servicios fuera de su entorno de trabajo habitual ponen en riesgo tanto a sus clientes como a sí mismos. Si se tienen dudas sobre la necesidad de derivar a una persona a un profesional sanitario, siempre ha de primar la prudencia, por lo que es preferible proceder primero a la derivación. Ante la duda, siempre debe predominar este criterio.
Las valoraciones son pruebas y medidas que los entrenadores personales utilizan para evaluar el estado físico y funcional de la persona con la que trabajan. Entre ellas cabe mencionar las siguientes:
• Frecuencia cardíaca en reposo y durante el ejercicio.
• Presión arterial en reposo y durante el ejercicio.
• Peso y estatura.
• Estimaciones de composición corporal.
• Medidas de perímetros de extremidades, cadera y cintura.
• Cálculo del índice de masa corporal.
• Cálculo del cociente cintura-cadera.
• Medidas de la flexibilidad.
• Pruebas de fuerza/resistencia muscular.
• Pruebas de función cardiorrespiratoria.
Las valoraciones ofrecen una referencia inmediata y actualizada de la capacidad funcional de la persona. Cuando se combinan con los datos derivados del cuestionario PAR-Q y de otros cuestionarios relacionados con la salud, el entrenador personal puede comenzar a desarrollar un borrador del régimen de ejercicios individualizado para el cliente.
ENTORNOS DE TRABAJO PROFESIONALES
En la actualidad, las oportunidades de empleo para los entrenadores personales se sitúan en contextos más diversificados que nunca, entre los que pueden enumerarse, entre otros, los siguientes:
• Centros de acondicionamiento físico comerciales (con fines de lucro).
• Centros de acondicionamiento físico comunitarios (sin ánimo de lucro).
• Centros de acondicionamiento físico/mejora de la forma física de empresa.
• Centros de acondicionamiento físico/mejora de la forma física universitarios.
• Centros y gimnasios de los que el entrenador es propietario o gestor y servicios de entrenamiento a domicilio (autoempleo).
• Centros de acondicionamiento físico de ámbito médico (CAFM).
• Instalaciones, parques públicos y polideportivos públicos y centros de familia municipales/urbanos.
• Centros de acondicionamiento físico de estamentos oficiales/militares.
• Centros recreativos y de actividades para jubilados y residencias de ancianos.
• Programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo (PSLT).
• Cruceros, complejos hoteleros y balnearios.
Centros con fines de lucro
Los gimnasios comerciales son los que predominan en el sector del acondicionamiento físico, y entre ellos se pueden encontrar centros independientes, cadenas de gimnasios, gimnasios que operan bajo licencia y franquicias. En este contexto comercial hay posibilidad de hallar empleos bien remunerados. La mayoría de estos centros hacen publicidad de sus ofertas de empleo, a nivel local o regional, mientras que otros incluyen ofertas en sus páginas web, blogs o redes sociales. Antes de aceptar una oferta es conveniente investigar a fondo las directrices de la compañía en lo que respecta a remuneración, beneficios, política de empresa y oportunidades de desarrollo profesional.
Los gimnasios comerciales son los que predominan en el sector del acondicionamiento físico, y entre ellos se pueden encontrar centros independientes, cadenas de gimnasios, gimnasios que operan bajo licencia y franquicias.
Los gimnasios que operan bajo licencia y los franquiciados son opciones de notable aceptación al abrir un nuevo centro (fig. 1.6). Entre las ventajas de optar por una franquicia cabe citar el reconocimiento de marca, el acceso a sistemas de operación ya probados, el uso de logo, las plantillas de marketing, la formación en profundidad y el apoyo continuado. Los franquiciadores se reservan el derecho de determinar la mayor parte de los aspectos relacionados con las instalaciones, como colores, diseño, decoración, equipamiento, programas y venta de productos. Las tarifas iniciales para los franquiciados suelen oscilar entre 10.000 y más de 100.000 dólares, pudiendo los equipos estar o no incluidos en el coste. También hay una tarifa de franquicia mensual, que puede ser una cantidad establecida o un porcentaje de los ingresos brutos (en general en torno al 5%). Los gimnasios que operan bajo licencia funcionan según un modelo mucho más sencillo. Simplemente se paga una tarifa por el uso (licencia) del nombre y el logo. Los concesionarios de la licencia suelen tener mayor flexibilidad en el modo de gestionar la instalación que los franquiciados, si bien reciben, por otro lado, menos apoyo operativo (v. capítulo 20).
Centros sin ánimo de lucro
Las organizaciones sin ánimo de lucro que cuentan con centros de acondicionamiento físico constituyen una parte significativa del mercado total del sector. Según el IHRSA 2010 Global Report:The State of the Health Club Industry (12), aproximadamente el 35% del total de los inscritos en gimnasios (lo que equivale a 15,9 millones de personas) corresponde al sector sin ánimo de lucro (libre de impuestos). Algunos ejemplos de las mayores organizaciones y entidades de este tipo de EE. UU. en las que los entrenadores personales pueden encontrar empleo son la Young Men’s Christian Association (YMCA), los Jewish Community Centers (JCC), los gimnasios existentes en algunos hospitales, las instalaciones de acondicionamiento físico municipales y militares, y los centros deportivos y recreativos universitarios.
Aproximadamente el 35% del total de los inscritos en gimnasios corresponden al sector sin ánimo de lucro (libre de impuestos).
FIGURA 1.6. Entrenador haciendo una demostración de movimiento de apertura con pesas usando un balón de estabilidad como press de banca.
Es posible que los entrenadores comprueben que algunas organizaciones sin ánimo de lucro no ofrecen remuneraciones comparables a las de los centros comerciales. Sin embargo, en ocasiones ofrecen otro tipo de ventajas. El trabajo sin ánimo de lucro (con independencia del sector del que se trate) genera un arraigado sentido de misión en toda la organización y comporta un significativo compromiso de servicio en lo que respecta a sus miembros o constituyentes específicos. Los gimnasios y centros deportivos sin ánimo de lucro desempeñan un significativo papel en este mercado de trabajo y, en última instancia, corresponde a cada uno determinar el empleo que considera más acorde a sus objetivos personales y profesionales.
Centros de acondicionamiento físico de ámbito médico
La creciente relación entre la industria del acondicionamiento físico y la atención de salud queda reflejada en el sostenido crecimiento de los centros de acondicionamiento físico de ámbito médico (CAFM) y en la creación de la Medical Fitness Association. Desde 2003, el número de CAFM ha aumentado según una tasa anual del 6% y se estima que este nivel de expansión se mantendrá durante los próximos 5 años. En EE. UU. se cuantificó en 2010 un total de 1.076 CAFM, y se prevé que serán 1.435 centros en 2015, asumiendo que el 6% de aumento anual se mantendrá constante. El número medio de personas adscritas a este tipo de gimnasios referido en 2010 es de 3.132 por centro, con un promedio de edad de 49,3 años. Así, a escala nacional, los adscritos a CAFM en EE. UU. suman 3.385.700 personas, con una proyección para 2015 de 4.182.000 miembros.
Aunque es cierto que hay algunos CAFM de grandes dimensiones, aproximadamente el 31% de los CAFM actuales de EE. UU. cuenta con instalaciones de menos de 900 m2, registrándose una notable concentración del total de centros en el centro, el centro-sur y