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Parte
Qué significa Hacer Discípulos?
Yo animaría tanto a aquellos que tienen dudas acerca de la necesidad de hacer discípulos como a los que anhelan hacerlo una parte de su iglesia, a considerar conmigo la evidencia bíblica que creo que muestra que el discipulado debería ser el enfoque de cada iglesia. Antes de rechazar la idea o decidir ponerla en práctica en nuestras iglesias, necesitamos tener claridad acerca de lo que estamos rechazando o desarrollando en nuestra congregación.
Miraremos la descripción bíblica de un discípulo, el modelo bíblico del discipulador (Jesús) y cómo hacer discípulos se convirtió en parte de la iglesia del primer siglo. De esta manera, estableceremos un perfil de lo que es ser un discípulo y una iglesia hacedora de discípulos.
Para ganar el mundo con el evangelio, necesitamos una meta y un plan de cómo alcanzaremos esa meta. Creo que podemos encontrar la dirección para eso en las páginas del Libro de los Hechos de los Apóstoles.
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Capítulo
Una Mirada Bíblica al Discipulado
El pasaje clave para que podamos entender el discipulado descansa en la misma Gran Comisión. Antes de ascender al Padre, Jesús le dijo a sus discípulos:
“Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”
(Mateo 28:18-20).
A pesar del claro mandamiento de Jesús de “hacer discípulos”, muchos, como el hombre que afirmó que hacer discípulos no era para todos, han tratado de invalidar ese llamado argumentando que la palabra griega mathetes, traducida como “discípulo”, no aparece en la Biblia después de Hechos 21 y que por lo tanto, la iglesia no necesita enfocarse en el discipulado.
Qué significa Hacer Discípulos?
Aunque yo no soy un lingüista, no creo que eso invalide el llamado de Jesús. Permítame hacerle algunas observaciones:
1. Hechos 21:16, la última mención de la palabra discípulo en el Nuevo Testamento, tiene lugar casi veintisiete años después de la conversión de Pablo. Lucas emplea de manera intercambiable los términos hermanos, discípulos, y, pueblo, para describir a los cristianos y no sólo para describir a los Doce. Creo que esta palabra sólo fue una manera de identificar a un seguidor de Jesucristo. Aunque han pasado más de treinta años desde la ascensión de Cristo, la palabra discípulo no ha dejado de ser usada para describir al creyente común. De hecho, Lucas usa las palabras hermanos, cristianos, discípulos, y, creyentes, para describir a la misma gente.1
2. Lo anterior apunta un tanto a disipar la creencia de que la palabra discípulo era algo sagrado en la iglesia y empleada exclusivamente para describir a los Doce. Sin embargo, algo de crédito debe dársele a la idea de que la palabra tenía un especial significado relacionado al modelo de discipulado cristocéntrico, caracterizado por la relación uno a uno entre el maestro y el discípulo. Rengstorf escribe que “Mathetes siempre implica la existencia de un afecto personal que moldea toda la vida del que es descrito como mathetes y que en su particularidad, no deja dudas acerca de quién está desplegando el poder formativo.”2
El cambio a un discipulado eclesiocéntrico requiró una relación de comunidad, un discipulado compartido entre varias personas. Ya que la palabra discípulo llevaba algo del trasfondo cristocéntrico, Pablo intentó explicar en sus escritos el proceso de discipulado en una manera diferente. Aunque Pablo no usó la palabra mathetes, él usó dieciocho veces la palabra manthano.3 Este último significa “aprender”, la forma verbal de mathetes. Aunque Pablo no llamó discípulos a los individuos, a la función de su desarrollo él la llamó, discipulado.
3. El tema no es esencialmente de léxico, pues la desaparición de la palabra discípulo en las Epístolas tiene varias explicaciones posibles. Los Evangelios y Hechos son narrativas históricas que están contando una historia, mientras que las Epístolas son pedagógicas, doctrinales, que transmiten principios y conceptos.4 Otro factor a considerar es la diferencia en el trasfondo y entrenamiento de los autores. Pablo, producto de un hogar hebreo y una cultura griega, había estudiado con Gamaliel y también en escuelas griegas. Un hombre de letras cosmopolita, cuya educación y trasfondo lo habían equipado para el ministerio transcultural e influenciado en la elección de sus palabras.
Pablo pudo haber tenido alguna reverencia por los discípulos históricos o dejado que sus lectores transculturales se confundieran por un término como ese. Rengstorf creía que la palabra discípulo era algo vergonzoso entre los filósofos Socráticos, Platónicos y Aristotélicos y que esta actitud afectaba permanentemente su uso en griego.5 Además, entre más se expandía la iglesia y se alejaba de la cultura judía, el uso cada vez menor de los conceptos y la historia judíos ayudaba a comunicar el mensaje. Pablo pudo haber simplemente sustituido las palabras que él pensó que comunicarían mejor.
4. Los autores de las Epístolas reemplazaron palabras o frases para el término discípulo. Los ejemplos incluyen creyente, hermano, cristiano, fiel, imitador, santo, y, los llamados. Las palabras usadas para describir la función incluyen modelo, practicar, entrenar, madurar, y, ejemplo. Para describir la relación con el mundo, ellos usaron embajador, extranjero, y, peregrino.6
5. Las razones anteriores por la que la palabra discípulo desapareció en las Epístolas representan algunas educadas conjeturas. Pero la razón que está por encima de estas no obedece del todo al léxico. Creo que el cambio vino debido a que la iglesia se movió de un modelo cristocéntrico a uno eclesiocéntrico. Por el curso de treinta años, tomando los principios que Jesús usó para liderar a un grupo unidimensional de doce y hacerlos obrar en una masa multidimensional de miles requirió transición. Aunque la palabra puede haber cambiado, el principio del discipulado nunca fue abolido.
A qué se parece un Discípulo?
Para entender a los discípulos y el discipulado, démosle una mirada a la Gran Comisión, la cual nos da especificaciones o metodología para alcanzar a las naciones con el evangelio. Responderemos cuatro preguntas de Mateo 28:18–20:
1. Quiénes serán discípulos?
2. Quiénes harán discípulos?
3. Cuánto durará el proceso?
4. Qué incluye el discipulado?
Quiénes Podrán ser Discípulos?
Técnicamente, desde el momento del nacimiento espiritual, cada cristiano es un discípulo. Los discípulos nacen del Espíritu para madurar como reproductores, como lo describe Juan 15:7-17. Ellos serán formados en cada nación; por lo tanto, cada persona en la iglesia es un discípulo y tiene la divina capacidad de ser lo que Cristo desea.
La idea de que solo personas maduras son discípulos y todos los demás cristianos son conversos inmaduros no aparece en ninguna parte en el Nuevo Testamento. Dios espera que cada creyente sea un discípulo maduro y que se reproduzca. Por tanto, cualquier líder puede levantarse confiadamente delante de la iglesia y llamar a cada creyente a ser discipulado. De hecho, nada menos que eso complacería al Señor. No hay prueba más grande de ser un discípulo que ser discipulado para Cristo en la vida diaria. Seguir a Cristo es la expresión natural de la nueva vida que obra en un discípulo converso. Cada creyente debería permanecer en Cristo por medio de la Palabra y la oración, trayendo fruto, lo cual incluye el evangelismo y caminar en obediencia. Entonces, él o ella traerán gloria a Dios, experimentarán el gozo y amarán a otros. Cada cristiano está llamado a ser un discípulo.
Quiénes Podrán Hacer Discípulos?
Cada discípulo está llamado a hacer discípulos. Jesús dio el mandamiento a los apóstoles, que representaban a lo mejor y a lo peor de la humanidad (usted podría llamarlos