Madre Andromeda de Jesús

Orientaciones para el alma


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aniquilar el egoísmo, que os aprisiona que os hace aparentemente felices, pero, que después os sentís molestos con vosotros mismos por realizar comportamientos faltos de amor.

      El deseo de cambiar, es vital para comenzar una vida plena de paz y amor, si lo queréis se dará, por ello, es importante la firmeza y la confianza en vosotros mismos, para que el cambio a un nuevo sentir y pensar se manifiesten.

      Si al iniciar el cambio a un nuevo sentir y a un nuevo pensar, llegare el miedo, el temor o la duda, debéis sacarlo de raíz, pues os están señalando vuestra baja o escasa vibración de amor en vuestros corazones.

      Por consiguiente, debéis rodearos de sentimientos y pensamientos que os fortalezcan en vuestros propósitos de nacer de nuevo espiritualmente.

      Amados hermanos, recordad que el deseo en el querer de ser amados por todos depende de vuestra actitud en vuestro entorno.

      Amados hermanos, en el día de hoy, os traemos la luz del entendimiento, que vertimos sobre vosotros, para que la luz de la comprensión sea en vosotros y esta pequeña verdad que os será revelada, sea de fácil aprehensión para vuestros seres.

      Amados nuestros, la luz de la comprensión, llega a vosotros, a través, del discernimiento de aquello que sentís en vuestros corazones, y al encontrar el sentimiento que os inquieta y os perturba, tenéis la oportunidad para corregirlo y realizar en vuestros corazones la alquimia divina, transmutando aquel sentimiento perturbador por otro que os dé sosiego y paz.

      Cuando hacéis esto, vuestros corazones y vuestras mentes se liberan de pesadas cagas, que acarrean los sentimientos perturbadores que os han inquietado y por consiguiente, haciendo que perdáis la paz.

      El discernimiento es la facultad, que os permite llegar a la comprensión y aclarar, el origen de vuestros sentimientos ya sean éstos de amor o lo contrario, por esta razón, es conveniente discernir y meditar en vuestro sentir y así sabréis su causa y si debéis aniquilarlos para siempre.

      Solamente aquel hermano que añore una vida de paz y amor, podrá lograrlo, a través, de la luz de la comprensión, pues, bien sabéis que aquello que se comprende no se olvida jamás.

      Por ello, hermanos nuestros, debéis entender, que sólo con el discernimiento llegaréis a la comprensión y con ésta a vuestro cambio interior. Cuando en vuestra vida diaria hubiereis cometido una equivocación o error y después de entender esa situación, nunca volveréis a repetirla, esto se debe a que habéis entendido el motivo que lo causó y jamás lo volveréis a cometer.

      He aquí la importancia de observar cada sentimiento que concebís en vuestros corazones, con la energía amor que recibís, permanentemente. Por ello, es de vital importancia que os fijéis en el sentir que palpita incesantemente, en el interior de vuestros seres, ya que es allí donde nacen los sentimientos amorosos, o lo contrario, es decir, el desamor que es hijo del egoísmo que os separa y os hace quebrantar la Ley de amor, que rige a toda la creación infinita.

      Por esta razón, debéis estar alerta para detectar qué es lo que en vuestros sentimientos os llevan actuar de tal o cual manera y así podáis enmendar, corregir y elaborar nuevos y amorosos sentimientos que os den paz y amor y llevéis una vida sosegada y tranquila.

      Amados hermanos, cuando amanece el nuevo día, el Sol naciente se muestra con todo su esplendor, vistiendo a la aurora con sus más bellos matices; de igual manera, vosotros al despertar cada mañana, vuestro espíritu cual sol radiante, se incorpora en vuestros cuerpos con toda su luminosidad, cuyo resplandor abarca todo vuestro mundo, exhibiendo el aura las más bellas luces del iris.

      Esto sucede constantemente en vuestros seres y esa brillantez multicolor, permanece en vosotros, según vuestro libre albedrío, esto quiere decir, que vosotros como dueños de vosotros mismos, tenéis la potestad de conservar vuestra luminosidad u opacarla con vuestro sentir.

      Cada día la energía amor, os da la oportunidad de permanecer puros y perfectos, pero, sois vosotros quienes decidís, permanecer en este estado de perfección o simplemente, lo alteráis con vuestros sentimientos escasos de amor.

      Esta decisión que tomáis depende de vuestro libre albedrío, del cual podéis disponer a vuestro antojo. Cuando vosotros observáis vuestros sentimientos, os estáis dando la oportunidad de permanecer en esa vibración de perfección, o sea alta frecuencia de la energía amor en vuestros corazones, pero, si no lo hacéis probablemente, caeréis en el egoísmo, que os hace vibrar en el desamor.

      Hermanos, según sea vuestra vibración de energía amor en vosotros, así será el fulgor de vuestros seres, todo depende de cómo elaboréis vuestros sentimientos.

      Con esto os decimos, que el colorido de vuestro ser se empalidece en la medida en que descendéis vuestra energía amor; por ello, es crucial que deseéis mantener esa luminosidad que, además, de acrecentar la energía amor, se torna en una poderosa capa de luz, que repele toda energía de baja vibración de amor que pretenda dañaros o molestaros.

      Comprended que la energía amor que palpita en vuestros corazones, es muy poderosa cuando se hace buen uso de ella, de igual manera lo es, cuando se utiliza en forma indebida. Al ser utilizada correctamente sus brillantes colores resplandecen bajo la ley de amor y vuestros atributos divinos quedan a vuestra disposición y al utilizarlos acertadamente os hacéis a imagen y semejanza del Eterno Creador de energía amor, Dios.

      Cuando se hace uso indebido de esta poderosa energía amor o sea en forma negativa, el poder de baja vibración, actúa con tanta fuerza que ocasiona estragos lamentables o situaciones violentas, ya que es la misma energía usada en desamor.

      Por ello, amados nuestros, es imperante que os observéis internamente, para que sostengáis equilibradamente esta poderosa energía amor.

      En este esplendoroso día, os abrazamos con nuestro amor y os damos la luz de la sabiduría que enriquecerá vuestra espiritualidad.

      Amados hermanos en el amor fraterno, os decimos que procuréis recibir a cada momento, la luz de la sabiduría que la vida os da en cada experiencia, que constantemente estáis viviendo, a lo largo de vuestro recorrido por la vida.

      Cada vivencia que experimentáis, es una lección que la vida os presenta y es vuestra elección si queréis aprenderla, rechazarla, aplazarla, o simplemente ignorar su aprendizaje.

      Cuando vosotros os detenéis a pensar en tal o cual situación, os estáis abriendo al entendimiento de ésta y si aprendéis el motivo, este aprendizaje se convertirá en sabiduría que acrecentará vuestra conciencia y la elevará a mayores niveles de comprensión.

      Mas, cuando pasáis por desapercibida cualquier experiencia, es como cuando hacéis una lectura de cualquier texto, sin comprender su contenido, esto no permite que avancéis en la luz de la sabiduría, debido a que ignorasteis, o rechazasteis, o simplemente no os distéis cuenta de la lección que la vida os estaba dando.

      Cuando esto sucede la ley de amor os da otras oportunidades, para que comprendáis las experiencias rechazadas o desapercibidas y es cuando decís: otra vez me volvió a pasar y para llamar vuestra atención y caigáis en cuenta, cada vez es más relevante el mensaje, con el fin que fijéis vuestra atención y aprendáis la lección. Si insistís en no prestar atención continuará dando nuevas oportunidades, hasta que entendáis y asimiléis lo que significa dicha experiencia.

      Cuando éstas son comprendidas habéis asimilado su sabiduría y acrecentáis vuestro acervo espiritual. La sabiduría os da experiencias y hace de vosotros seres sabios capaces de dirigir