target="_blank" rel="nofollow" href="#ulink_b8cea436-cd94-54e9-8840-47fe8eb7461c">*- Ana Rosa Cóncaro es AP de la Escuela de la Orientación Lacaniana y Asociación Mundial de Psicoanálisis. Coordinadora del CID Salta.
1- Miller, J.-A., Donc, Paidós, Buenos Aires, 2011, p. 382.
2- Laurent., É., El goce sin rostro, Tres Haches, Buenos Aires, 2010, p. 80.
3- Ibid.
4- Entrevista inédita a L. Gorostiza. En “El psicoanálisis y la discordia de las identificaciones”. XXVVII Jornadas anuales de la EOL Buenos Aires.2018.
Algunas reflexiones sobre la infancia trans Liliana Oteo (*)
“…y ciertos lugares quieren decirnos algo, o dijeron que no hubiéramos debido perder, o están por decir algo”. (1) Uno de estos lugares es la clínica que se abre con la infancia trans y que lleva a descubrirla en su incipiente aparición. Ya el prefijo trans, que etimológicamente significa “más allá”, dice de una clínica que va más allá del Nombre-del-Padre
Lacan ubica a la mujer entre un centro simbolizado por el falo y la ausencia radical del goce femenino. Espacio otro relacionado con el inconsciente y lo real, sin interior ni exterior definidos, difícil de localizar desde la lógica fálica, ya que no es representable por el significante. Lacan lo aborda desde una lógica de la sexuación de más allá del Edipo que supone la inscripción de la posición sexuada a nivel de lo real del goce, según los modos masculino y femenino, ligados al todo del goce fálico o al no-todo respectivamente. Una repartición sexuada en la que las mujeres en posición femenina acceden a un goce suplementario más allá del goce fálico, la mujer está no-toda sometida a la interdicción edípica. La metáfora paterna no logra subsumir todo el goce en significación fálica y los objetos pregenitales ligados al goce quedan como restos permanentes que fijan el deseo inconsciente en el fantasma, sustancias de goce en infracción con la castración. El deseo queda fijado a goces que permanecen intrínsecamente perversos. “La sexualidad femenina aparece como el esfuerzo de un goce envuelto en su propia contigüidad, no disuelto aún por el significante, previo a la operación de la castración”. (2)
Al tomar esta vertiente del goce se coloca al niño frente a la división entre madre y mujer, encontrándose así con la posición femenina de la madre, con su real, con el sinsentido, y queda más abierto a la incidencia de lo femenino, porque su atadura al falo es aún laxa, por lo cual está más cerca del sinsentido de la lengua en su materialidad significante. Desde el Edipo el niño tiene que arreglárselas con el deseo de la madre, pero desde el más allá del Edipo se encuentra confrontado con la mujer, lo que permite ubicar a qué se refiere Laurent cuando dice que el transexual responde a fijaciones precoces de la sexualidad infantil. Son niños que habrían tenido una relación directa con el goce femenino, con lo real de la madre como mujer, “una percepción temprana de la madre como mujer”. (3)
A esta altura es importante destacar el papel de la subjetivación de la castración materna por su relieve, asimismo en la elección del sujeto trans infantil. La castración, operación simbólica que incluye al sujeto en el lenguaje, tiene como operador a la privación que recae sobre la madre, y que puede ser aceptada o no por el niño. Se trata de la “insondable decisión del ser”, (4) de un consentimiento que se da o no a la inscripción de la castración. No se nace niño o niña, no es del orden de un determinismo anatómico sino de un devenir.
El sujeto trans se autopercibe con un cuerpo distinto al que le otorga su sexo biológico. Autopercepción que va acompañada de una certeza sin vacilaciones: “yo no soy nene”, “soy nena” o viceversa. Yo nena, yo princesa, dice Luana. (5) El sujeto trans masculino, en la subjetivación de la castración, confunde el pene con el falo oponiéndose a ser representado por éste, inscribiéndose a nivel de lo real como ser sexual y entonces desprotegido del género.
Es por este sesgo que el psicoanálisis difiere de los otros discursos en la consideración de los niños trans. “Tengo una identidad por lo cual me parezco a los otros”, pero también… “tengo mi diferencia”. Al mismo tiempo que me encuentro en el Otro por mi rasgo de serialidad… me distingo en tanto je de lo que soy como moi: “Uno entre otros”. (6) Esto conduce nuevamente al momento antes destacado donde se juega la relación del niño con el goce femenino y la elección trans, porque es también el tiempo en el que el niño está entre el enunciado y la enunciación, lo que es clave en el psicoanálisis con niños. Delicado momento hasta que el niño llega a la enunciación que es la subjetivación del lenguaje… “Es un proceso de apropiación …de cierta relación con el mundo”. Antes de la misma…“la lengua no es más que la posibilidad de la lengua”. (7)
Otro punto también vinculado al alto grado de permeabilidad del niño es el impacto que tienen las palabras sobre él, siendo por lo tanto de gran importancia el discurso de los padres en el tratamiento con los niños.
Siguiendo este hilo, hago unas observaciones sobre el discurso de una madre dirigido a su hija: Luana, en un libro (8) en el que al no tener un trabajo de edición es posible seguir el sujeto de la enunciación. En tono epistolar la madre le habla a la hija. El sujeto de la enunciación que sostiene el enunciado es la madre que habla en segunda persona: “Hoy mamá empieza a escribir lo que recuerda…”. A veces es mamá y a veces es yo: “Noté (yo) que eras muy sensible”. “Nacieron mis mellizos”. Un sujeto de la enunciación que ya no sabe quién es, su propio lugar de la enunciación es muy confuso. Un punto de vista que se amalgama, y que no se decide.
Bibliografía
Lacan, J., El Seminario, Libro 5, Las formaciones del inconsciente, Paidós, Buenos Aires, 1999.
Lacan, J., El Seminario, Libro 6, El deseo y su interpretación, Paidós, Buenos Aires, 2014.
Lacan, J., El Seminario, Libro 20, Aún, Paidós, Buenos Aires, 1981.
Lacan, J., El Seminario, Libro 19, …o peor, Paidós, Buenos Aires, 2012.
Lacan, J., El Seminario, Libro 18, De un discurso que no fuera del semblante, Paidós, Buenos Aires, 2009.
Marchesini, A. y otros, “El trans sexual”, Revista Virtualia 34, marzo 2018.
Mansilla, G., Yo nena, yo princesa, Ed.UNSG, Buenos Aires, 2014.
*- Liliana Oteo, es miembro del CID Jujuy.
1- Borges, J. L., “La muralla y los libros”, Otras inquisiciones, Emecé, Buenos Aires, 1974.
2- Lacan, J., “Ideas directrices para un congreso sobre la sexualidad femenina”, Escritos I, Siglo XXI, Buenos Aires, 1978.
3- Stiglitz, G., “Entrevista a E. Laurent”, Rayuela, Revista virtual, 2017.
4- Lacan, J., La causalidad psíquica, Homo Sapiens, Buenos Aires, 1978.
5- Luana-Lulu. Primera niña legalmente transgénero del mundo.
6- Miller,