la voluntad de Dios, sino que además ese sacrificio tiene una finalidad redentora que nos salva y libera para siempre.
En la Semana Santa, fui a un retiro breve con algunas amigas que eran parte de mi sostén espiritual. Cada vez que estaba en algún lugar como esos, me preguntaba dónde hubiera estado yo ese mismo día de no haber muerto Blas, dando por seguro que jamás hubiese asistido a este tipo de encuentros. Lo lamentaba y me lo reprochaba también, pero lo recibía como un regalo amoroso de Blas, que quería contarme cosas importantes sobre la vida y la fe y se valía de estas amigas increíbles que me impulsaban a ir.
El sacerdote que lo dictaba me pareció absolutamente amable, agradable, oportuno en sus comentarios y acertado en su capacidad de trasladar la idea de la Pascua a nuestras vidas actuales. Nos dijo que la cruz era la forma que tenía Dios de cargar con todo el dolor del mundo de todos los tiempos. Es decir que de algún modo misterioso, porque la palabra misterio resuena una y otra vez, Jesús había llorado mis lágrimas de hoy por Blas, el día de su propia muerte. Dios tuvo en cuenta allí mi sufrimiento, que ocurriría más de dos mil años posteriores a este hecho bisagra del mundo. La fe nos convoca a creer que allí radica la posibilidad de sanar y de contribuir también con la tarea salvadora, ofreciendo nuestro sufrimiento que no es en vano y que no está vacío de contenido; muy por el contrario, está allí disponible para que lo dotemos de sentido y lo utilicemos como arma para la transformación. Viktor Frankl decía: “…El talante con el que el hombre acepta su ineludible destino y todo el sufrimiento que le acompaña, la forma en que carga con su cruz, le ofrece una singular oportunidad (incluso bajo las circunstancias más adversas) para dotar a su vida de un sentido más profundo. (…) En esa decisión personal reside la posibilidad de atesorar o despreciar la dignidad moral que cualquier situación difícil ofrece al hombre para su enriquecimiento interior…” (Herder 2014, p92).
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.