Thomas Schwartz

El corredor


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milla y el maratón un asombroso 20 o 30 por ciento, respectivamente, durante el siglo xx. La evolución no trajo consigo la mejora; fue la innovación en el entrenamiento. Y la mayor parte de la innovación sigue dejando huella en las sesiones de entrenamiento que encontraremos en este libro.

      Por último, sin actuaciones épicas que sirviesen de inspiración, el running no hubiera suscitado suficiente interés como para que se compilase su historia. ¿Correría alguien un maratón si Filípides no hubiese corrido hasta morir para llevar la noticia de la derrota persa frente a los griegos en la batalla de Maratón? Si en 1954 Roger Bannister no hubiese roto el límite de los 4 minutos, ¿habrían seguido su estela más de 1300 corredores? Sin inspiración, no habría Juegos Olímpicos, ni el Maratón de Boston ni las carreras locales de 5 km. Por eso ahora solo en Estados Unidos hay más de cincuenta millones de corredores, medio millón de los cuales lograron en 2012 lo que Filípides no pudo: sobrevivieron a un maratón.

       EXPOSICIÓN SOBRE EL ENTRENAMIENTO

       «Modas del running»

      Forma parte de la naturaleza humana. ¿Por qué deberían ser distintos los corredores? Si alguien dice que hay una forma de correr mejor sin tener que hacer todo el duro trabajo, lo probaremos. Las siguientes diez modas fueron o siguen siendo atajos que gozan de popularidad. Y si bien algunas de estas modas tienen su lugar como parte de un buen programa de entrenamiento, por sí solas no nos llevarán adonde queremos ir.

      1.LDL (largas distancias lentas): En 1969 Joe Henderson, antiguo redactor jefe de Runner’s World, introdujo la expresión largas distancias lentas para bautizar un régimen de entrenamiento con rodajes de elevado kilometraje y a un ritmo en que poder mantener una conversación, pero evitando el «dolor, la tortura y la agonía» de las sesiones tradicionales. Pronto las actuaciones de Lackluster dejaron en evidencia que el método LDL le convierte a uno en un «corredor de fondo lento».

      2.Correr descalzos o con zapatillas minimalistas: El libro de Christopher McDougall publicado en 2009, Nacidos para correr, hizo que correr descalzos o con zapatillas minimalistas fuese la primera gran moda de running del siglo xxi. Sin embargo, en 2013 la evidencia de que con el calzado minimalista las lesiones persistían o se agravaban y que declinaba la economía en carrera conllevó en el mercado una caída del 30 por ciento de las acciones de las fábricas de zapatillas minimalistas.

      3.Intervalos Tabata: Esta versión extremada del EIAI (entrenamiento por intervalos de alta intensidad) aboga por repeticiones cortas a tope con períodos de descanso incluso más cortos (véase la página 145). Sus defensores afirman que consigue mejoras del imageO2máx. Durante décadas, corredores experimentados se han referido a estos tipos de intervalos como «trabajo de velocidad»; es decir, un entrenamiento que reporta rápidas mejoras del rendimiento durante seis semanas, pero que luego disminuyen con la misma rapidez.

      4.Entrenamiento de la zona media del cuerpo: Otra solución mágica del siglo xxi, este entrenamiento promete correr mejor mediante la estabilización de la zona media (abdominales, pelvis, región lumbar y otra musculatura del tronco). Por supuesto, el mejor entrenamiento para la zona media es –y siempre lo ha sido– correr (a un ritmo de mil repeticiones por milla). Parte del ejercicio para el equilibrio muscular es estupendo. Más es solo más.

      5.Método de la postura y Chi Running: El método de la postura es una técnica de zancada concebida como una serie de «posturas» perfectas. El Chi Running hace hincapié en la fuerza de la zona media, en las posturas, en la relajación, en el golpeo del suelo con el mesopié y en el aprovechamiento de la fuerza de la gravedad. Ambas técnicas reducen la economía en carrera (véase la página 27) y eluden el consenso de los estudios de investigación de que la mejor zancada –para el rendimiento y para evitar lesiones– es la «zancada que cada corredor escoja».

      6.Bajo kilometraje y alta intensidad: De esta moda hay que echar la culpa al bicampeón olímpico de los 1500 metros, Sebastian Coe. Coe afirmaba que la intensidad, y no un elevado kilometraje, era la clave de su éxito. Fue más tarde cuando se descubrió que Coe no incluía en el recuento de su kilometraje los calentamientos, la recuperación activa ni los tramos al trote. Los cálculos de su kilometraje real varían entre 112 y 160 kilómetros semanales. Es decir, un kilometraje alto.

      7.Baños de hielo: Edwin Moses ganó 122 carreras internacionales seguidas de 400 metros vallas, así como medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1976 y 1984. Cuando Moses recomendó tomar baños de hielo tres veces al día para reducir la inflamación, le siguieron tres décadas de bañeras de hidromasaje atestadas de corredores con los dientes castañeteando. Por desgracia, reducir la inflamación postentrenamiento puede ralentizar la recuperación y limitar las mejoras de la forma física.

      8.Carga de hidratos de carbono: Es estupenda para las carreras que duran más de noventa minutos, punto aproximado en que el cuerpo humano agota el glucógeno (hidratos de carbono almacenados). No obstante, los atletas pensaron que lo que era bueno para el maratón debía de ser bueno para carreras de 5 km o incluso para los 1500 metros. Claro está, atiborrarse de pasta antes de una carrera corta solo supone cargar con más peso y, posiblemente, conseguir peores marcas.

      9.Dilatadores nasales: Estas pequeñas pinzas dilatan las narinas y prometen reducir la obstrucción a la entrada de aire en las vías respiratorias durante el ejercicio. Dos problemas: 1) los seres humanos respiran por la boca durante el ejercicio; 2) respirar más aire no influye en el rendimiento, pues ya respiramos suficiente aire. El problema radica en extraer el oxígeno del aire, transportarlo en la sangre hasta los músculos y convertirlo en energía.

      10.Carreras nudistas: Esta no es una moda para mejorar el rendimiento, pero, chico, ¡menuda moda! En 1973, corredores y no corredores por igual decidieron en masa correr desnudos. El término streaking (nudismo) fue acuñado después de una carrera en la que 533 estudiantes de la Universidad de Maryland corrieron desnudos. La canción de Ray Stevens «The Streak» vendió cinco millones de copias en 1974, permaneciendo tres semanas en lo más alto de la lista de éxitos Billboard’s Hot 100.

      Otras modas han tenido su momento: tobilleras lastradas, zapatillas con control de movimiento, DMSO (dimetilsulfóxido), masajes, pastillas de sal, correr hacia atrás, aguantar la respiración durante los intervalos, etc. Se ha sugerido que correr en sí es una moda, pero una que lleva en boga tres millones de años.

      EVOLUCIÓN DEL RUNNING

      Grosso modo, durante cuatro millones de años nuestro ancestro inmediato en la evolución (Australopithecus) descendió de los árboles y comenzó a andar sobre dos patas. La razón sigue siendo poco clara. Un par de millones de años más tarde, el Homo habilis y el Homo erectus adquirieron rasgos que les permitieron aumentar el ritmo de caminar a trotar. Un estudio de 2004 a cargo de Daniel E. Lieberman, catedrático de biología evolutiva humana en Harvard, y Dennis M. Bramble, biólogo de la Universidad de Utah, identificaron algunos de estos rasgos y las ventajas que aportaban, a saber:

      

Mejores tendones: Reducen el consumo energético al actuar como muelles.

      

El arco plantar: Absorbe energía y la libera igual que un muelle.

      

Mayor longitud de zancada: Aumenta la velocidad.

      

Nalgas más grandes: Estabilizan el tronco durante el ejercicio.

      

Mejor rotación de caderas, brazos y hombros: Permite movimientos de contrabalanceo al correr.

      

Mayor sudoración: Aumento de la disipación