Pete Newell

El juego de los grandes


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ayudará a esquivar al oponente. En otras palabras, el equilibrio adecuado se consigue cuando el jugador ha establecido una base baja con el peso distribuido igualmente entre los dos pies; un poco más del 50% del peso recae sobre los antepiés. Si los pívots tienen los pies muy juntos, la distribución igual del peso en ambos pies es casi imposible. Si la espalda no está casi vertical, recaerá demasiado peso sobre los talones. Si los codos están separados del cuerpo, el equilibrio pasará de lado a lado.

      El equilibrio corporal adecuado permite a los pívots hacer movimientos veloces y cambios rápidos de dirección. Las rodillas flexionadas, la posición adecuada de los pies, el centro de gravedad bajo, la columna vertical y la barbilla elevada aseguran al jugador poder iniciar los movimientos rápidamente y hacer cambios de dirección esperados o inesperados. La posición correcta de los brazos ayuda a los jugadores a acelerar rápidamente.

      En cuanto al desarrollo del equilibrio corporal, la paradoja estáen que el cuerpo ha de perder el equilibrio para aprender a mantener el equilibrio. Cuando se juega al baloncesto, el pívot está continuamente moviéndose hacia delante, hacia los lados, hacia atrásy hacia arriba; en otras palabras, el pívot está continuamente per diendo el equilibrio. Por lo tanto, cuando se entrena el equilibrio de un jugador, hay que hacerle perder el equilibrio repetidamente. El ciclo en el que se pierde y se recupera el equilibrio es el único método de ejercitar el hábito de ajustar continuamente el cuerpo en este aspecto.

      No obstante, antes de probar el equilibrio, un jugador debe conocer primero cómo es el equilibrio corporal adecuado y, lo que es más importante, cómo se siente uno. Así que el equilibrio estático es un prerrequisito para el equilibrio dinámico.

      Figura 2.1. Equilibrio corporal adecuado.

      Equilibrio estático

      Cuando se tiene equilibrio estático, las rodillas se doblan casi a 90°, la espalda está casi en vertical, los pies están ligeramente más separados que los hombros, los codos están cerca del cuerpo y las manos aproximadamente a la altura de los hombros. La cabeza queda directamente por encima del punto medio que hay entre los pies y la barbilla está elevada.

      Aunque la colocación de los pies, los codos y las manos es crucial, la posición de la cabeza es lo más importante. Para un buen equilibrio, la cabeza ha de situarse por encima del punto medio entre los dos pies para que se mantenga el mismo peso sobre ambos pies. La barbilla ha de estar elevada para evitar que recaiga demasiado peso sobre los antepiés.

      Cuando un jugador comienza a sentir el equilibrio adecuado, es el momento de iniciar la práctica de una posición equilibrada. El jugador ha de practicar moviéndose en posición vertical y asumiendo una posición equilibrada. En este punto, el entrenador puede buscar fallos en la posición del jugador. En general, los errores más comunes están en la posición de la cabeza, la elevación de la barbilla, la separación de los pies y la verticalidad de la espalda. La mayoría de los jugadores altos tienen la espalda débil; normalmente tienen la parte inferior de la espalda convexa o curvada.

      El número de repeticiones necesarias depende del jugador. Cuando un jugador puede alcanzar una posición equilibrada adecuada de forma sistemática, puede que haya llegado el momento de avanzar. Sin embargo, esta actividad ha de repetirse diariamente hasta que se establezca el equilibrio de forma natural.

      Equilibrio dinámico

      Cuando un jugador muestra signos de equilibrio estático de forma natural, puede avanzar para desarrollar equilibrio en el contexto de movimiento sin el balón. Como las paradas en un tiempo y los pivotes aún no se han presentado en este punto, las instrucciones iniciales para el equilibrio dinámico se limitan a una operación sencilla llamada ejercicio Mikan por su fundador, George Mikan. Más adelante, en este capítulo, aparece una descripción del ejercicio Mikan. Se ofrece más información sobre el entrenamiento del equilibrio en movimiento en el capítulo 3, que trata sobre el juego de pies.

       Mikan y Duncan

      George Mikan fue el primer gran jugador de la historia del baloncesto. Era un jugador tan dominante que, cuando los Minneapolis Lakers viajaron a Nueva York, en la marquesina del Madison Square Garden se leía “George Mikan contra los Knicks”. Se dice que cuando Mikan entró en el vestuario antes del partido sus compañeros de equipo todavía llevaban puestos sus trajes y sus corbatas. Le dijeron que como el cartel decía que el iba a jugar contra los Knicks, debía salir y hacerlo. Aunque Mikan les explicó a sus compañeros que aquel ardid publicitario no tenía nada que ver con él y los convenció de que se cambiaran, hubiera sido capaz de ganarles a los Knicks él solo. Mientras estuvo en la Universidad De-Paul, Mikan ya le había ganado a un equipo completo en un partido –sus 53 puntos fueron más que los que marcó todo el equipo contrario, el Rhode Island State.

      Todo el mundo sabía que George Mikan “era el dueño de la pintura”. Cuando digo “todo el mundo” me refiero a sus oponentes y sus compañeros de equipo. Mikan era tan posesivo en el área de la canasta que una vez hasta taponó el tiro de un compañero. Según cuenta la historia, un novato se metió en el área mientras Mikan estaba pidiendo el balón en el poste bajo. Aunque el jugador hizo un bonito ataque y marcó, cuando volvió a la defensa, Mikan le dijo que se mantuviera alejado de esa zona. Cuando el obstinado jugador insistió, Mikan le pegó un manotazo al balón y lo sacó de la cancha. Este jugador se vendió al día siguiente.

      Mikan es la razón principal (junto con Bob Kurland, del Oklahoma A&M) de que se instituyera la regla del bloqueo ilegal. Antes de la introducción de esta norma, Mikan ocupaba el interior en la defensa y saltaba por encima del aro para sacar cualquier intento de tiro, tanto si los balones iban hacia él por arriba como por abajo. Mikan era un jugador agresivo, intentaba bloquear todos los tiros. En el ataque, llevaba constantemente el balón al aro. Cuando George comenzó a jugar al baloncesto para Ray Meyer en DePaul, pronto se convirtió en una estrella y se le consideró el mejor grande del país.

      Cuando Mikan llegó por primera vez a DePaul, se dice que tenía problemas con el equilibrio porque su postura era demasiado alta. Como con muchos jóvenes altos, su falta de fuerza en las piernas los desanimaba a la hora de mantener el centro de gravedad bajo durante mucho tiempo. Ray Meyer trabajó muchas horas con el joven que, afortunadamente, mostró una ética que rara vez se observa en ningún deporte. Huelga decir que mereció la pena el tiempo y el esfuerzo. Ray Meyer ayudó a Mikan a crear lo que la Associated Press describió como “el mayor jugador de la primera mitad de siglo”.

      En su época, George Mikan era el dueño de la pintura.

      Lo crean o no, Tim Duncan no es un jugador con talento. No es excepcionalmente rápido y no salta de forma espectacular. Sin embargo, es muy efectivo en el poste bajo debido a su maniobrabi-lidad, lo cual puede atribuirse a su impecable equilibrio. En la NBA, el equilibrio en el poste bajo es muy difícil de establecer y mantener por todos los empujones, tirones y golpes que se dan cerca de la canasta. La fuerza que posee Duncan en la parte inferior de su cuerpo y su capacidad para mantener el centro de gravedad bajo le permiten mantener la espalda vertical. Esto le permite a su vez mantener la cabeza cerca de la posición sobre la que se sitúa el punto medio entre los dos pies. Esta postura es la clave de Tim para amagar y salir en cualquier dirección. Y no sólo eso, sino que como tiene la espalda vertical, puede usar su longitud para elevarse rápidamente. El hecho de ser ambidiestro tampoco le viene mal.

      Ejercicios de equilibrio

      Los siguientes ejercicios para entrenar el equilibrio son sencillos. Un jugador no tarda mucho tiempo en sentir el equilibrio adecuado. Aunque se aprende fácil y rápidamente, estos ejercicios han de practicarse a diario durante al menos unas cuantas semanas. Los entrenadores o los jugadores pueden sentirse tentados a interrumpir la práctica cuando observan mejoras en el juego. Hay que evitarlo. Hasta los jugadores profesionales con más experiencia (en cualquier posición) pueden obtener beneficios del entrenamiento regular del equilibrio.

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