«Mudarse a un nuevo apartamento es lo mismo que estar sola.»
Esto cambió a: «Al traspasar una puerta (en la sala de tratamiento) y entrar en un recibidor nuevo, se establece contacto y es divertido (no te quedas sola).» Y más tarde: «Contar con amigos en su nuevo apartamento al mudarse le suministró contactos y seguridad.»
La consecuencia fue que Susan pudo visitar a nuevos clientes y nuevos restaurantes sin que se le acelerara el corazón, lo cual había aceptado como una experiencia natural en estas situaciones. Susan también aprendió a pedir contacto cuando lo necesitaba, y pudo sentir y percibir que ello era posible, no siempre y no siempre al instante, pero que era una posibilidad básica. Le fue posible pedir contacto y conseguirlo sin perder la dignidad al avanzar con toda potencia en la dirección elegida.
Cuando las sesiones siguen este patrón, permitimos al cliente experimentar la relación de reciprocidad y la dignidad, los dos principios fundamentales del Sistema de la Dinámica Corporal. Parte de la experiencia increíble de esta terapia es que la calidad del contacto que cambia al cliente también cambia al fisioterapeuta, al colega del terapeuta y a la familia y amigos de Susan, porque Susan aporta algo nuevo a sus relaciones. Esto me recuerda una cita de Maja Lisina, psicóloga y psiquiatra, que en mi mente ha expandido nuestra comprensión de las relaciones en la dirección de totalidad:
Los procesos de comunicación (que también se refieren a los procesos de estar juntos) son procesos sociales y, por tanto, no se pueden reducir sólo a estar en contacto dos o más personas. En sentido figurado, las personas en las situaciones comunicativas no actúan como Adán y Eva, lo cual significa no actuar como si fueran las únicas personas en el universo.
Cuando dos seres humanos establecen contacto, se sienten vinculados con el resto de la humanidad por medio de miles de hilos invisibles (Lisina, 1989).
Utilización de este libro
Inicialmente se pensaba que la Enciclopedia del cuerpo sería un libro erudito para los fisioterapeutas que aprenden el Sistema de la Dinámica Corporal y para otra suerte de psicoterapeutas somáticos, pero también es útil para todos los psicoterapeutas interesados en incorporar las señales del cuerpo al proceso terapéutico.
Tal vez también sea útil como manual para fisioterapeutas, quiroprácticos, entrenadores deportivos, terapeutas que imparten rolfing, masajistas y otros interesados en entender los patrones psicológicos conectados con el cuerpo físico. De hecho, podría usarlo cualquiera que esté interesado en saber más sobre la conexión entre cuerpo y mente.
Al utilizar este libro adquirirás conocimientos sobre muchos de los músculos del cuerpo y hallarás sugerencias para trabajar con aspectos conectados con el músculo en cuestión: sugerencias que es posible utilizar en el trabajo psicoterapéutico y en el autodesarrollo y por quienes sientan curiosidad personal.
Un ejemplo: después de correr, los músculos cercanos a las espinillas duelen. Uno de los músculos de esta área es el tibial anterior (39). La curiosidad por las molestias podría ser una razón para buscar este músculo en el libro. En el apartado «Edad/fase de desarrollo del niño» se dice que este músculo participa en los movimientos de bote que realizan el tobillo y el pie. Al descubrir esto, decides cambiar tu entrenamiento e incluir ejercicios para mejorar la elasticidad de las articulaciones de los pies y tobillos, o tal vez decidas que necesitas unas zapatillas para correr mejores.
La curiosidad podría llevarte en otra dirección y disfrutar leyendo sobre las tres estructuras de la personalidad que incluye el tibial anterior (39): autonomía, voluntad y opiniones. Por ejemplo, con la función del Yo “Enraizamiento y análisis de la realidad” y la subfunción (b) relación entre realidad y fantasía/imaginación, asociada con la estructura de la personalidad «Opiniones». Tal vez esto te lleve a considerar si compruebas tus propias imágenes e ideas al interactuar con otros, o si simplemente «sabes» que tus imágenes/fantasías son correctas. Mientras sigues leyendo sobre la estructura de la personalidad «Opiniones», reconoces cómo se manifiestan algunos aspectos de esta estructura de la personalidad en tu vida diaria. Al optar por mirarlos, puedes reflexionar, si lo deseas, sobre las formas con las que establecer cambios.
Veamos otro ejemplo. El texto establece que la gente que mantiene la posición tardía de opiniones es «muy persistente en sus opiniones». Dos músculos de la mano que se activan en esta fase/edad, el oponente del meñique (83) y el oponente del pulgar (80), son músculos que usa el niño para asir el lápiz al escribir. En las páginas donde se describen los músculos, se mencionan tres funciones del Yo. Una de ellas es el carácter firme con la subfunción (a) agresividad (manifestación del propio poder). Además del oponente del meñique (83) y el oponente del pulgar (80), se enumera un tercer músculo bajo la nariz, el depresor del tabique (*). Los dos músculos de la mano aproximan el pulgar y el índice formando un gesto manual que a menudo usamos en las discusiones. El músculo presente bajo la nariz forma parte de la expresión facial que solemos usar al bufar con enojo con el fin de dar énfasis a nuestras opiniones.
Cuando lees esta descripción de los músculos, ¿reconoces algo/hay algo que te gustaría seguir examinando? La próxima vez que mantengas una discusión, fíjate en los músculos de la mano. ¿Se inmovilizan/tensan o se activan de otro modo? Por otra parte, es difícil sostener tus opiniones, intentar activar estos músculos, hacer movimientos mientras discutes y reparar en si esto marca la diferencia. Encuentra los músculos de la mano –pálpalos, úsalos– y descubre lo que sientes y percibes al hacerlo.
Explorar una función o subfunción del Yo puede hacerte consciente de los distintos músculos/áreas de los músculos del cuerpo y al mismo tiempo «hacerte probar» cómo se manifiesta esa fuente de la función del yo: ¿es reconocible, inactiva, etc.?
De manera similar puedes explorar una estructura de la personalidad, y aquí es posible experimentar sensaciones y una sensibilidad para la edad en cuestión. A veces es una herramienta poderosa y puede que incluso descubras que comienzas a recordar períodos de tu vida. Teniendo esto presente, sugerimos que tengas cuidado al trabajar con los músculos conectados con el shock, porque podrías conectar con recuerdos de episodios traumáticos, confundirte o experimentar sensaciones corporales desagradables.
Como se ve en estos ejemplos, es posible comenzar la exploración por los músculos, las estructuras de la personalidad o las funciones del Yo, y pasar con libertad de uno a otro de ida y vuelta. Los números de los músculos también sirven para orientarte en este libro. Hay una lista alfabética con los números y las páginas al final del libro.
El contenido de este libro –entre otras cosas, los temas abordados en el apartado «Función psicológica»– no se considera una clave ni una dirección de la acción, sino una fuente de inspiración que pueden usar los fisioterapeutas para respaldar su interacción con los clientes. La lectura de este libro brinda una oportunidad de sentir y experimentar más sobre uno mismo, sobre todo si «juegas» con los movimientos infantiles que surgen de las acciones de los músculos por los que te interesas, al mismo tiempo que te centras en los aspectos psicológicos conectados con esos músculos.
Es nuestro deseo que la Enciclopedia del cuerpo acerque al lector al conocimiento del Sistema de la Dinámica Corporal y que sea provechoso y una herramienta de inspiración para profesionales y otras personas interesadas, como lo ha sido y lo sigue siendo para quienes como nosotros hemos contribuido a la creación del sistema y lo hemos estructurado de la forma en que ahora se publica.
Términos anatómicos
Utilizamos la nomenclatura de la nomina anatomica aceptada internacionalmente y usada en la Anatomía de Gray, así como en la Bevægeapparatet, Anatomi I (La anatomía del sistema/aparato locomotor), 8ª edición, de Eric Andreasen y F. Bojsen-Møller.
En el Sistema de la Dinámica Corporal dividimos los músculos en más porciones; usamos la palabra porción con una especificación descriptiva de dirección, por ejemplo «porción superior» o «fibras superiores». Las especificaciones de dirección se corresponden con los textos mencionados antes.