La Predicación Pastoral se Afila a Través del Entrenamiento
9. La Predicación Pastoral Madura a Través del Compañerismo
Sección D Los Desafíos de La Predicación Pastoral
10. La Predicación y la Oración como Armas Espirituales
11. Estudiando Cómo Predicar Bien
12. Practicando el Escuchar Más
Sección E Utilizando la Biblia Entera en La Predicación Pastoral
13. Predicando Pasajes Narrativos
14. Predicando Pasajes Didácticos
15. Predicando Pasajes Poéticos y Proféticos
Sección F Poder Para La Predicación Pastoral
16. La Vida de Estudio del Pastor
17. La Vida de Oración del Pastor
Sección G Las Recompensas de La Predicación Pastoral
19. La Recompensa de Ver Crecer a Los Creyentes
20. Las Recompensas Dadas por Cristo
Otros Títulos Publicados por Publicaciones Faro de Gracia
La Predicación Pastoral
Edificando un pueblo para Dios
Conrad Mbewe
Reconocimientos
Mientras este libro se va a imprimir, estoy consciente de que he estado sobre los hombros de muchas personas para poder llegar a este punto. Es correcto que yo reconozca a todos esos individuos quienes han jugado los papeles más significativos en este proyecto. Desafortunadamente, no puedo nombrar a todos, y únicamente puedo mencionar a aquellos cuyos papeles sobresalen como el Monte Kilimanjaro en mi mente.
He recibido invaluable aportación de un grupo de pastores en Lusaka, Zambia, quienes se reunieron conmigo semanalmente para analizar un capítulo a la vez mientras se escribía este libro. Así que permítanme agradecer a Chipita Sibale, Kasango Kayombo, Clement Kaunda, Oswald Sichula, Wege Sinyangwe, German Banda, Curtis Chirwa, Kennedy Kawambale y Saidi Chishimba por trabajar tanto tiempo conmigo en este proyecto , de principio a fin.
Nuestros pasantes pastorales en el 2015 también fueron de mucha ayuda durante estas discusiones, especialmente al ellos hacer el tipo de preguntas que es probable que los nuevos pastores quieran que se contesten en este libro. El hecho de que ellos eran de Sudáfrica, Botsuana, Tanzania y Zambia aseguró que el libro está rascando donde esta hay comezón en las diferentes partes de África. Así que, Joshua Lungu, Michael Legodi, Simon Patilo, Ignatius Popolo y Isaac Bipanda, muchas gracias por su contribución a la realización de este libro.
Permítanme también gradecer a los ancianos y diáconos de la Iglesia Bautista en Kabwata por darme espacio en mi trabajo pastoral para ser autor. Ellos me dieron un mes entero libre de trabajo en el transcurso de un año para concentrarme en este proyecto. Esto me permitió ir y esconderme en las colinas de Namibia por una semana entera para no hacer nada más que escribir. Estoy muy agradecido con Norman y Stephanie van Zyl por recibirme durante esa productiva semana.
En cuanto a Langham Literature, estoy agradecido con Pieter Kwant por haberme empujado a una forma de escritura que nunca había hecho antes. Este es el primer libro que he escrito sin primero presentar los contenidos a una audiencia en vivo. No habría sido hecho si Pieter no hubiera continuado llamando a mi puerta. También estoy agradecido con Dahlia Fraser e Isobel Stevenson por su asistencia editorial. ¿Dónde estaríamos sin los editores?
Estoy agradecido con la administración y facultad del Seminario Teológico Reformado en Jackson, Mississippi, en los Estados Unidos por permitirme tratar el tema de la predicación pastoral en sus conferencias de John Reed Miller 2015. Estoy igualmente agradecido con la administración y facultad del Centro Samara para Estudios Bíblicos en Samara, Rusia, por permitirme utilizar este material durante sus conferencias para pastores en el 2016. En cada caso, pude utilizar la mitad de los capítulos que conforman este libro como material de conferencia. Preparar estos capítulos para conferencia en un contexto Americano y Ruso incremento mi confianza que aunque vestí los principios que estoy enseñando en ropas Africanas, estos son de importancia universal.
Por último, quiero agradecer a mi esposa, Felistas, y a todos nuestros hijos por el tiempo que me dieron para concentrarme en este proyecto. No es fácil tener un esposo y padre que esta absorto con un proyecto de escritura, porque aún cuando él está en casa te puedes dar cuenta que él no está contigo. Su mente esta absorta con el libro que tiene que terminar. Que Dios les compense por haber sido privados de la atención de un esposo y padre.
Introducción
Las personas sentadas en las bancas escuchando a su pastor, algunas veces desearían ellos también tener el privilegio de predicar. Pero muy pocos se dan cuenta de cuán demandante es el predicar. Esto se encuentra en el núcleo del ministerio pastoral, pero lo que tú ves en el púlpito es únicamente la punta del iceberg. Ya que no tenemos icebergs en África, voy a cambiar mi ilustración. Lo que vemos en el púlpito es el final del tejado de paja de una casa. Antes de eso, se ha trabajado mucho en la subestructura y superestructura de la casa. Después estuvo la recopilación del sacate y ramas necesarias antes de que el trabajo de techar con paja pueda comenzar. Es mucho trabajo arduo.
Justo como el objetivo de construir una casa es producir una hermosa casa en buenas condiciones, así también la meta de la predicación pastoral es producir personas quienes conozcan a su Dios y estén viviendo para glorificarlo. La predicación pastoral debe edificar un pueblo para Dios. Es maravilloso ver esto suceder cuando la predicación pastoral ha sido llevada a cabo fielmente. La iglesia estará entonces en un lugar donde el gozo y la paz del Señor están presentes y donde tanto los líderes como los miembros ordinarios de la iglesia muestran evidencia de madurez espiritual. ¡Este es el tipo de iglesia en donde aquellos quienes están esperando un llamado para al ministerio pastoral anhelan servir! Sin embargo, este fruto no viene fácilmente. Es el resultado de muchos años de fielmente predicar “todo el consejo de Dios” (Hechos 20:27).
Es porque este fruto es tan raro hoy en día, especialmente aquí en África, que he decidido escribir. Sin embargo este no es exclusivamente un problema Africano. Hace muchos años mientras visitaba Australia, a John Stott se le pregunto cómo evaluaba él la situación en la iglesia mundial ya que había predicado en tantos lugares alrededor del mundo. Sin dudarlo, él se puso de pie y escribió tres palabras en el pizarrón: “Crecimiento sin profundidad”. En otras palabras,