Ya no disfrutaban la libertad y la abierta comunión que habían tenido con Dios. No querían que Dios los viera. Temían Su desagrado y con razón. Lo habían desobedecido y su desobediencia los llevaría siempre a esconderse, taparse y asustarse de miedo servil ante Él. Nosotras no podemos ni imaginar la inmensa tragedia de su pérdida porque nuestras vidas constantemente se caracterizan por el miedo; su relación con su Creador y el uno con el otro nunca sería la misma. El pecado los devastó por completo... y esta devastación continúa hoy.
La Clave Que Nos Libera del Temor
Conforme se vaya desarrollando este libro verás cómo el pecado es un factor importante en nuestros temores. Imagina que éste puede ser un concepto nuevo o hasta incómodo para ti. Quizá pienses que hablar de pecado es condenatorio o cruel. Es cierto que el pecado, especialmente nuestro propio pecado, es difícil de mirar. Yo sé que eso es verdad para mí.
Sin embargo, no voy a dirigir tus pensamientos a tu pecado porque quiera castigarte, condenarte o rechazarte. Voy a dirigirte ahí porque es ahí, y solamente ahí, donde descubrirás la verdad que te hará libre. Confío en que el Espíritu Santo gentilmente te convenza de tu necesidad de acercarte a tu Salvador y que cuando lo haga, encuentres el descanso y la ayuda que anhelas.
Mi deseo sincero es que este libro te sirva como una herramienta para acercarte al que te ama y sólo puede perdonarte, transformarte y restaurarte. Así que, no tengas miedo de salir de ese arbusto y examinar profundamente tu corazón. Puede que sea doloroso por un tiempo, pero por la gracia de Dios y Su misericordia, valdrá la pena. También examina profundamente el corazón de Aquél que te ha amado tanto que caminó hacia las fauces de la muerte y a las garras de Su enemigo por amor a ti. Amor como ese sólo exige que confíes en Él. Así que ya sea que tus temores sean reales o imaginarios—si apenas estás empezando a entenderlos o estás muy familiarizada con ellos—te puedes arrojar a la misericordia de Dios, Quien te ama más de lo que quizá sepas.
Para Una Reflexión Más Profunda
1. ¿Cómo describirías los tipos de temores que enfrentas?
2. ¿Qué tanta influencia tiene en tu vida el “miedo al temor”?
3. ¿Cómo ha influido en tu historia (como niña y adulta) tu predisposición a ser temerosa?
4. ¿Puedes pensar en algunos cambios que tengas que hacer a la forma en que cuidas tu cuerpo? ¿Cuáles son algunas medidas específicas que puedes tomar?
5. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te muestre tu necesidad de Él y que te conceda la esperanza de que realmente puedas ser libre.
Capítulo 2 Héroes de la BibliaQue Lucharon Contra el Temor
“El temor es un enemigo más peligroso
que aquéllos a los que temes...”6 —THOMAS WATSON Autor puritano y pastor
Nosotros los cristianos tendemos a hablar mucho sobre los héroes de la fe que están en la Biblia. A veces consideramos superficialmente a las personas cuyas historias se escribieron para nosotros y pensamos, Son tan valientes. ¿Por qué no puedo ser como ellos? Sus vidas se ven tan libres del temor, parecen permanecer firmes al enfrentar circunstancias difíciles. ¿Qué hay de malo en mí? nos preguntamos. Si soy cristiana ¿por qué lucho con la ansiedad? ¿Por qué no soy como estos grandes héroes?
Es cierto que Dios ha trabajado poderosamente en las vidas de las personas a través de las épocas. Hebreos capítulo 11, que estudiaremos con más detenimiento después, habla sobre la valiente fe de hombres como Moisés y mujeres como Sara. Sin embargo, si observamos con más cuidado, nos daremos cuenta que muchos de estos héroes experimentaron grandes luchas con el temor en algún momento. De hecho, fueron estas luchas las que más los fortalecieron en la vida. El Señor Jesús es el único que nunca sucumbió al temor pecaminoso aunque fue tentado a hacerlo de las mismas formas en que nos pasa a nosotras. Así que si vamos a buscar a los héroes de la fe, nos va a costar trabajo encontrar a más de uno ...pero éste será suficiente.
Ejemplos del Temor en la Biblia
En este capítulo vamos a tomar tiempo para extendernos un poco en la historia del temor o, mejor aún, del temor pecaminoso en la Biblia. Creo que te sorprenderá y te consolará saber que muchos de los héroes de la Biblia con los que estás familiarizada fueron personas como tú: Lucharon con el temor. En este capítulo no solamente estudiaremos a algunos de estos individuos, sino que trataremos de discernir qué los motivó a actuar como lo hicieron. Comencemos con el libro de los orígenes, Génesis.
El Miedo Original—Adán y Eva
Como ya aprendimos antes, el miedo se introdujo por primera vez a la experiencia humana en el Jardín. Adán y Eva disfrutaban de una dulce comunión de confianza con su Creador y entre ellos. Después pecaron. Fue por su pecado—su relación rota entre ellos y con Dios—que por primera vez sintieron las consecuencias del temor: más miedo, relaciones rotas y vergüenza. Cuando ellos escucharon que el Señor Dios se acercaba para visitarlos en el Jardín, se escondieron. Adán tenía miedo de que Dios lo viera como estaba: expuesto, vulnerable y pecador. El temor de Adán hacia Dios engendró en su corazón más y más invenciones impías de su Creador.
Pero incluso antes de que Adán y Eva se ocultaran de Dios, el miedo jugaba un papel. ¿Qué fue lo que hizo que Eva desobedeciera así a su Señor? No lo sabemos. Podemos suponer que tuvo miedo de estarse perdiendo algo que pudiera ser benéfico. Pudo haber dudado de la sabiduría y amor de Dios. Pudo haber tenido miedo de necesitar algo que Dios no le había dado. Es difícil entender porqué se sintió así, pero la Biblia dice con certeza que fue engañada (2 Corintios 11:3).
Después de pronunciar el juicio que Adán y Eva merecían, Dios misericordiosamente los cubrió con pieles de animales. Entonces los echó del Jardín. Nunca más el hombre conocería la clase de vida que había conocido; nunca más estaría completamente libre de vergüenza, pena, timidez y temor.
Pero, gracias a Dios, ése no es el final de la historia. Como cristianos, Dios nos está restaurando a la misma comunión y libertad que Adán y Eva conocieron, primero con Él y después entre ellos. La muerte de Jesucristo es el medio que Dios ha usado para derribar la pared de separación entre nosotros (Romanos 5:1). Aunque nunca tendremos lo que ellos tuvieron, porque siempre lucharemos con nuestro pecado, no obstante podemos conocer el gozo y paz significativos.
Con Temor al Peligro —Abraham
Antes mencioné que hasta los grandes héroes de la Biblia experimentaron el temor y sus consecuencias. Unos pocos capítulos después de Adán y Eva conocemos a Abraham, un hombre que a menudo se pone como ejemplo de uno que tuvo una gran fe. En ciertos momentos vemos a Abraham estar al máximo: voluntaria y obedientemente dejando su país y viajando a una tierra desconocida; levantando el cuchillo para el sacrificio que le quitaría la vida a su hijo prometido, Isaac. Sí, realmente hay victorias importantes en la vida de Abraham, ¿o no?
Pero después vemos otra faceta de él. Tal vez ésta sea la faceta de Abraham con la que más te identifiques. En dos ocasiones durante sus viajes, uno a Egipto y otro hacia una tierra llamada Gerar, Abraham mintió a hombres poderosos sobre Sara, su hermosa esposa. Él les dijo a estos hombres que era su hermana. ¿Por qué? Porque pensó que si los reyes de estas tierras la veían y sabían que ella era su esposa, lo matarían para tomarla para ellos. Para decirlo sin rodeos, quería salvar su propio pellejo.
Abraham sabía que Sara sería la madre del pueblo escogido por Dios, pero él ignoró los planes de Dios y a ella la puso en peligro. Fue sólo por la gracia coercitiva de Dios que no terminó en un harén.7 Por su miedo, pecó contra su esposa, engañó a los gobernantes, fue una fuente de problemas para ellos y, sobre todo, deshonró a Dios. ¿Fue lógico el miedo de Abraham? Sí, probablemente sí. ¿Fue pecaminoso? Sí, sin duda. ¿Todavía pudo Dios usarlo y cambiarlo en un hombre de fe? Sí, y Él puede hacer lo mismo con cualquiera de nosotras.
El Temor Causado por la Duda —Sara
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