enseña que existen las verdaderas riquezas y la vida eterna por venir. (El griego que está detrás de esta traducción es literalmente lo venidero y se refiere claramente al siglo venidero). Esto se contrasta con la vida provisional y las riquezas inciertas de este siglo. (El griego aquí es literalmente la edad presente.) La implicación es que estas dos edades engloban todas las condiciones humanas concebibles. Las dos clases de vida y las dos clases de riquezas se corresponden con los dos siglos. La implicación es que este siglo y el siglo venidero engloban toda la historia humana hasta el tiempo sin fin del estado eterno.
Ahora bien, lo que se ha dicho hasta ahora sugiere la respuesta a la pregunta relacionada: ¿Cuándo comenzó este siglo? La evidencia examinada hasta ahora requiere ciertamente que digamos que este siglo se originó con el principio de la historia humana. No obstante, ¿hay más evidencias de que esto se a así?
Sí, las hay. La Biblia enseña que “este siglo” se originó en el principio de la historia humana en el principio de la creación y de la caída de la humanidad. En otras palabras, comienza en ese complejo de acontecimientos registrados en Génesis 1-3. Si eso es verdad, entonces “este siglo” no comenzó en el tiempo de la primera venida de Cristo, sino que estaba en existencia ya desde el principio.
El origen probable de la terminología de los dos tiempos prueba esto. “Este siglo y el siglo venidero” era una terminología que sistematizaba el contraste del Antiguo Testamento entre el presente estado existente de las cosas y el orden redimido futuro. Probablemente se originó con los rabinos del período Inter-Testamental y fue adoptado por Jesús y Sus Apóstoles como una manera precisa de plantear sistemáticamente la enseñanza del Antiguo Testamento. De este modo, “este siglo” ya debía estar en existencia en el período del Antiguo Testamento.
En concordancia con esto, Jesús y los apóstoles nunca enseñaron que este siglo presente fuera de origen reciente. Más bien, desde el principio mismo de Su ministerio, Jesús asume que este siglo ya está en existencia (Mateo 12:32; Marcos 10:30).
El carácter de este siglo también apunta a la conclusión de que se originó en el conjunto de la creación-caída registrado en Génesis 1-3. Muchas frases relacionadas con la terminología de los dos siglos apuntan en esta dirección. Es el orden natural de la creación. Frases como “los hijos de este siglo se casan” (Luc. 20:34) y “los ricos de este siglo” (1 Tim. 6:17) implican esto de manera muy firme. Es el orden malo producido por la caída. Es un “presente siglo malo” (Gál. 1:4), con Satanás como su “dios” (2 Cor. 4:4).
Debemos concluir que este siglo se originó con los acontecimientos al principio de la historia humana que dio forma al mundo tal y como lo conocemos. Por tanto, “este siglo y el siglo venidero”, se originaron al principio de la historia humana y engloban todos los períodos de la existencia humana hasta toda la eternidad. Si los dos siglos engloban todo el tiempo posible, también, por supuesto, no hay posibilidad de un estado intermedio entre ellos.
No hay ningún período de historia humana antes de este siglo. Comenzó con el principio de la historia humana. No hay ningún período entre “este siglo y el siglo venidero” . El uno sigue al otro inmediatamente. No hay ningún período después “del siglo venidero” . Es eterno.
Proposición 2:
Este siglo y el siglo venidero son estados cualitativamente diferentes de la existencia humana y períodos cualitativamente diferentes en la historia del mundo.
Este siglo no evoluciona ni cambia por medio de ningún proceso natural o gradual hacia el siglo venidero. La diferencia es la que hay entre el orden natural y el sobrenatural. El pasaje crucial aquí es Lucas 20:34-36.
34..Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento;
35..mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.
36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.
El tema del contexto que rodea este pasaje es claramente la resurrección de los muertos. Jesús utiliza la terminología de los dos siglos para contrastar la era presente con la era de la resurrección – el siglo venidero. ¿Cuáles son las diferencias entre este siglo y el siglo venidero según este pasaje? Se encuentran en la superficie de este pasaje tan claro y tan literal. Los contrastes son entre el matrimonio y el no matrimonio, la muerte en contraste con la no muerte, la mezcla de hombres buenos y malos en contraste con sólo hombres buenos, y de los hombres naturales en contraste con los hombres resucitados. Estos contrastes nos recuerdan muy claramente los conceptos paralelos que se encuentran en la parábola de la cizaña (Mat. 13:24-30; 36-43). En ese pasaje también se encuentra el contraste entre la mezcla del trigo y la cizaña (hombres buenos y malos) en el siglo presente y sólo el trigo (hombres buenos) en el siglo venidero. También se encuentra el contraste entre los hombres naturales en el siglo presente y hombres glorificados (“resplandeciendo como el sol”) en el siglo venidero.
Proposición 3:
Este siglo y el siglo venidero están separados por el juicio de los malos y la resurrección de los justos que concluirán este siglo e inaugurarán el siglo venidero.
Existe un apoyo masivo para esta proposición en el Nuevo Testamento. A continuación se encuentra una muestra. Primero, Lucas 20:35 enseña que alcanzar aquel siglo es equivalente a alcanzar la resurrección de entre los muertos. La resurrección es la puerta de salida de este siglo, y hacia el siglo venidero. Sin embargo, ¿cuándo ocurre la resurrección? Ocurre, según la enseñanza uniforme y repetida del Nuevo Testamento, al regreso de Cristo (1 Cor. 15:22, 23, 50-55; 1 Tes. 4:16).
Segundo, Mateo 13:39-43 se refiere, como hemos visto, al mismo acontecimiento que Lucas 20:35. Es claramente una referencia al juicio de los malos y a la resurrección de los justos que ocurre en la segunda venida de Cristo como el propio Evangelio de Mateo indica (Mat. 24:30, 31; 25:31). Tercero, en el siglo venidero, nosotros recibimos vida eterna (Mat. 25:31, 46). Cuarto, Tito 2:11-13 claramente implica que la segunda venida consuma este siglo e introduce el siglo venidero en su plenitud.
Ese pasaje dice: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.”
Nuestra esperanza en el siglo presente es la aparición de Cristo. Compara esto con Mateo 28:20: “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo13.” Aquí Jesús promete estar espiritualmente presente con Su pueblo hasta la consumación del siglo porque en la consumación del siglo Él regresa corporalmente. Aquí es relevante Juan 6:39: “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.” El último día de este siglo es el día de la segunda venida de Cristo, y es el primer día del siglo venidero.
Aquí, pues, hay tres verdades claras acerca de este siglo y del siglo venidero. Este siglo y el siglo venidero engloban todo el tiempo, incluyendo el tiempo sin fin del estado eterno. Esto significa que no hay período entre ni al lado de este siglo y el siglo venidero. Este siglo y el siglo venidero son cualitativamente estados diferentes de la existencia humana y períodos cualitativamente diferentes en la historia del mundo. Ahí está el contraste más claro entre ellos. Este siglo y el siglo venidero están divididos por