de la intención táctica preestablecida por el atacante. De esta forma, se podrá tener una amplitud grande o pequeña, una trayectoria alta o baja y un golpeo con o sin efecto.
C. El tiempo del pase: un pase ejecutado en el momento correcto pone al compañero (receptor) en una posición de máxima ventaja y naturalmente vuelve el trabajo defensivo más difícil y complejo.
D. La potencia del pase: un pase eficaz alcanza el objetivo de una velocidad que no crea problemas al compañero en la recepción del balón, ya que esto tiene consecuencias importantes no sólo en la relación de la comunicación entre los dos jugadores, sino que también disminuye la fluidez y el ritmo del proceso ofensivo.
E. La precisión: determina si el compañero (receptor) tiene o no que modificar la dirección y el objetivo de su comportamiento en la recepción del balón. «La precisión no lo es todo en el pase, pero todo el resto no tiene ningún significado si el pase es impreciso» (Hughes, 1990). Todas las superficies corporales pueden emplearse para la ejecución de esta acción técnico-táctica, pero las más utilizadas son los pies (parte interna y externa y empeine), el pecho, la cabeza y las manos (para el portero dentro de su área grande). El empleo de la mejor superficie para pasar el balón depende de la situación del juego, de la dirección, de la precisión y de la velocidad que queramos transmitir. Por esto, cuanto mayor es el área de impacto, menos preciso será el gesto, pero mayor la distancia a la que el balón puede ser enviado. Por lo tanto, la parte del pie que ofrece mayor precisión es la interna y la que permite enviar el balón a mayor distancia es el empeine, si no consideramos la punta del pie.
• El saque de banda
Es la acción técnica de reponer el balón en juego que se ejecuta con las manos y que deriva de la salida del balón por las líneas laterales del terreno de juego.
El saque de banda lateral conlleva en todas las circunstancias una acción técnico-táctica de pase ya que asume los mismos objetivos establecidos para esta acción. En virtud de las posibles modificaciones en las leyes del juego (que reglamentan el saque de banda), determina que éste sea ejecutado con los pies e implica dos ventajas fundamentales para el equipo que posee el balón: mayor amplitud y rapidez en la progresión del centro de juego en dirección a la portería adversaria y que en ciertas situaciones del juego el ángulo de lanzamiento desde la línea lateral (en relación con la portería adversaria) sea el más propicio para la creación de situaciones de finalización.
Los saques de banda son situaciones de ataque de inestimable valor ya que son ejecuciones muy simples (con las manos) en el reinicio de juego. Existen seis aspectos importantes en la ejecución de los saques de banda:
1. Ejecutar rápidamente el saque de banda.
2. Ejecutar el saque de banda hacia un compañero sin marcaje.
3. Ejecutar el saque de banda en dirección a la portería adversaria.
4. Ejecutar el saque de banda con el objetivo de que el compañero pueda controlar el balón fácilmente.
5. Crear el espacio suficiente para que éste sea eficaz.
6. Una vez realizado el saque de banda, el jugador ha de entrar rápidamente en el terreno de juego.
• El remate de cabeza
Es la acción técnica de golpear el balón con la cabeza.
Esta acción puede, en relación con la situación y los objetivos del juego, estar unida a la recepción, al pase, al remate, a la conducción del balón y a la interceptación.
Existen cuatro elementos básicos que concurren mayoritariamente en una acción de remate de cabeza eficaz:
1. Precisión en el contacto. Las superficies preferentes de contacto con el balón son la cabeza-frente (es la superficie anatómicamente más adaptada al balón y permite mayor visión de juego) y los parietales (que no permiten tanta precisión, por lo que se usan como recurso en función de la situación del juego).
2. Mantenimiento del contacto visual con el balón. Es normal que los ojos se cierren en el momento de contacto con el balón; sin embargo, es importante que se mantengan abiertos hasta ese momento.
3. Impresión de potencia. Todo el cuerpo (piernas, tronco y cuello) debe ayudar a soportar, estabilizar y generar potencia para la acción de remate de cabeza. En este sentido, es importante una ligera inclinación del cuerpo hacia atrás para que cuando se desarrolle la incursión hacia delante en la dirección del balón se genere mayor potencia de golpeo. Las formas de remate de cabeza pueden ser: con o sin salto, con o sin giro lateral y con o sin oposición.
4. Ataque del balón. Saltar o girarse para atacar el balón durante su trayectoria tiene dos aspectos fundamentales: llegar el primero al balón y aumentar la potencia en el remate.
• El remate
Entendemos por «remate» toda acción técnico-táctica realizada por el jugador sobre el balón con el objetivo de introducir el balón en la portería contraria.
El juego del fútbol tiene como objetivo la concreción del gol. Perseguir continuamente este objetivo venciendo la resistencia de la organización del adversario constituye la tarea más importante que todos los jugadores de uno o de otro equipo pretenden cumplir con la mayor frecuencia posible.
Existen seis aspectos fundamentales en la ejecución de las acciones técnico-tácticas de remate:
1. Rematar después de que surja la oportunidad. Los jugadores pierden muchas oportunidades de remate (en cualquier nivel de rendimiento) por las siguientes razones: por buscar un mejor posicionamiento en relación con la portería adversaria, por tener recelo a utilizar el pie dominante, por buscar pasar la responsabilidad a un compañero, por miedo a fallar en la portería y por el contacto físico.
2. Utilizar la técnica más adaptada a la situación de juego. El tipo de ejecución técnico-táctica de remate depende de la trayectoria del balón (rasa o alta), de la distancia a la portería (necesidad de emplear mayor o menor potencia sobre el balón) y de la posición del portero (colocado en el centro de la portería o desplazándose en dirección al atacante).
3. Rematar a partir de ángulos eficaces. Los remates ejecutados con ángulos