con los dedos y lo llevo hacia arriba. Loann emite un gemido y yo me congelo. Nunca pensé que lograría causar esa sensación en él. Sus manos salen de los bordes mi camiseta y vagan ahora hacia el encaje de mi brasier. Mis piernas se flexionan y se colocan al costado de sus caderas y él se acomoda en mi centro para besarme con más comodidad.
No sé por qué permito que pase esto. Es probable que esté tan excitada que ya no puedo pensar con coherencia o que el par de tragos que tomé estén haciendo efecto. Lo que sí sé es que lo necesito con desesperación. Como si estuviese sedienta. Como si sus besos fuesen bebida fresca en mi boca, como si toda mi vida hubiese vivido en un desierto. Uno árido y sin ninguna emoción buena que recordar. Y esto es lluvia.
Su mano logra alcanzar uno de mis senos y lo aprieta con fuerza y suavidad a la vez. ¿Cómo puede hacer? Gruñe sobre mí y yo abro la boca.
—Me encantas —susurra.
La emoción me desborda, tomo el cuello de su camiseta negra y lo atraigo con más fuerza hacia mis labios. Sus manos continúan masajeando mis senos, y ahora siento algo que aprieta con fuerza mi entrepierna. Mi corazón se comprime, no quiero hacerlo de esta forma, pero quisiera. En verdad yo quisiera hacer el amor con Loann.
Nuestros labios se separan, noto lo enrojecidos que están y él los acaricia. Luego, se sumerge en el espacio de mi cuello y se queda ahí uno segundos mientras inhala mi perfume. No sé lo siguiente que hará y estoy temblando, pero decido no moverme. En poco tiempo, siento la humedad de sus lengua dirigirse en un camino de besos hacia mis senos. Sus manos bajan con rudeza el cuello de la camiseta que llevo, buscando con desesperación encontrar lo que su boca anhela. Me remuevo sobre la cama, no sé qué hacer, ni que decirle. Quiero que lo haga, pero a la vez no.
Es tarde, cuando por fin he tomado una decisión, Loann ha encontrado la forma de levantar mi camiseta y el brasier que llevo, ahora mis senos están al descubierto. Me sonrojo, he tenido situaciones íntimas antes, pero no de esta forma. Nunca nadie me ha visto desnuda. Quisiera poder decirle que no, pero no he de aceptar que estoy mucho más inclinada a que siga tocando.
Loann los admira por un momento, mientras los acaricia con delicadeza. Se coloca de cuclillas sobre mí y continúa masajeando la piel al mismo tiempo que muerde su labio inferior. Lo está disfrutando tanto como yo.
—Eres hermosa y perfecta —pronuncia.
Su frase me excita tanto que podría gemir sin problema. Me muevo inquieta sobre la cama, esperando a que termine su acción, pero en cuanto creo que está a punto de besarlos, cae sobre la cama.
Me cubro rápidamente cuando lo veo inhalar y exhalar un par de veces, está pestañeando demasiado. Me inquieta. Sigue haciendo lo mismo por unos cuantos de segundos, hasta que sin más vuelve a quedarse dormido. Esta vez lo hace definitivamente.
Miro hacia el techo aún con la respiración agitada. Con el pecho subiendo y bajando y el corazón a mil por hora.
¿Qué mierda acaba de pasar? Y lo peor de todo ¿Qué mierda acabo de hacer?
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.