sus males dirigidas por el diablo, que es quien ordena y manda. Así echan el mal de ojo, secan los sembrados, arruinan las cosechas, enferman a las personas y a los animales, hacen que una vaca segregue sangre en lugar de leche, desorientan al viajero, arruinan la pesca.
Así por ejemplo, para que la cosecha de un campo se pierda, una meiga tira un puñado de grano en la finca y expresa su deseo de que se arruine la cosecha. En la cultura popular gallega, un puñado representa una cantidad mínima tal como dicen las coplas:
O pouco que Deus me deu
cabe nuha man cerrada,
o pouco con Deus é moito,
o moito sen Deus non é nada.
Pensas que moito te quero,
nin é moito nin é nada,
porque o amor que eu che teño
cabe nunha man pechada.
Lo poco que Dios me dio
cabe en una mano cerrada,
lo poco con Dios es mucho,
lo mucho sin Dios no es nada.
Piensas que mucho te quiero,
ni es mucho ni es nada,
porque el amor que yo te tengo
cabe en una mano cerrada.
Se creía que una clase especial de meigas llamadas nubeiras provocaban tormentas, truenos y granizo. Al igual que en otros lugares, la santa protectora contra las tormentas es Santa Bárbara, a ella va dirigida esta oración:
Santa Bárbara bendita
que nos ceos estás escrita,
en papel e auga bendita,
garda o pan e garda o viño
e garda a xente do perigo
e quítalle un ollo a esta nubeira
e levala ao mar coallado
onde non faga mal a nadia,
polo poder que Deus ten
e a Virxe María Amén.
Santa Bárbara bendita
que en los cielos estás escrita,
en papel y agua bendita,
guarda el pan y guarda el vino
y guarda a la gente del peligro
y quítale un ojo a esta nubeira
Y llévala a la mar cuajada
donde no haga mal a nadie,
por el poder que Dios tiene
y la Virgen María. Amén.
Se pensaba que algunas dolencias, incluida la posesión por el demonio, se contagiaban por beber vino o comer frutas o dulces contaminados. También la meiga pinchaba los alimentos con una aguja o alfiler embadurnados en sangre menstrual, flujo u orines. Por eso, algunos antropólogos opinan que la costumbre de bendecir los alimentos antes de tomarlos, además de ser un acto piadoso de agradecimiento al Señor, posee como finalidad descontaminarlos de posibles injerencias infernales.
He aquí un encantamento (meigallo) o embruxo:
Heiche de dar o meigallo
Heiche de dar o feitizo
Heiche de dar o meigallo
No pemento do chourizo
He de darte el maleficio
He de darte el hechizo;
He de darte el maleficio
En el pimiento del chorizo
¿Qué tendrá la jugosa manzana para haber sido arrebata con furia, tanto por la religión como por la mitología? En el Paraíso Terrenal, según la Biblia, es el fruto del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, en la mitología clásica existe el Jardín de las Hespérides con sus manzanas de oro. Una de ellas es la que debe dar Paris para consagrar a la diosa de la belleza y provocar con ello la Guerra de Troya, la mitología celta también se refiere a ella, Guillermo Tell tiene que acertar con una flecha una manzana puesta en la cabeza de su hijo para conseguir su libertad y en el cuento de Blancanieves, la malvada bruja está a punto de cometer un desaguisado al hacer comer a la protagonista una manzana envenenada. También las meigas gallegas preferían este fruto para contaminarlo y embrujar a las víctimas. ¿Será todo un reflejo del relato bíblico de la caída?
Mal de ojo
Es una creencia universal según la cual algunas personas poseen en la mirada el poder para provocar daño.
Las meigas no se sustraían a este poder, y en gallego se conoce como ollo malo, mal ollo, mal de ollo, mala ollada, vista brava, ferida de ollo, ollo feridor. Todavía se dice en la actualidad “Dios nos libre de una mala mirada”.
Y como el mal de ojo procede del Maligno, los expertos curaban con esconxuros dicho mal:
Sae demo, sae da aí
vaite aos montes altos
onde non hai can nin gatos
nin oias galos cantar
nin cans ladrar
polo poder de Deus e de la Virxe María
Sal demonio, sal de ahí,
vete a los montes altos
donde no hay perros ni gatos
ni oigas gallos cantar
ni perros ladrar
Por el poder de Dios y de la Virgen
María.
He aquí otro esconxuro:
Sal salada
que naceches na mar salada,
apartádme agora mesmo
deste corpo fora
esta mala ollada,
así sexa de trescentos días dada.
con graza de Deus
e da Virxe María
Fulano queda san e salvo,
con sorte e fortuna e alegría
Sal salada
que naciste en la mar salada
apartadme ahora mismo
de este cuerpo fuera
este mal de ojo,
así sea de trescientos días dado.
con la gracia de Dios
y de la Virgen María
Fulano queda sano y salvo
con suerte y fortuna y alegría.
El bien contraataca
Vemos pues que ante los ataques del mal, los seres humanos, y en Galicia no es ninguna excepción, se han armado desde tiempo inmemorial. Así tenemos los denominados evangelios que son unos papeles impresos que contienen algunos párrafos de los evangelios, metidos en saquitos cerrados, más o menos lujosos, según el precio que todavía se venden en algunos conventos de monjas y en los puestos de las santeras en las romerías. Se han de colocar colgados en el cuello, o cosidos a la ropa interior.
También se utiliza la cruz, el ajo, la herradura, la piedra de ara, el agua bendita, el fuego, la sal, el pan, la castaña y la navaja. Vemos pues tres grupos de defensas bien definidos: los objetos sagrados, las armas, sean fabricadas por los hombres o armas de los animales, y los elementos purificadores, en especial, el agua y el fuego.
No pretendemos caer en herejía, pero el dualismo tradicional, no solo cristiano, sino de otras religiones, se halla muy patente. Existe Dios con unas fuerzas