suelo tenga una alta reducción de fuerza y una alta absorción de energía, pero, sin embargo, aterriza en una parte del suelo que es dura y tiene baja reducción de fuerza, esto podría provocar un gran impacto inesperado en los músculos, huesos y tejidos blandos de las piernas, y un aumento del riesgo de lesiones.
Superficies de vinilo
En ocasiones se coloca una superficie de vinilo sobre la tarima de danza. Otras opciones habituales para este tipo de suelo son Marley y linóleo. Algunas superficies de vinilo tienen un refuerzo de espuma para proporcionar deformación vertical, reducción de fuerza y retorno energético al bailarín. Sin embargo, la función principal de estas superficies para un bailarín es procurarle fricción. Por fricción se entiende las fuerzas horizontales que se producen entre el pie del bailarín y el suelo. Encontrar el equilibrio en la cantidad de fricción entre el bailarín y el suelo es importante y suele ser una tarea difícil; tanto una fricción excesiva como una fricción escasa pueden tener consecuencias adversas para el bienestar del bailarín.
Demasiada poca fricción básicamente significa que el suelo es demasiado resbaladizo. Si el suelo resbala en exceso, los bailarines deberán tener cuidado para no caerse en los giros rápidos, al correr y al saltar. Caerse mientras bailas puede ser una experiencia bastante dolorosa y puede provocar lesiones de impacto graves. Un suelo con demasiada fricción tampoco es lo mejor para la danza. Si la fricción es demasiado alta, los pies y el cuerpo del bailarín pueden quedarse pegados al suelo, pudiendo llegar a provocar abrasiones en la piel y una fuerza de torsión excesiva que puede producir un esguince o fractura. En función del estilo de danza y del calzado, cada bailarín puede necesitar un nivel de fricción diferente en el mismo suelo. Por ejemplo, bailar en punta tiene unos requisitos únicos en cuanto a las superficies de vinilo. Las bailarinas en punta también pueden tener diferentes requisitos en cuando al vinilo en comparación con los bailarines. Las bailarinas en punta suelen preferir que el suelo les aporte algo de agarre en las zapatillas con el fin de aumentar la fricción entre el calzado y el suelo durante movimientos como los equilibrios. Gracias al agarre, el borde exterior de la puntera puede clavarse en el vinilo, lo que aumenta su resistencia y evita que las zapatillas se deslicen por el suelo. Si el suelo es demasiado resbaladizo, algunos bailarines usan colofonia, un material pegajoso que se puede poner en las suelas para aumentar la fricción y minimizar el riesgo de caídas y resbalones.
TRUCOS DE SEGURIDAD
Ten cuidado dónde pisas
Cuando estés sobre el escenario o en clase, presta siempre atención al suelo por si se ha acumulado la colofonia de forma irregular. Estas zonas de colofonia pueden crear lugares en los que los pies pueden quedarse pegados y hacer que tropieces o que te tuerzas el tobillo. También cabe la posibilidad de pasar de una zona con colofonia a una superficie más suave, resbalar y acabar lesionado por la caída.
Mantenimiento
Puedes ayudar a mantener el suelo del estudio limpio y seguro. No introduzcas bebida ni comida en el espacio de baile, excepto agua mineral, preferentemente en botellas de material irrompible. El cristal siempre es peligroso, así que evítalo en el estudio y en el teatro. Nunca se debe entrar en el espacio para la danza con zapatos de calle porque la suciedad hace que el suelo quede pegajoso y sea peligroso. Incluso debes limpiar las zapatillas con regularidad para mantener el suelo limpio. La suciedad debe recogerse con la mayor frecuencia posible y cualquier desorden que pudiera provocar accidentes debe quedar fuera de la zona de danza. Si ves algún charco u objeto afilado en el suelo, quítalo o díselo a todo el mundo. No esperes a que se produzca un accidente o a que alguien se lesione. Además de mantener el suelo limpio, durante la época de resfriados, siempre es buena idea limpiar las barras y el resto de superficies comunes con un desinfectante. Todo el mundo puede contribuir a un entorno saludable.
ESTABLECIMIENTO DE OBJETIVOS
Saca el mayor partido a tu entorno de danza
Hazte las preguntas siguientes con el fin de establecer objetivos para sacar el mayor partido posible al entorno de danza:
Barras
La barra es otro aspecto importante del entorno para la danza que puede afectar al cuerpo y al entrenamiento de muchas maneras. Básicamente, la barra es una herramienta de trabajo que puede ayudarte a practicar y desarrollar ejercicios avanzados antes de intentar ejecutarlos en el centro. Lo primero que hay que tener en cuenta es la altura de la barra. Si eres inusualmente bajo o alto, tendrás dificultades para encontrar un estudio con barras que se ajusten a tu altura personal. Una barra demasiado alta puede hacer que tengas que subir los hombros y provocar tensión en el cuello. Una barra demasiado baja puede afectar a la postura si tienes que estirar la mano para coger la barra. Sin embargo, muchas de las barras comercializadas pueden fijarse a la pared a dos alturas diferentes para responder a las necesidades de la mayor cantidad posible de bailarines, y las barras portátiles suelen tener alturas regulables. Pregunta en el estudio si pueden usar estas opciones o busca un estudio que se ajuste a tus necesidades. Como norma general, los adultos necesitan colocar la barra a una altura de 106,7 cm (que corresponde a 42 pulgadas), mientras que los niños deben ponerla a 91,4 cm (36 pulgadas). Al hacer ejercicios en la barra, asegúrate de dejar un espacio amplio entre la barra y tú para que puedas moverte con libertad sin darle patadas a la barra durante los battements y los giros. Después del trabajo de barra, puedes ayudar a crear un espacio más seguro apartando las barras portátiles lo más posible para no entorpecer los ejercicios en el centro.
En el entorno para la danza, suelo y barra son los factores físicos obvios que pueden tener un impacto directo en el bienestar, el entrenamiento y el rendimiento del bailarín. Pero hay muchos otros factores como las dimensiones, los espejos, la iluminación, el sonido y la calidad del aire que también pueden influir. Estos factores no suelen conocerse, a no ser que acaben suponiendo un problema.
La bailarina está trabajando en una barra a la altura adecuada.
Foto cortesía de Jake Pett.
Escenarios inclinados
Históricamente, muchos escenarios y estudios se construían a propósito inclinados hacia el público en vez de construirse a una altura constante respecto al suelo. Los escenarios inclinados se miden siguiendo una ratio. Dicha ratio se calcula en función de cuánto aumenta el suelo en altura en relación con cuánto se va alejando el suelo de la audiencia. Es decir, si el suelo inclinado es unos 30 cm más alto que la parte frontal del escenario a unos 3 m de esta, el suelo deberá tener una inclinación de 1:10. Cuando te mueves por un escenario inclinado, debes tener en cuenta el efecto del suelo en función de la dirección de desplazamiento. Por ejemplo, al hacer una grand jeté en una diagonal al frente del escenario, saltarás en el suelo a una altura superior a la que encontrarás cuando aterrices. Esto aumenta la altura del salto y, por lo tanto, también aumenta la fuerza de