American College of Sports Medicine

Manual ACSM para el entrenador personal (Color)


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oeste han experimentado el mayor incremento porcentual en el número de CAFM construidos desde 2008. La superficie media de los CAFM construidos en 2010 fue de 3.600 m2. Aunque ofrecen diversos servicios clínicos y destinados a la mejora del bienestar que no suelen encontrarse en los gimnasios tradicionales, el entrenamiento personal encabeza la lista de servicios gratuitos en estos centros. En 2010, el 88% de estos centros ofrecía entrenamiento personal. Por otra parte, el 79% era propiedad de hospitales y el 72% correspondía al sector de entidades sin ánimo de lucro (14).

      La creciente relación entre la industria del acondicionamiento físico y la atención de la salud queda reflejada en el sostenido crecimiento de los centros de acondicionamiento físico de ámbito médico y en la creación de la Medical Fitness Association.

      Una misión fundamental de muchos de los CAFM es la integración de los servicios tanto para personas enfermas como para personas sanas. No es infrecuente que los pacientes que participan en programas de rehabilitación o fisioterapia cardiovascular hagan ejercicios próximos a los de las personas sanas. Así, la utilización del mismo lugar y los mismos equipos supone un ahorro en los costes generales y en las necesidades de espacio y personal. Aunque actualmente no existen directrices concretas sobre contratación de entrenadores personales con titulaciones específicas para este tipo de instalaciones, el enfoque centrado en programas de transición (es decir, aplicados a pacientes que hayan estado previamente hospitalizados) puede exigir que este tipo de entrenadores tenga cualificaciones superiores a las normales.

       Ámbito empresarial

      Más del 50% de los beneficios empresariales se gastan anualmente en la asistencia sanitaria de empleados y personas a su cargo (12). Dado que los empresarios pagan una porción significativa del coste sanitario del país, en torno al 40% en 2006, en comparación con el 18% registrado en 1965, las empresas y las industrias muestran una lógica preocupación por los crecientes costes médicos y por qué pueden hacer para reducirlos (10). En este sentido, una posible estrategia de contención de costes es la puesta en práctica de programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo (PSLT), concepto que puede definirse como «una combinación de actividades educativas, de organización y ambientales, diseñadas para motivar y fomentar los estilos de vida saludables entre los empleados de la empresa y sus familias» (10). Los objetivos de los programas de PSLT se centran en:

      • Reducir los factores de riesgo modificables.

      • Mejorar el estado de salud general de la persona.

      • Reducir los costes sanitarios en el lugar de trabajo.

      La promoción de la salud en el lugar de trabajo puede definirse como «una combinación de actividades educativas, de organización y ambientales, diseñadas para motivar y fomentar los estilos de vida saludables entre los empleados de una empresa y sus familias» (10).

      A pesar de las ventajas de los programas de PSLT, solo el 50% de los centros de trabajo con más de 750 trabajadores ofrece alguno de ellos, mientras que en las empresas pequeñas se registra una tendencia aún menos pronunciada a proporcionar este tipo de servicios (10). Sin embargo, la Employee Services Management (ESM) Association (anteriormente National Employee Service and Recreation Association) estima que, en EE. UU., existen más de 50.000 organizaciones con programas de acondicionamiento físico en el trabajo, y que casi 1.000 de ellas tienen contratados a directores de estos programas a tiempo completo (10).

      Los tipos de servicios en lo que respecta a la mejora de la forma física en los programas de PSLT son de la más variada índole, pudiendo consistir en programas de marcha con podómetro o clases de ejercicio en grupo, o en habilitación de gimnasios completamente equipados. Uno de los principales determinantes de las dimensiones de las instalaciones y los programas es el número de empleados. Es mucho más probable que las compañías con más de 1.000 empleados que trabajan en una localización centralizada (edificio o instalaciones acotadas) ofrezcan la posibilidad de acudir a un gimnasio tradicional localizado en la propia sede, porque disponen de recursos financieros para habilitarlo y porque ello reporta beneficios para la propia empresa desde el punto de vista económico. La probabilidad de que una empresa ofrezca un programa de PSLT, sobre todo incluyendo instalaciones de acondicionamiento físico, es mucho menor en compañías más pequeñas.

      La gestión de numerosos programas de acondicionamiento físico empresariales es externalizada para que sea llevada a cabo por compañías especializadas en el sector. Ello resulta, en cierto modo, más fácil para la empresa, ya que le permite contar con la experiencia de otros sin tener que desarrollar un programa interno referido a esta cuestión. En algunos casos se opta por evitar el desarrollo y la gestión simultáneamente, contratando una cuenta de empresa en un gimnasio o centro local ya existente. En este caso se suele negociar una tarifa reducida y la empresa reembolsa a los empleados una parte de los gastos. Es habitual, por otro lado, que la compañía establezca que el empleado visite las instalaciones un cierto número de veces al mes para que le sea reembolsado el coste.

      Para los entrenadores personales existen diferentes oportunidades de trabajo en este contexto, tanto en empresas grandes como pequeñas. En el caso de las compañías grandes, la pauta habitual es trabajar como empleado normal de la propia empresa o como contratista independiente en el centro de acondicionamiento físico. En el caso de las firmas pequeñas, se suele adoptar un planteamiento más empresarial. En este marco, el entrenador personal se encarga habitualmente de la gestión de la oferta de los servicios in situ a los empleados, en tanto que la dirección de la empresa asume parte de los costes. Teniendo en cuenta que los empresarios suelen están muy sensibilizados por los costes y, en general, no se muestran seguros de que sea rentable la inversión en programas de prevención, los entrenadores personales necesitan transmitirles las ventajas de los servicios que prestan para la salud y el bienestar de sus empleados. La comunicación de los resultados obtenidos, en aspectos como pérdida de peso y reducción de la presión arterial u otros factores asociados a la buena salud, ejercen un efecto positivo en lo que se refiere a su concienciación y su eventual toma de decisiones. En general, las sesiones para pequeños grupos son la opción que resulta más atractiva para los empresarios, ya que las sesiones individualizadas son la opción que implica un mayor coste.

      ÉTICA Y COMPORTAMIENTO PROFESIONAL

      La ética puede describirse como el conjunto de patrones de comportamiento que orientan las decisiones y las acciones, basándose en los deberes derivados de los valores fundamentales. Específicamente, dichos valores fundamentales son principios que se utilizan para definir qué es lo correcto, lo bueno y/o lo justo. Cuando un profesional exhibe un comportamiento acorde o alineado con las pautas más generalmente aceptadas en su correspondiente ámbito de trabajo, se dice que ese profesional mantiene un comportamiento «ético». Al contrario, el comportamiento «no ético» es aquel que no se ajusta a los patrones comúnmente aceptados en el sector de actividad que corresponda. Como profesionales del acondicionamiento físico, los entrenadores personales tienen la obligación de mantenerse dentro de los límites del ámbito definido para su práctica profesional y de acatar siempre todas las pautas de comportamiento aceptadas en el sector. Las personas certificadas o tituladas por el ACSM han de conocer todos los aspectos del código de ética del ACSM para tales profesionales.

       Código de ética del ACSM para profesionales certificados y titulados

       OBJETIVO

      Este código de ética tiene como objetivo ayudar a todos los profesionales acreditados por el ACSM (ACSMCP, del inglés American College of Sports Medicine Credentialed Professionals), debidamente certificados y titulados, a establecer y mantener un alto grado de comportamiento ético definido por medio de los patrones en función de los cuales los ACSMCP pueden determinar la idoneidad de su actuación. Cualquier acuerdo profesional, de concesión de licencia o de certificación, que los ACSMCP establezcan con entidades y organismos gubernamentales, locales, estatales o nacionales, tendrá prioridad en lo que respecta a cualquier aspecto reprobable relacionado con la práctica o el comportamiento profesionales.

      El código es de aplicación para todos los ACSMCP, independientemente del régimen de afiliación (miembros y no miembros). Cualquier posible