Norman L. Geisler

No basta mi fe para ser ateo


Скачать книгу

decir!

      Bueno, de acuerdo con la evidencia cosmológica moderna, el universo literalmente no tenía nada de dónde surgir. Sin embargo, cuando se trataba de dar una explicación atea para esto, Atkins en realidad no comenzó con nada más que con los puntos matemáticos y el tiempo. Por supuesto, uno no puede imaginar cómo los meros puntos matemáticos y el tiempo podrían causar el universo de todos modos. Sin embargo, quisimos insistir en el hecho de que los ateos como Atkins deben ser capaces de explicar cómo el universo comenzó de absolutamente nada.

      ¿Qué es nada? Aristóteles tenía una buena definición: ¡dijo que nada es lo que sueñan las rocas! La nada de la que surgió el universo no son “puntos matemáticos” como sugirió Atkins o “energía positiva y negativa” como escribió Isaac Asimov, que también es ateo.30 Nada es, literalmente, nada, con lo que sueñan las rocas.

      El autor británico Anthony Kenny describió honestamente su propia situación como ateo a la luz de la evidencia del Big Bang. Él escribió: “De acuerdo con la teoría del Big Bang, todo el asunto del universo comenzó a existir en un momento particular en el pasado remoto. Un defensor de esta teoría, al menos si es un ateo, debe creer que la materia del universo vino de la nada y por medio de la nada”.31

      R - Radiación del Big Bang

      La tercera línea de evidencia científica de que el universo tuvo un comienzo fue descubierta por accidente en 1965. Fue entonces cuando Arno Penzias y Robert Wilson detectaron radiación extraña en su antena en Bell Lab en Holmdel, Nueva Jersey. No importaba a dónde giraran su antena, esta misteriosa radiación se mantenía. Inicialmente pensaron que podría ser el resultado de los excrementos de pájaros depositados en la antena al anidar las palomas de Jersey Shore, por lo que quitaron las aves y los excrementos. Pero cuando volvieron a entrar, descubrieron que la radiación todavía estaba allí, y todavía venía de todas las direcciones.

      Lo que Penzias y Wilson habían detectado resultó ser uno de los descubrimientos más increíbles del siglo pasado, uno que les haría ganar el Premio Nobel. ¡Estos dos científicos de Bell Labs descubrieron el resplandor de la explosión del Big Bang!

      Conocido técnicamente como la radiación de fondo cósmica, este resplandor es en realidad la luz y el calor de la explosión inicial. Esta luz ya no es visible porque su longitud de onda ha sido estirada por el universo en expansión a longitudes de onda ligeramente más cortas que las producidas por un horno de microondas. Pero el calor aún se puede detectar.

      Ya en 1948, tres científicos predijeron que esta radiación estaría allí si el Big Bang realmente hubiese ocurrido. Pero, por alguna razón, nadie intentó detectarla antes de que Penzias y Wilson tropezaran con ella por accidente casi veinte años después. Cuando el descubrimiento fue confirmado, derrumbó cualquier sugerencia persistente de que el universo está en un estado eterno estable. El astrónomo agnóstico Robert Jastrow lo expresó de esta manera:

      No se ha encontrado otra explicación que no sea el Big Bang para la radiación de bola de fuego. El factor decisivo, que ha convencido casi al último escéptico, es que la radiación descubierta por Penzias y Wilson tiene exactamente el patrón de longitudes de onda esperado para la luz y el calor producidos en una gran explosión. Los partidarios de la teoría del estado estacionario han tratado desesperadamente de encontrar una explicación alternativa, pero han fallado. En la actualidad, la teoría del Big Bang no tiene competencia.32

      En efecto, el descubrimiento de la radiación quemó cualquier esperanza en el estado estacionario. Pero ese no fue el final de los descubrimientos. Más evidencia de Big Bang seguiría.

      G - Grandes semillas galácticas

      Después de encontrar el universo en expansión predicho y el resplandor de la radiación, los científicos volvieron su atención a otra predicción que confirmaría el Big Bang. Si realmente se produjo el Big Bang, los científicos creían que deberíamos ver ligeras variaciones (u ondas) en la temperatura de la radiación cósmica de fondo que Penzias y Wilson habían descubierto. Estas ondas de temperatura permitieron que la materia se congregara por atracción gravitacional hacia las galaxias. Si se encontraban, comprenderían la cuarta línea de evidencia científica de que el universo tuvo un comienzo.

      En 1989, la búsqueda de estas ondas se intensificó cuando la NASA lanzó el satélite de 200 millones de dólares acertadamente denominado COBE (Cosmic Background Explorer). Llevando instrumentos extremadamente sensibles, COBE pudo ver si estas ondas realmente existían en la radiación de fondo y qué tan precisas eran.

      Cuando el líder del proyecto, el astrónomo George Smoot, anunció los hallazgos de COBE en 1992, su impactante caracterización fue citada en periódicos de todo el mundo. Él dijo: “Si eres religioso, es como mirar a Dios”. El astrofísico de la Universidad de Chicago, Michael Turner, no fue menos entusiasta y afirmó: “No se puede exagerar la importancia de este [descubrimiento]. Han encontrado el santo grial de la cosmología”. El astrónomo de Cambridge Stephen Hawking, también estuvo de acuerdo y calificó los hallazgos como “el descubrimiento más importante del siglo, si no de todos los tiempos”.33 ¿Qué encontró el COBE para merecer descripciones tan trascendentales?

      COBE no solo encontró las ondas, sino que los científicos se sorprendieron de su precisión. Las ondas muestran que la explosión y la expansión del universo se ajustaron con precisión para causar la suficiente materia para congregarse y permitir la formación de galaxias, pero no lo suficiente como para hacer que el universo colapse sobre sí mismo. Cualquier ligera variación en un sentido u otro, y ninguno de nosotros estaría aquí para contarlo. De hecho, las ondas son tan exactas (hasta una parte en cien mil) que Smoot las llamó las “marcas de la creación del universo” y las “huellas dactilares del fabricante”.34

      Pero estas ondas de temperatura no son solo puntos en el gráfico de un científico en alguna parte. COBE en realidad tomó imágenes infrarrojas de las ondas. Ahora, ten en cuenta que las observaciones espaciales son en realidad observaciones del pasado debido al largo tiempo que tarda la luz de los objetos distantes en llegar a nosotros. Entonces, las imágenes de COBE son en realidad imágenes del pasado. Es decir, las imágenes infrarrojas tomadas por COBE apuntan a la existencia de materia del universo primitivo que finalmente se formaría en galaxias y cúmulos de galaxias. Smoot llamó a esta materia “semillas” de las galaxias tal como existen hoy (estas imágenes se pueden ver en el sitio web de COBE, http://Lambda.gsfc.nasa.gov). Estas “semillas” son las estructuras más grandes jamás detectadas y las más grandes se extienden a través de un tercio del universo conocido. Eso es 10 mil millones de años luz o 96 mil billones (96 seguido por 21 ceros) de kilómetros.35

      Ahora puedes ver por qué algunos científicos fueron tan espléndidos en su descripción del descubrimiento. ¡Algo predicho por el Big Bang fue encontrado nuevamente y ese algo era tan grande y tan preciso que causó un gran impacto con los científicos!

      E -Teoría de la relatividad general de Einstein

      La E en SURGE hace referencia a Einstein. Su teoría de la relatividad general es la quinta línea de evidencia científica de que el universo tuvo un comienzo y su descubrimiento fue el principio del fin de la idea de que el universo es eterno. La teoría en sí misma, que ha sido verificada a cinco decimales, exige un comienzo absoluto para el tiempo, el espacio y la materia. Muestra que el tiempo, el espacio y la materia son corelativos. Es decir, son interdependientes; no puedes tener uno sin los demás.

      Desde la relatividad general, los científicos predijeron y luego encontraron el universo en expansión, el brillo posterior a la radiación y las grandes semillas de galaxias que se ajustaron con precisión para permitir que el universo se formara en su estado actual. Agrega estos descubrimientos a la segunda ley de la termodinámica y tenemos cinco líneas de poderosa evidencia científica de que el universo tuvo un comienzo, un comienzo, podríamos decir, que llegó en un gran SURGE.

      Dios y los astrónomos

      Entonces el universo tuvo un comienzo. ¿Qué significa eso para la cuestión de la existencia de Dios? El hombre que ahora se sienta en la silla de Edwin Hubble