—Soy el mejor amigo del mundo entero.
Me detengo.
—Conozco esa puta sonrisa —lo señalo con un dedo.
—Esta mañana, justo al lado de los sanitarios de mujeres, escuché la peleíta del siglo. Disney y Loann discutiendo acerca de un viaje que ella hará este fin de semana.
—¿Cómo pudiste oír sin ser visto?
—Porque estaba escondido tras ellos. Estaba dentro del cuarto del conserje.
—¿Y qué hacías ahí?
Larry rueda los ojos y suspira.
—¿Quieres saber lo que ellos estaban hablando o no?
Me cruzo de brazos, no me gustan las actitudes extrañas de Larry.
Bien, reservaré el cuestionario para cuando él termine de hablar.
Le hago una seña para que prosiga.
—Al parecer, tu té helado empieza a revelarse contra la dictatura de Disney y ese calzón bobudo que apuesto siempre lleva. Loann quiere asistir a la fiesta de Trina este viernes, pero Lilian no puede ir. Creo que tiene una activación ecologista en una reserva cerca de Charlotte.
—Wou, eso lo hace más genial ¡Ella solo quiere salvar el planeta, y yo solo quiero un beso de Loann Cooper! Me haces sentir mejor, amigo.
—No seas tonta, él irá... ¡Solo!
Continúo el camino hacia mi clase, Larry aumenta el ritmo de su paso para poder alcanzarme.
—¿No se supone que querías eso? Tener al venadito lejos de mami para ¡Grr! Comértelo —hace un ademán de tener garras.
—Yo no quiero que Loann caiga en la infidelidad.
—¿Y qué hay del primer día de clases? Lo besaste con todo y lengua, en medio del pasillo, mujer ¡Y frente a su novia! En fin, la hipocresía.
Sacudo los brazos a mis costados.
—¡Que no quiero a Loann de esa forma!
—Yo siempre he dicho si quieres algo, tómalo. Si quieres a Loann, ve a la fiesta y acércate más a él. Si te rechaza es porque ama demasiado a Disney como para tener algo contigo, si te acepta es porque realmente no está tan enamorado como dice.
—¿Cómo sabré si él irá o no?
—Irá —responde seguro.
—¿Cómo lo aseguras?
Larry revolea los ojos.
—Soy un chico, ¿lo ves? —se señala—. Estoy seguro de que, si la novia y él discutieron, él, como venganza, terminará yendo a la fiesta. Así son estos tóxicos de hoy en día —dice, con aires de periodista frustrado.
—¿Y si no va?
—Pues te jodes y ya —me sonríe.
Tiro de unos de sus mechones de cabello.
—Larry tus consejos apestan a mierda.
—No más que tus débiles intentos con Cooper. Yo te propongo algo fácil y rápido. Quizás de esa forma puedas descubrir por fin si Loann puede corresponderte algún día. Odio ver como no te fijas en otras personas solo por añorar algo que ya sabes. Y sabes que eres sensacional. Loann no es el único chico perfecto que crees, ¡hay demasiados! ¡Hay muchos peces en el mar!
—Pues los peces de mi mar son unos bagres.
—Ay excúseme —Larry hace un movimiento de señora fina—. ¡La universidad entera quisiera estar contigo!
Abrazo a Larry mientras caminamos y le doy un beso en la mejilla.
—Eres un maldito sexy semental —digo, y él ríe.
Si no estuviera enamorada de Loann, definitivamente lo estaría de Larry.
***
¡Viernes por la noche!
Ya saben lo que dicen de los viernes por la noche...
¡Estás endiosada, empoderada y toda una mamacita!
Gracias yo misma pero no necesito que digas eso, digo frente al espejo.
Me pregunto si el atuendo que llevo es ideal para la ocasión, digo, podría ser una tonta y usar algo similar a lo que viste Disney. Podría también hacer lo que hacen todas las villanas en las telenovelas viejas, y poner algo en su copa, emborracharlo, luego desnudarme y acostarme a su lado. Después, fingir que tuve como quince orgasmos toda la noche y finalmente decirle que fruto de nuestra noche de pasión estoy embarazada. Y decirlo justamente en su boda con Disney, mientras entro dramáticamente a la iglesia.
Pero, no, hoy no quiero ser una perra dramática.
Hoy solo quiero ser Defne Prinsloo.
La perra sin dramas.
—¿Short y convers? —cuestiona Larry, mientras ingresa a mi habitación.
Asiento con orgullo, luego tomo mi móvil para enviarle un mensaje a Less. Larry no lo sabe, pero hablé con Trina para que me obsequiara un pase extra. El pase se lo di a Lesly. Así que ahora reviso vía WhatsApp su outfit.
Cuando abro la foto, encuentro que ha elegido usar exactamente las prendas que le sugerí. Lo apruebo y luego guardo el móvil en mi bolso. En todo este tiempo Larry me mira como si acabara de salir del camión de la basura.
—¿Quieres en verdad impactar a Loann Cooper?
Asiento, pero esta vez doy un giro de bailarina de Ballet para darle el toque mágico a mi atuendo. ¿Qué hay de malo? Estoy siendo yo misma, no necesito usar encaje y tacones aguja para hacer que él me mire con deseo. Además, no quiero que Loann me mire con lujuria, quiero que él me vea de la forma más natural que soy, y siempre he odiado los vestidos ajustados. Lo de hoy es la comodidad, y eso es lo quiero implantar esta noche.
—¿Sabes a cuántas chicas he oído decir que el “sexy bizcocho” estará en la fiesta?
—A muchas, de eso estoy segura —digo, delineando mis labios con mi clásico tono rojo rubí, y obviamente restándole importancia a las alarmas de Larry.
—Solo quiero que...
Cuando termino, giro y coloco mis manos en los hombros de Larry.
—Querido, Loann Cooper aún no conoce el efecto Defne.
Larry quita mis manos de sus hombros y camina por mi habitación un poco preocupado. Quiere decir algo, pero sé que alguna cosa se lo impide.
—Dime todo lo que oíste, sucio chismoso —digo, mientras en mis labios está dibujada una sonrisa que denota tranquilidad y sobre todo mucha seguridad. No hay nadie que huya del efecto Defne. Cuando me lo propongo, puedo lograr lo que quiera.
Larry se detiene y deja que sus hombros caigan con pesadez.
—Es Trina.
—¿Qué pasa con trina?
—Parece que apareció tu nueva competencia, rubia.
***
Antes de salir de casa le he preguntado a mamá si todo estará bien mientras este en la fiesta, y ella me ha respondido que no tenía problema alguno con que me divierta un poco. La verdad, es que yo me siento un tanto culpable por dejarla sola cuando aún no está absolutamente recuperada, pero ella alega que solo leerá un libro e irá a dormir a su habitación.
“Además tengo la compañía de nuestra adorable Lily”, ha dicho ella antes de que yo cruce el umbral de la puerta.
Sí, definitivamente no ha sido buena idear nombrar así a mi cerdita.
Larry conduce su Ford Explorer último modelo hacia la fiesta de Trina. En el camino va diciendo lo afortunado que es de haber conseguido