Germán Darío Cardozo Galeano

El retorno del enemigo


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celebrando, no imaginaban lo que acontecería días después.

      El lunes 9 de marzo, en la IE Sembradores del presente - forjadores del futuro, Sofía llega, saluda con cariño y como de costumbre, el profe Pablo la recibe con un saludo de motivación y le dice, al igual que al resto de niños, que prepare una pequeña lectura que hoy va a realizar control; usa esta estrategia de estudio y repaso en el aula, porque sabe que en casa los padres no acompañan el proceso de los menores. Todos entusiasmados participan activamente; la pequeña Sofía con una lectura silábica, es decir sílaba a sílaba, muestra un pequeño avance, el cual es aplaudido por Pablo, quien sabe muy bien que esto activa el aprendizaje de la menor. Al salir a descanso ve como se divierten los pequeños jugando con las bolas de piquis o canicas, parqués, dominó, ajedrez, damas, muñecas, cartas, carros, lazo, golosa y demás entretenciones que brindan unos descansos pasivos y divertidos evitando un riesgo de accidentalidad en una infraestructura pequeña para el esparcimiento de los educandos.

      Había pasado rápidamente la semana; eran las 5:30 p. m., terminando la jornada escolar el viernes 13, una atmósfera de misterio invadió el lugar, un frío intenso acompañado de viento se sentía en el patio; mientras los estudiantes se despiden con un fuerte abrazo de su maestro, cada uno va para su casa, sin siquiera pasar por sus mentes que se estaban despidiendo unos de otros por muchísimo tiempo, tal vez, de algunos para siempre…

      La pandemia de la COVID-19 en Colombia estaba generando un incremento de casos día a día y como el sistema de salud colombiano es tan precario, el Gobierno nacional estaba tomando medidas para evitar un colapso en hospitales y clínicas. Para aumentar su popularidad decía ante los medios que las decisiones que tomaba eran para salvar vidas humanas, declaraciones que fueron muy bien recibidas por el pueblo. De pasar de un nivel de popularidad bajo, comenzó a crecer su aceptación. En la tarde del domingo 15 de marzo, estando acostados viendo televisión Carlos, Mercedes y Sofía ven y escuchan un anuncio dado por el presidente de Colombia Iván Duque Márquez22, acompañado por el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruíz Gómez y la ministra de Educación María Victoria Angulo, donde informaba a todo el pueblo que a partir del lunes 16 de marzo y hasta nueva orden se suspendían las clases presenciales en los colegios públicos y privados, al igual que en las universidades, iniciando un aislamiento preventivo obligatorio con el propósito de desacelerar la curva de contagios en el país, que a esa fecha eran 4523.

      Sofía dice a su padre: ¡uy! mañana no tenemos clase ¡qué rico!, podré dormir todo el día; Mercedes interviene señalando: no señora, debe repasar o si no, quién se aguanta a ese profesor, a lo que Carlos replica: ¡qué cucho tan fastidioso!, pero no comprendían lo que se venía porque iniciaba un trabajo virtual donde la conectividad de millones de hogares es nula; uno de ellos, el de Sofía, pues no tienen computador, ni internet, y el celular que maneja Mercedes, aunque con datos, solo lo usaban para chatear, estar en redes sociales y hablar con la familia. La noche se tornó más oscura que de costumbre preludiando una experiencia mundial de tinieblas, a las 7:30 p. m., se escuchan voces provenientes del parque que queda en frente de la casa de la familia de Sofía, era Brandon y su pandilla que estaban comentando a carcajadas el resultado de una vuelta hecha al obispo de la Diócesis Desconocida. Sin pudor alguno, narraban paso a paso lo que habían hecho.

      Ya de madrugada, Carlos se dirige a su trabajo, Mercedes durmiendo en compañía de Sofía, les da mediodía, del colegio les envían unas guías las cuales las suben a la página institucional para que vayan trabajando dos semanas, pero ellas no se dan por enteradas, porque su prioridad es dormir. A la par, todas las instituciones educativas de Soacha comienzan a realizar trabajo virtual de planeación, organización y preparación, siguiendo las indicaciones del Ministerio de Educación Nacional y la Secretaría de Educación de Soacha. El primer gran error cometido por este ente territorial fue modificar el calendario académico y adelantar el periodo de receso de vacaciones de junio para el periodo comprendido entre el 30 de marzo y el 19 de abril24, pues se dejaron llevar por la inmediatez y el rigorismo normativo; mientras el resto de entes territoriales de Colombia continuaron con el calendario sin afectar el tiempo de estudiantes, padres de familia, docentes y directivos docentes.

      Al regresar Carlos del trabajo siguen viendo noticias, las cuales dan la misma información acerca de la evolución de la COVID-19 en Colombia, con tono de alarma, van fomentando el pánico, porque hablar de este virus en ese momento, era hablar de contagio que lleva a la muerte. Mercedes, recién levantada, atiende a su marido, quien le dice: Mechas, la situación se está poniendo jodida, hay que tener cuidado no vayamos a resultar contagiados por esa mierda. A lo que Mercedes le responde: cállese, nosotros no salimos ni siquiera a Melgar, mucho menos fuera del país; Carlos le replica: pero yo trabajo en un edificio de ricos, y ellos sí viajan, y usted hace aseo tres veces a la semana donde la esposa de un político, porque como la despidieron de la iglesia. La pequeña Sofía recién despertaba cuando les pregunta: −¿de qué hablan?− Y Carlos le responde: de nada, vuélvase a dormir.

      En ese momento suena el celular de aquel hombre y una voz de mujer le dice: hola, ¿qué haces? Con una sonrisa en los labios Carlos responde: hola, ¿cómo estás?, aquí descansando con la niña. La mujer le dice: oye, quiero verte… Pero él le cambia el tema, y se despide rápidamente. Mercedes con curiosidad y malicia le cuestiona −¿quién llamó?− Sin dudarlo un instante, le responde: −era Leonor su hermana−. Mercedes baja la cabeza y se retira al baño, allí se mira en el espejo, tuerce un poco los labios y piensa: ¿qué querrá ahora? Hace más de tres años que no sabíamos de ella, pero no se atrevió a comentarle nada a Carlos.

      Al salir del baño, Carlos le dijo: me vi frente a frente con Brandon. Estaba acompañado por más de seis jóvenes entre los 15 y 17 años. Tuve que contenerme para no reclamarle por la muerte de Maicol, estaba seguro de que al hacerlo iba a ser agredido por los miembros de la pandilla, ¡Mercedes!, tuve deseos de matar a ese hijueputa. El cínico me miró, se sonrió y me dijo: cucho, todo bien, no hay lío con usted ni su familia, la deuda fue saldada.

      La mujer lo abrazó y le replicó: no podemos hacer nada, si denunciamos esa plaga, nos matan; son muchos y parece que están en todas partes. La vida se encargará de hacer justicia. De inmediato se dirigieron a la cama y se acostaron, aquella noche pasó en calma.

      En un abrir y cerrar de ojos, era 24 de marzo, día en que se inició la cuarentena en Colombia25. Todas las personas fueron confinadas obligatoriamente en sus casas, cerraron las empresas, centros comerciales, bares, templos, lugares de culto, gimnasios, se detuvo la prestación del servicio de transporte y el comercio; lo único que permitieron abrir fueron las tiendas de barrio, las grandes cadenas de almacenes con ventas a domicilio y las droguerías. El país entero se paralizó, todas las familias dentro de sus viviendas comenzaron a padecer un drama por el encierro, por no tener recursos económicos y en algunos casos violencia intrafamiliar, a causa de la convivencia de 24 horas con los miembros del hogar. A partir de esta fecha las personas tuvieron que asumir un cambio de vida, los medios de comunicación acuñaban el término de reinventarse, lo cierto es que se trataba de adaptarse a los nuevos desafíos que la vida estaba poniendo en el camino en todos los aspectos y dimensiones.

      Carlos podía ir a laborar, con un permiso especial, puesto que era guarda de seguridad, en cambio Mercedes no volvió a trabajar en la casa de la familia del político, se dedicó a cuidar a Sofía. Brandon se reunía en las noches de manera clandestina con sus amigos en su casa y Pablo junto con todos los docentes de Colombia, tanto del sector público como privado, se disponían a planear, organizar y proyectar las nuevas clases a distancia que darían a sus estudiantes animados por los directivos docentes, es decir, los coordinadores y rectores. Desde ese momento el presidente Iván Duque inauguró un programa que se transmitía todos los días a las 6:00 p.m. donde informaba el avance de la pandemia y de manera pedagógica socializaba muchos aspectos hasta que se desvirtuó por la auto publicidad, imprecisiones y distorsión de la realidad26. A medida que pasaban los días, la situación se ponía más compleja, y llegando el 20 de abril, se inician las clases virtuales en el municipio de Soacha.

      ¡Vaya! ¡Qué sorpresa!, la Secretaría de Educación de Soacha no aportó ni un solo peso para estas clases, los docentes pusieron su computador personal, celular personal, plan de datos e internet