de los dos siglos requiere esta conclusión. Lucas 16:8 habla de hombres malos como los hijos de este siglo y los contrasta con los hijos de luz. Marcos 10:30 enseña que aquellos que han dejado todo por Cristo deben esperar siempre persecuciones en este siglo. Mientras dure este siglo, la persecución será la suerte del verdadero cristiano. Romanos 12:2 es la exhortación de Pablo a no conformarse a este siglo. Este lenguaje asume claramente que este siglo siempre será un siglo malo. En 2 Corintios 4:4 se afirma que Satanás es “el dios de este siglo”. Es, por lo tanto, necesariamente malo. Gálatas 1:4 es la descripción de Pablo de este siglo como el “presente siglo malo” del cual los elegidos han de ser librados por la muerte de Cristo. Efesios 2:2 describe las vidas pasadas, perversas, de los creyentes efesios como “siguiendo la corriente de este siglo”14.
Pasajes tales como estos presuponen y asumen que este siglo presente es, y siempre será, malo. Si este no fuera el caso, podría llegar el día en que la persecución de los cristianos cesaría, cuando no sería malo conformarse a este siglo, cuando Satanás no sería su dios, cuando la descripción de Pablo de este siglo dejaría de ser verdad; y cuando uno podría andar conforme a la corriente de este mundo y ser justo. Todo esto, no obstante, desafiaría las implicaciones claras de estos pasajes.
Tales pasajes confrontan al Postmilenarismo con una grave dificultad. El Postmilenarismo enseña que el bien triunfa sobre el mal en este siglo. La justicia y la paz de este siglo vencen a la injusticia y el odio según el Postmilenarismo. Los postmilenaristas pueden matizar su enseñanza diciendo que ellos no creen que este siglo llegue a ser perfecto o que cada hombre será convertido. Con todo, no obstante, su opinión continúa siendo que en sustancia, el bien triunfa sobre el mal en este siglo. Cuando la Biblia, no obstante, asume que este siglo (que termina, como hemos visto, solamente con la Segunda Venida de Cristo) es y siempre será malo, enseña algo que claramente contradice al Postmilenarismo.
Proposición 2:
Este siglo está en sus últimos días
Una serie de pasajes que usan la terminología de los dos siglos expresan claramente que este siglo está en sus últimos días. Vemos que 1 Corintios 2:6 enfatiza esto por el uso del tiempo presente: “Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; pero una sabiduría no de este siglo, ni de los gobernantes de este siglo, que van desapareciendo” (LBLA). Esto es paralelo a la afirmación de 1 Juan 2:17: “Y el mundo pasa (lit. está pasando), y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. Compárese el versículo 8 del mismo capítulo: “Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.” La misma implicación está presente en Hebreos 9:26, “De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado”. De la misma manera 1 Corintios 10:11 dice, “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.”
Desde la venida de Cristo y Su resurrección, este siglo ha estado en sus últimos días. Está en el proceso de desaparecer. En algunos círculos es muy popular ridiculizar a aquellos cristianos que continuamente declaran que estamos en los últimos días. Con todo, es cierto que desde la primera venida de Cristo este siglo está en sus últimos días. A los cristianos se les enfatiza que esta realidad tiene implicaciones solemnes y prácticas para su vida diaria. Existe un peligro al ridiculizar a aquellos que malinterpretan el Nuevo Testamento en este punto y enseñan perspectivas extremistas de la inminencia del regreso de Cristo. Nosotros mismos debemos de tener cuidado de no perder un cierto sentido de la cercanía del regreso de Cristo. Si perdemos este sentido, perdemos un énfasis práctico importante de la escatología del Nuevo Testamento.
Proposición 3:
Las grandes realidades del siglo venidero han irrumpido y están operativas en este siglo.
El énfasis del Nuevo Testamento que complementa de manera más sorprendente o que optimiza nuestro entendimiento de la estructura de los dos siglos de la historia redentora es que las grandes realidades del siglo venidero, de alguna manera, han irrumpido y están operativas en este siglo. El pasaje más claro aquí es Hebreos 6:4-6:
Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, pero [ después] cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y lo exponen a la ignominia pública. (LBLA)
El término “poderes”, usado aquí es uno de los términos técnicos en el Nuevo Testamento para milagros. De este modo, la referencia aquí es a los dones de señales milagrosas que acompañaban a la 6 - EL PROPIO SISTEMA DE LA BIBLIA - EL ESQUEMA OPTIMIZADO predicación del evangelio al principio de la era del evangelio. Estos dones de señales anunciaban la venida del reino y la irrupción del siglo venidero. Por tanto, en la presencia de estos dones de señales hay un anuncio de la inauguración del siglo venidero.
Esto sugiere la siguiente ecuación: El Siglo Venidero = El Reino de Cristo. Puesto que el reino de Cristo ya ha comenzado (Heb. 2:9; Ef. 1:21), el siglo venidero, en algún sentido, debe haber comenzado también.
Otros énfasis del Nuevo Testamento apoyan esta afirmación. El siglo venidero es el siglo de la resurrección (Luc. 20:34-36). No obstante, la resurrección ya ha comenzado. Cristo es los primeros frutos de la resurrección (1 Cor. 15:20-23):
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
Esta es la explicación para la fraseología peculiar de Hechos 4:2: “resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos”. Aquí se puede añadir otro concepto bíblico paralelo. De la misma manera que este siglo es el siglo de la antigua creación, así mismo el siglo venidero es el siglo de la nueva creación. En un sentido matizado, no obstante, la nueva creación ya ha sido inaugurada.
2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Gálatas 6:15 “Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.”
El diagrama siguiente ilustra la superposición o imbricación de los siglos15.
Puede parecer que las proposiciones suplementarias estudiadas en este capítulo complican el esquema básico del capítulo anterior. No obstante, una ilustración puede clarificar cualquier dificultad. Piensa en una pareja joven que están casados y deseando tener hijos. Después de varios años continúan firmes en ese propósito, pero mes tras mes no trae resultados. Finalmente, después de una visita al médico, la esposa anuncia la gran noticia: “¡Esposo, estoy embarazada!” ¡El futuro ha llegado! ¿Pero, ha llegado? Pasa una semana y no hay muchos cambios. Aún queda ese largo período de gestación, antes de que puedan sostener a ese pequeño en sus brazos.
Hay, por supuesto, señales crecientes de que algo está sucediendo: la habitación del bebé es redecorada. La barriguita de Mamá se va haciendo cada vez más grande. Los nervios de Papá se aumentan según se acerca el gran día. Pero a pesar de