William Plata

Vida y muerte de un convento


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vinculación del sistema religioso con otros elementos de la sociedad y la cultura. HOUTART François. Sociología de la religión. Managua: Ediciones Nicarao, 1992, págs. 97-114.

      8 BIDEGAIN Ana María. “De la historia eclesiástica a la historia de las religiones”. Historia Crítica, 1996, n.° 12., págs. 5-16. ISSN: 0121-1617; PLATA QUEZADA William Elvis. “Entre la teología y las ciencias sociales. Tendencias de la historiografía de la Iglesia católica en Colombia y en el contexto latinoamericano”. En GONZÁLEZ SANTOS Andrés Eduardo (comp.). Diversidad y dinámica del cristianismo en América Latina. Bogotá: Editorial Universidad de San Buenaventura de Bogotá, 2007, págs. 313-320. ISBN: 9789589830802.

      9 En la década de 1960 se produjo en Colombia la profesionalización de los estudios históricos y la conformación de lo que se llamó ‘nueva historia’, que privilegiaba en primer lugar la historia económica, la historia política y la historia social, entendida esta última como la historia de los movimientos sociales. En segundo lugar, este concepto trabajó también la historia de la educación y de la violencia. Los primeros historiadores profesionales del país –muchos de ellos influenciados por corrientes de izquierda– tomaron la religión solo como un referente de estudio, por lo que tendían a considerar a la institución eclesiástica como fuente de los grandes males económicos, políticos y culturales que han acosado al país. CORTÉS José David. “Balance bibliográfico sobre la historiografía de la Iglesia católica en Colombia, 1945-1995”. Historia Crítica, 1995, n.° 12, págs. 17-27. ISSN: 0121-1617; PLATA QUEZADA William Elvis. “Entre la teología...”. Op. cit. págs. 14-15.

      10 A fines de la década de 1980, la caída del comunismo soviético y la crisis de los llamados ‘metarrelatos’ provocaron que las aristas más combativas de los investigadores de la ‘nueva historia’ se limaran, lo que permitió que sus alumnos extendieran sus intereses a problemas más diversos. Esta nueva generación, menos militante en materia política que la de sus maestros, ha estado más interesada en explorar nuevas temáticas y enfoques, más allá de los ofrecidos por la teoría social y económica. La nueva historiografía sobre la religión está indudablemente influida por una perspectiva comparativa e interdisciplinaria que abarca aspectos tan variados como las relaciones políticas, la vida cotidiana, las prácticas religiosas, los milagros y las manifestaciones sobrenaturales, las heterodoxias, las relaciones de género, el impacto de transformaciones económicas y políticas, el sincretismo religioso, etc. Esta diversidad de temas son tratados de manera desigual en términos de profundidad y rigor. Sus autores han estado influenciados por corrientes francesas en las que han tenido mucho que ver las obras de la escuela de los Annales, a partir de postulados creados por la llamada ‘historia de las mentalidades’ o la más reciente ‘historia cultural’. MELO Jorge Orlando. “De la nueva historia a la historia fragmentada: la producción histórica colombiana en la última década del siglo”. Boletín Cultural y Bibliográfico, 2000, vol. 36, n.os 50-51, págs. 165-184. ISSN en línea: 2590-6275. Disponible en https://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/boletin_cultural/issue/view/56.; PLATA QUEZADA William Elvis. “Entre la teología...”. Op. cit., págs. 337-342.

      11 Entre lo publicado en la última década en esta perspectiva, pueden destacarse los trabajos de ARANGO Gloria Mercedes. Sociabilidades católicas, de la tradición a la Modernidad: Antioquia 1870-1930. Medellín: Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, 2004, 147 págs. ISBN: 9589352901; LONDOÑO Patricia. Religión, cultura y sociedad en Colombia. Medellín y Antioquia, 1850-1930. Bogotá: Fondo de Cultura Económica, 2004, 472 págs. ISBN-10: 9588249023; CORTÉS José David. Curas y políticos: mentalidad religiosa e intransigencia en la diócesis de Tunja, 1881-1918. Bogotá: Ministerio de Cultura, 1998, 406 págs. ISBN: 9588052092; TOQUICA María Constanza. A falta de oro: linaje, crédito y salvación. Una historia del Real Convento de Santa Clara de Santafé de Bogotá. Siglos XVII y XVIII. Bogotá: Ministerio de Cultura - Universidad Nacional de Colombia, 2008, 412 págs. ISBN: 9789588063614; CAICEDO OSORIO Amanda. Construyendo la hegemonía religiosa. Los curas como agentes hegemónicos y mediadores socioculturales (diócesis de Popayán, siglo XVIII). Bogotá: Uniandes, 2008, 274 págs. ISBN: 9789586953573; y las obras colectivas dirigidas por BIDEGAIN Ana María. Historia del cristianismo en Colombia. Bogotá: Taurus, 2004, 509 págs. ISBN: 9789587042566; BIDEGAIN Ana María y DEMERA VARGAS Juan Diego (dirs.). Globalización y diversidad religiosa en Colombia. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2005, 434 págs. ISBN: 958-701-497-9.

      12 Para este enfoque historiográfico, la religión interesa en la medida en que es un componente que hace parte, afecta e influye en la cultura y en la sociedad. La mayoría de este tipo de investigadores estudia lo religioso por razones como el interés científico o por la relación que tal tema tiene en sus respectivos campos de trabajo. Algunos le agregan un propósito social de búsqueda de tolerancia, del reconocimiento a la diversidad, de la aceptación de las diferencias y de la consecución de una sociedad democrática.

      13 HOSTIE Raymond. Vie et mort des ordres religieux. Approches psychosociologiques. Paris: Desclée de Brouwer, 1972, 384 págs. ISBN: 9782220029313. Hostie plantea que toda comunidad religiosa sigue inexorablemente un ciclo de vida que parte de su fundación, sigue con su crecimiento y estabilización, luego prosigue con su decadencia y termina en su declive y extinción, o en su reforma y renacimiento, según el caso. Según Hostie, la capacidad de levantarse luego de su declive es la clave que demuestra la fortaleza de un instituto religioso determinado.

      14 Esta máxima latina, muy mencionada especialmente en el protestantismo, es una enseñanza muy antigua. Fue retomada por el Concilio Vaticano II como una especie de llamada de atención. Quiere decir que la Iglesia siempre debe estar en actitud humilde de conversión, de renovación. Esto implica a la Iglesia como institución (institución eclesiástica) y, también, por supuesto, a la iglesia pueblo de Dios, que conforma a quienes libre y voluntariamente creemos en Jesús. Esta frase permite recordar que los que estamos embarcados en la “aventura” del cristianismo podemos equivocarnos, y, de hecho, nos equivocamos. La Iglesia está al servicio de los hombres y las mujeres de este mundo de hoy: prohominibus, porque es para los hombres y está con los hombres: siempre en actitud de conversión, siempre en actitud de pedir perdón, siempre conscientes de la debilidad de cada persona y de cada grupo humano. Véase al respecto: CONCILIO VATICANO II. Lumen Gentium, cap. VIII. 21 de noviembre de 1964; PELLITERO Ramiro. “El padre Congar: génesis de un pensamiento”. Anuario de Historia de la Iglesia, 2005, vol. 14, págs. 454-457. ISSN: 1133-0104; YUSTE Pilar, TORRES Pepa y VILLAR Evaristo. “María José Arana”. Exodo, 2005, n.o 81. ISSN: 1138-901X. Disponible en http://www.exodo.org/maria-jose-arana-2/

      15 Esta corriente surge en las décadas de 1940 y 1950. En este tiempo se construyeron las bases teológicas del Concilio Vaticano II, en cuyo proceso la historia también jugó su papel. La moderna historia de la Iglesia tiene en Roger Aubert a su pionero más reconocido, con su obra Pío IX y su época (Barcelona: Edicep, 1974), y especialmente con la Nueva historia de la Iglesia (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1964), obra que dirigió con otros autores de distintas universidades europeas. Esta corriente expone la historia del catolicismo en la que se pone gran peso a las interrelaciones con los cambios sociales, políticos y culturales. Además, no solo la alta jerarquía es protagonista, sino que el laicado también aparece como actor histórico. Por otra parte, aunque promueve y hace uso de nuevos enfoques y métodos en sintonía con la evolución de las ciencias sociales, es una historia que mantiene pretensiones pastorales y no renuncia al análisis teológico de los procesos históricos. En América Latina, Enrique Dussel y el grupo de Cehila (Comisión para el Estudio de la Historia de la Iglesia en América Latina) figuran como los promotores más visibles de este tipo de historia.