Yury Verkhoshansky

Superentrenamiento


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de entrenamiento de la fuerza satisfactorio depende de una completa comprensión de los factores que afectan el desarrollo de la fuerza. La tarea siguiente es determinar cuáles de estos factores pueden ser modificados por el entrenamiento físico y qué métodos son los más efectivos y seguros para ello. Algunos de estos factores son estructurales y otros funcionales. Sin embargo, los factores estructurales sólo proporcionan el potencial para producir fuerza, ya que ésta es un fenómeno neuromuscular que explota este potencial para generar actividad motora.

      Está ampliamente reconocido que la fuerza es proporcional a las dimensiones del corte transversal del músculo, de forma que los músculos mayores tienen el potencial para desarrollar un mayor nivel de fuerza que los músculos menores. Sin embargo, el hecho de que halterófilos olímpicos puedan incrementar su fuerza de año en año mientras su masa corporal permanece invariable revela que la fuerza depende también de otros factores.

      La más obvia observación se basa en que el músculo producirá una fuerza mayor si un gran número de sus fibras se contrae simultáneamente, un hecho que depende de la eficiencia de las fibras nerviosas para enviar impulsos a las fibras musculares. Por otra parte, se desarrollará una fuerza menor en un movimiento en el que los diferentes músculos no coordinen sus esfuerzos. Es también importante destacar que una investigación llevada a cabo por Vredensky determina que la fuerza máxima se produce por una óptima frecuencia, no máxima, de activación nerviosa (Vorobyev, 1978). Además, esta frecuencia óptima se modifica con el nivel de fati

      ga muscular (Kernell y Monster, 1982)

       Determinantes de la fuerza

      En general, la producción de fuerza depende de los siguientes factores principales:

       Factores estructurales

      • las dimensiones del corte transversal del músculo;

      • la densidad de las fibras musculares por unidad del corte transversal;

      • la eficiencia de la palanca mecánica a través de la articulación.

       Factores funcionales

      • el número de fibras musculares que se contraen simultáneamente;

      • el grado de contracción de las fibras musculares;

      • la eficacia de la sincronización de los impulsos de las fibras musculares;

      • la velocidad de conducción en las fibras nerviosas;

      • el grado de inhibición de las fibras musculares que no contribuyen al movimiento;

      • la proporción de fibras de gran diámetro muscular que se encuentren activas;

      • la eficacia de la cooperación entre los diferentes tipos de fibra muscular;

      • la eficacia de los diferentes reflejos de estiramiento en su control de la tensión muscular;

      • el umbral de excitación de las fibras nerviosas que abastecen a los músculos;

      • la longitud inicial de los músculos antes de la contracción.

      En referencia al concepto de acción sincronizada entre las fibras y los grupos musculares, es importante destacar que la sincronización no parece desempeñar un papel demasiado importante en el aumento del nivel de producción de fuerza (Miller et al. 1981). La eficacia de la secuenciación en vez de la simultaneidad puede ser de mayor importancia en la generación y el mantenimiento de la fuerza muscular, especialmente si la energía elástica almacenada debe contribuir en los momentos más oportunos durante el proceso del movimiento. En definitiva, deben realizarse unas investigaciónes antes de establecer una respuesta definitiva a la cuestión del aumento del nivel de fuerza con un incremento de la sincronización en la descarga de la unidad motora.

       Entrenamiento de choque y Pliometría

      Aunque no se ha mencionado en la lista precedente, los tejidos conectivos tienen también un papel estructural esencial en el proceso de la fuerza, ya que proporcionan estabilidad a los músculos, las articulaciones y los huesos, así como la capacidad para almacenar energía elástica para con el fin de aumentar el efecto de trabajo muscular.

      La capacidad para estirar los tejidos conectivo y elástico aumenta sensiblemente la eficacia del movimiento humano, en especial cuando numerosas actividades deportivas conllevan el estiramiento-acortamiento del complejo muscular, el correr, saltar, lanzar y el levantamiento con velocidad.

      De hecho, el método conocido actualmente como entrenamiento pliométrico y desarrollado como un método de entrenamiento especial de velocidadfuerza de Verkhoshansky se fundamenta completamente en este fenómeno (analizado en capítulos posteriores). En este proceso, el aumento de la fuerza concéntrica en respuesta a una rápida carga de choque es el resultado de un aumento de la tensión muscular provocado por el poderoso reflejo de estiramiento miotático y la liberación de forma explosiva de energía elástica almacenada en los tejidos conectivo y elástico del sistema muscular durante la acción muscular excéntrica.

      Se debe destacar que el concepto pliometría se ha utilizado más recientemente para designar lo que originalmente se denominaba «método de choque» de Verkhoshansky. Históricamente, recibió esta denominación para referirse a una acción muscular excéntrica. En este esquema de nomenclatura, isometría mantuvo su significado original de contracción muscular bajo condiciones estáticas, miometría («acción muscular de acortamiento») era sinónimo de contracción concéntrica, y pliometría se utilizó para referirse a una acción muscular excéntrica (alargamiento muscular).

      Recientemente, se han introducido varios ejercicios de saltos en las sesiones de aeróbic (p. ej; en la forma de «step aerobics») y en el entrenamiento deportivo con la pliometría. En ambos casos, los ejercicios entendidos como pliométricos en estos contextos son saltos bastante convencionales que no reproducen las características del verdadero entrenamiento de choque. Los científicos rusos prefieren mantener el término «método de choque» cuando se refieren a métodos generales de rebote explosivo y el término «saltos en profundidad» cuando se trata de métodos de rebote de las extremidades inferiores. Para evitar la confusión con el shock eléctrico, parece preferible referirse a métodos explosivos reactivos como el entrenamiento por impulsión. Sin embargo, el convincente atractivo entre la utilización popular asegura que se continuará utilizando el término pliometría con preferencia a cualquier otra palabra, sin importar si es la adecuada. Por ejemplo, a pesar de la inexactitud del término aeróbic al describir el ejercicio con música y el de entrenamiento mixto para describir el entrenamiento deportivo complementario, el mercado ha decretado que estos términos populares son las palabras que hay que utilizar.

      Todo lo que el científico puede hacer es aceptar esta situación pero redefiniendo estas palabras con el máximo de precisión. De este modo, el término pliometría (opuesto a la contracción pliométrica) debería utilizarse para referirse a métodos en los que la acción muscular excéntrica termina súbitamente en una contracción isométrica explosiva, produciendo, por tanto, un potente reflejo miotático, una extensión aguda de los componentes pasivos del sistema muscular y una subsiguiente acción muscular concéntrica explosiva. Aunque asociado con el saltar, uno no se debería referir al salto ordinario en donde puede existir un significativo retraso y una disipación de la energía elástica durante una fase isométrica más larga entre las acciones musculares excéntrica y concéntrica (ver cap. 5).

       Fuerza y tejido conectivo

      Además de su rol en movimientos balísticos y rápidos, el tejido conectivo puede también incrementar la masa global del complejo muscular y ayudar en la producción de una fuerza utilizable. Recientemente se ha descubierto que los incrementos en la calidad (o tipo) y cantidad de tejido conectivo pueden mejorar la transmisión de fuerza desde las fibras musculares individuales hasta el sistema esquelético.

      Por ejemplo, una vaina del tejido conectivo insuficientemente fuerte o extensa permitirá que