucial que te plantees la excelencia en el deporte como un viaje, no como un destino. Nunca llegarás al punto en que estés satisfecho con tus resultados –éste es un rasgo propio de las personas muy motivadas. Así pues, no conseguirás alcanzar una especie de nirvana de la competición, en que finalmente puedas respirar tranquilo. El entrenamiento obsesivo-compulsivo sólo puede ser contraproducente. Una vez que lo comprendas y adoptes un enfoque del entrenamiento a largo plazo, disminuirán tus bajadas debidas al sobreentrenamiento, el estar quemado y las lesiones, y ello te permitirá entrenar de forma más constante y lograr mejores resultados en las carreras. También sufrirás menos angustia mental y menos frustración cuando lleguen los inevitables reveses.

      El ciclismo es un deporte que se practica durante toda la vida, y que debe disfrutarse por lo que aporta: una condición física perfecta, una salud excelente, ratos divertidos y buenos amigos. No es un adversario que debas dominar y conquistar.

       OPORTUNIDAD

      Existen muchas posibilidades de que el mejor deportista en potencia del mundo sea un fumador sedentario con sobrepeso. Ahora mismo, esta persona nacida para ser el campeón del mundo en ciclismo y para dominar este deporte como nadie más está sentado delante de la televisión en algún lugar. Nació con la ventaja de poseer una capacidad aeróbica enorme y todos los demás requisitos psicológicos necesarios para alcanzar el éxito. El problema es que nunca ha tenido la oportunidad de descubrir esta capacidad, y puede que nunca haya sentido la motivación. Tal vez nació en medio de la pobreza y tuvo que trabajar desde muy joven para ayudar a su familia. Quizá vive en un rincón del mundo asolado por la guerra, donde seguir con vida es la máxima prioridad. O quizá el ciclismo nunca le ha llamado la atención