El retorno del enemigo. Germán Darío Cardozo Galeano

para la educación virtual en tiempos de pandemia?

      Como siempre Pablo, organizado, logró abrir grupo de correo electrónico para los padres de familia donde podían enviar las guías resueltas por sus hijos, al igual que grupo de WhatsApp donde a diario y en su jornada laboral tenía comunicación directa con sus estudiantes; además, que de manera asertiva, la IE Sembradores del presente - forjadores del futuro, colgaba en su página los mismos documentos, es decir, la información le llegaba a las familias por diversos medios. Lo importante es que los estudiantes tuvieran material para trabajo en casa orientado desde la virtualidad por sus docentes. Durante las cuatro primeras semanas Sofía enviaba sus actividades resueltas a través del correo electrónico de Mercedes, pero de un momento a otro dejó de hacerlo.

      Precisamente por esos días, Mercedes salió de su casa a mercar, aprovechando el pico y cédula²⁷. Eran como las 5:30 p. m.; en la vivienda, Sofía estaba sola porque Carlos no había regresado del trabajo. La tarde estaba oscura y llovía muy fuerte, cuando de pronto, una mujer vestida de overol negro, botas de caucho del mismo color y un paraguas, se acerca por el parque a la residencia de Carlos, toca a la puerta y la niña abre sin preguntar, la mujer empuja la puerta, toma a la niña de los brazos e ingresa sin explicación alguna. Sofía asustada dijo: ¿mami? La mujer le responde: −hola hija, pensé que no te acordarías de mí. Sofía quedó inmóvil, no se lanzó a sus brazos como podría esperarse, y la mujer tampoco. No pasaron dos minutos cuando Mercedes arribó a su vivienda y detrás de ella Carlos, esa casa se convirtió en una batalla campal; después de la sorpresa, de insultos, gritos y llanto, Carlos interviene diciendo: ¡Ya basta! Vamos a hablar.

      Mercedes con rostro molesto le dice a la mujer: ¿Leonor, a qué ha regresado? Su hermana sin dudarlo le responde: a recuperar lo que es mío, no voy a dejar que siga disfrutando a mi marido y a mi hija. No sea cínica, −le refuta Mercedes− usted fue la que abandonó el hogar por irse con ese traqueto. Mi único pecado fue enamorarme de Carlos y darle cariño y cuidado a Sofía y a Maicol, mientras usted se olvidaba de ellos.

      Con una carcajada, postura corporal y tono desafiante, Leonor responde: pues de malas, yo vine para quedarme y la que se tiene que ir inmediatamente de esta casa es usted ¿No es cierto Carlos? Aquel hombre agachó la cabeza, no pronunció ni una silaba en favor de la una ni de la otra. Sofía llorando, escuchaba todas esas cosas. Mercedes se dirige donde la niña, se agacha, la abraza fuerte mientras va despidiéndose, porque efectivamente esa tarde noche, en medio de la lluvia, la tía de Sofía se va de la casa.

      Leonor tomó posesión de la vivienda y Sofía, distante de su propia madre, comenzó a retroceder en su proceso académico. A partir de ese día no volvieron a enviar actividades virtuales, Carlos se desinteresó completamente de su hija y Pablo comenzó a indagar por qué ya no respondían con sus obligaciones académicas. Al no encontrar respuesta, remitió el caso a orientación y coordinación, quienes siguieron los protocolos para proteger los derechos de la menor.

      Los días pasaron en el confinamiento obligatorio. Pablo y el magisterio de Soacha participando de un plantón en el Parque de Soacha convocado por FECODE, en la Plaza de Bolívar de Bogotá, otros docentes, y en las demás ciudades de Colombia más, porque estaban seguros de que habían confinado y aislado los cuerpos, pero jamás las ideas, la mente ni el espíritu del pueblo colombiano; ¡eso sí! cumpliendo las medidas de bioseguridad como distanciamiento de un metro, gel antibacterial, no saludarse de mano ni beso, no aglomeraciones.

      Sofía sigue estudiando porque Pablo ejerció presión desde la IE de que si se descuida a la menor, se remitirá el caso a Bienestar Familiar, Mercedes, sin rumbo fijo en medio de una pandemia, recorría las calles del barrio mientras buscaba a su amiga Diana. Carlos sigue en su trabajo y al llegar a casa se aguanta las recriminaciones de una mujer grosera e intolerante. Leonor no se preocupa de su hogar, hasta ahora se le ocurrió preguntar por su hijo Maicol, al enterarse de que lo habían matado, salió como loca en busca de Brandon; al encontrarlo se llevó la sorpresa de su vida. El pequeño le dijo: cucha, en lugar de estar jodiendo con reclamos ¿por qué no trabaja para mí y se gana unos pesos? Sin dudarlo un instante aceptó.

      Y como reza el adagio popular “si por allá llueve, por aquí no escampa”. En casa de la familia de Cristofer, el padrino pedagógico de Sofía, la situación económica se torna aún peor. Su padre perdió el trabajo informal en el que se desempañaba, no hay ningún tipo de ingreso económico para el sostenimiento del hogar, hay días que no prueban un bocado de comida, pero no pierden la esperanza; algunos vecinos colombianos los asisten desde su pobreza con algo de mercado, demostrando así que para la solidaridad no hay barreras de nacionalidad, ideología política ni credo religioso. Mientras, Pablo les informa que pueden acercarse a la IE Sembradores del presente - forjadores del futuro, a reclamar la entrega de la ración dada por el Programa de Alimentación Escolar (PAE) que brinda el Estado colombiano a los estudiantes de básica primaria matriculados en los colegios públicos; por lo menos, el hambre de una familia humilde y trabajadora que tuvo que salir de su tierra a causa del problema interno de su país que actualmente está dirigido por la extrema izquierda caracterizada por el autoritarismo, la dictadura, la violencia, los deseos de venganza hacia los que se oponen a sus ideales, la inconciencia del daño que causa a todo un pueblo y la ignorancia de su mandatario. ¡Ah! y en Colombia la extrema izquierda con discursos populistas afirma que es la solución a los problemas sociales, políticos y económicos del pueblo colombiano, sabiendo que hacen las mismas prácticas de la extrema derecha a quiénes les interesa lucrarse con el sufrimiento de los menos favorecidos sin importarles qué tengan que hacer ¡corruptos y falsos! Tanto los unos (cáncer) como los otros (sida) solo buscan lucrarse y detentar el poder para acabar y vengarse de sus contrincantes: cáncer y sida de una sociedad que poco a poco la van acabando con falsas promesas y sembrando el odio entre las personas del común que se dejan convencer de una u otra ideología extremista, polarizando cada día el país. El problema no es la derecha ni la izquierda, el problema son los EXTREMOS que polarizan, dividen y se critican entre sí, mientras buscan el poder y el dinero sin importar el odio que siembran en el común de las personas. Lo cierto es que alguien siniestro ha retornado del mismísimo infierno y tomará varios rostros antes del encuentro con la persona que ha querido destruir.

      De regreso al presente, Juan detalla cómo el agua del primer pozo vuelve a quedar inmóvil; se levanta despacio, respira profundo, mira a su familia, toma conciencia de que vendrán cambios inesperados y guarda silencio. Sus hermanas lo observan sin imaginar lo que había sucedido. Juntos continúan el recorrido, mientras Alicia les va diciendo que se acordó de la riqueza que se tiene en Soacha, refiriéndose al Parque Metropolitano Canoas²⁸. Las rocas grabadas por pintura rupestre, la hermosura de las haciendas Canoas Sáenz y Canoas Gómez, la diversidad del ecosistema de flora y fauna, un paisaje muy bonito que deleita la vista del ser humano convirtiéndose en destino turístico para quienes deseen conocerlo. Y al seguir avanzando, Juan escucha una voz que le dice: “antes de ser Angel’s fue Bruno”…