Thomas Schwartz

El corredor


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por los vasos sanguíneos del cuerpo humano– antes de terminar el recorrido en el incorpóreo centro de control de misiones ubicado en el cerebro. Aprenderás exactamente de qué manera cada uno de los componentes del cuerpo de un corredor contribuye al acto de correr, y mostraremos el modo de entrenar esos componentes en tres niveles distintos:

      

Primero dividiremos cada uno de los componentes diferenciados en sus partes individuales (p. ej., el corazón y los vasos sanguíneos como porciones del sistema cardiovascular), y aprenderás un entrenamiento específico para trabajar aquellas partes en las secciones «Recomendación para el entrenamiento» que aparecen en todos los capítulos.

      

A continuación, encontrarás una sección dedicada a la instrucción con fotografías ilustrativas, que permite un entrenamiento completo de ese aspecto en conjunto (o al menos sabrás en qué parte del libro hallar las sesiones relevantes de ejercicio).

      

Por último, te aconsejamos integrar el entrenamiento de todos los componentes en programas de doce semanas, con un capítulo 15 que presenta muestras de protocolos de entrenamiento para corredores de todos los niveles (principiantes, intermedios y avanzados).

      Desde luego, El corredor aporta algo más que protocolos y sesiones de entrenamiento. Como corredor y entrenador que lleva décadas trabajando, he aprendido de primera mano que correr es mucho más que ejercicio; es un estilo de vida. Y el éxito de la cimentación de ese estilo de vida requiere consejos prácticos, sacados de la experiencia, para todos los aspectos del deporte. Por eso la primera parte del libro presenta capítulos sobre motivación, sobre la historia de las carreras de fondo y medio fondo (para entender mejor y aceptar las innovaciones del entrenamiento del siglo pasado), sobre el material deportivo para correr y el vocabulario del ramo, y para complementarlo incluimos al final del libro un glosario en el que se definen más de 250 términos de running. Y por eso la tercera parte contiene un capítulo entero dedicado a la prevención de lesiones y una tabla correspondiente al final del libro, con una guía de ejercicios específicos para la prevención y rehabilitación de más de cuarenta lesiones habituales entre los corredores. Y por eso la cuarta parte presenta seis capítulos sobre dieta y nutrición. Y la quinta parte se centra en el meollo de la cuestión, detallando una correcta preparación y táctica para las carreras de los corredores de competición. El libro también incluye tablas con el ritmo para toda suerte de carreras, gráficos con las calorías quemadas en la mayoría de los entrenamientos, y exposiciones de expertos sobre temas que abarcan desde las modas y los fármacos que mejoran el rendimiento hasta azúcares encubiertos que los fabricantes de alimentos incluyen en sus productos.

      Animamos al lector a que le eche una ojeada al libro y luego se lo lea. Que eche un vistazo a los pasajes dedicados a la instrucción y sus fotografías. Que lea unas cuantas recomendaciones para el entrenamiento y se fije en las tablas. Y que examine las recetas de los capítulos dedicados a la dieta y la nutrición. El corredor está pensado para ser una obra que provea de todo lo que necesita saber el corredor del siglo xxi sobre el entrenamiento, el deporte y el estilo de vida. Asesora sobre muchísimos temas, desde la compra de las primeras zapatillas para correr hasta la consecución del rendimiento definitivo.

      La mejora del rendimiento al correr y de la condición física general no son misterios irresolutos. Entrenadores, atletas y fisiólogos del ejercicio han trabajado estos aspectos durante décadas, y los pasos de gigante dados en la condición física, los resultados en las carreras y la conciencia de la salud hablan por sí mismos. El truco consiste en utilizar los avances en el entrenamiento para lograr las metas de la condición física. Resulta tentador optar por soluciones mágicas, como creer que el éxito en el running se logra rellenando el diario de entrenamiento con cierto número de kilómetros, o contando las zancadas por minuto o echándose en brazos de alguna dieta de moda. La verdad es que el cuerpo es una maquinaria biológica increíblemente compleja con cientos de piezas, y a todo buen entrenamiento se le debe exigir que las atienda todas.

      El corredor es una obra dedicada a un principio sencillo: si quieres ser mejor corredor, hay que empezar por cimentar el cuerpo de un corredor mejor.

      ¡Buena suerte!

      Pete Magill

      Conocimientos sobre running

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      Motivación y running

      ¿ Por qué corremos? ¿Qué nos impulsa a calzarnos las zapatillas y salir a rodar fuera de casa? Todos necesitamos una razón. Las motivaciones sencillas –como gozar de una mejor condición física y adelgazar– son estupendas para salir por la puerta una vez, quizá dos. Tal vez unas cuantas semanas. No obstante, para cumplir con un régimen de entrenamiento, para perseverar cuando llueve o hace frío o si estamos cansados, o (crucemos los dedos) si ya hemos conseguido nuestra meta inicial, necesitaremos esas razones sencillas. Se necesitan razones de mucho peso. Y en este capítulo hay razones para compartir. Antes que nada, veremos que no solo estamos mejorando la capacidad cardiovascular o perdiendo un kilogramo de peso, sino que estamos reforzando todas las células del cuerpo y mejorándolas.

      A continuación, los que nos asombren serán los beneficios perdurables, tanto físicos como psicológicos, beneficios que se obtienen sesión tras sesión de entrenamiento. Por último, descubriremos lo que millones de corredores ya han descubierto: lo divertido que resultan los buenos programas de entrenamiento.

      El lector ya ha demostrado que está motivado, puesto que ha abierto este libro. Ha cruzado el umbral que media entre pensar en un nuevo plan de acondicionamiento físico y llevarlo a cabo. Ese es el paso más difícil, y ahora que se ha dado, el lector ha emprendido el camino que lleva a conseguir un cuerpo de corredor y mejorarlo.

      ¿CUÁL ES LA MOTIVACIÓN PARA CORRER?

      La motivación para correr es el impulso diario que nos hace seguir adelante y cumplir un programa de entrenamiento. No hay una única motivación universal para todos los corredores. La motivación es fluida; cambia constantemente. La mayoría de los corredores aprovechan lo que funciona un día dado. Y luego lo que funcione al siguiente.

      Hoy, la motivación ha llevado al lector a abrir este libro.

      Mañana, lo que leamos en estas páginas nos podría espolear a ponernos las zapatillas y salir a dar un paseo corto o a correr un rato al trote, o a practicar diez minutos de ejercicios corporales, o a prepararnos una comida más sana.

      Por lo que se refiere a corredores de nivel más avanzado, en estas páginas tal vez descubramos algún aspecto del entrenamiento que hayamos pasado por alto –la reconducción del sistema nervioso o la mejora del retroceso elástico o el aumento del gasto cardíaco– y que nos motive para probar nuevas sesiones de ejercicio en las próximas semanas.

      Lao-Tse escribió: «Un viaje de mil kilómetros empieza con un sencillo paso». Nuestro viaje comenzó al sentir la motivación necesaria como para abrir este libro. Y prosigue con cada paso que vamos dando.

      ¿CUÁLES SON ALGUNAS DE LAS FUENTES ESPECÍFICAS DE LA MOTIVACIÓN PARA CORRER?

      La primera regla de la motivación para correr es asumir el compromiso de una sesión de entrenamiento cada vez. Los corredores de éxito asumen dos cosas:

      1.Como nunca es el momento perfecto para iniciar un programa para correr, no hay que esperar a haber reunido la motivación suficiente para emprender un entrenamiento a largo plazo antes de iniciar cualquier tipo de ejercicio.

      2.La única sesión de entrenamiento que tenemos obligación de cumplir es la