Bibliografía
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Cottet, S., “El sexo débil de los adolescentes: sexo máquina y mitología del corazón”, Varité, Setiembre 2012
*- Marcela Hessling, es miembro del CID Salta.
Una niña trans, una “elección preferencial” Ana Rosa Cóncaro (*)
La pregunta que me surgió a partir del video de Tiziana fue: ¿qué es lo diferente en Tiziana de otro niño o niña? Y quizás sea la pregunta de los autores del video, y de la propia madre de Tiziana, que la llevó a realizar de la infancia de su hijo/a una cuestión pública, una causa de defensa universalizante, defender el colectivo de la infancia trans.
Niño es un significante que no tiene ninguna realidad más que articulado a otros en un discurso. Decir que es un niño, dependerá del lugar que ocupe en un discurso, en tanto que estos son los que regulan los lazos entre los sujetos y su goce. Justamente in-fancia, quiere decir “el sujeto que no habla”, el que no toma la palabra propia, es hablado.
Freud en 1920, en “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina”, resume las tres variables que se conjugan en la sexualidad humana: los caracteres sexuales somáticos, los caracteres sexuales psíquicos, hoy el género, y la elección del objeto. Lo que me interrogó quizás, sea que los rasgos sexuales somáticos, o sea el sexo asignado al nacer, no coincida con los caracteres psíquicos de Tiziana. Ya lo anticipaba Freud que estos tres caracteres varían con cierta independencia unos de otros y que en cada individuo aparecen diversamente combinados, dando una graduación amplia de combinaciones que nos permitiría decir que hay tantas sexualidades como rostros humanos.
Con Lacan podemos decir que la sexuación se diferencia de los roles sexuales en cuanto construcciones sociales y culturales. En el video sobre Tiziana, se evidencia que el ser nombrada trans está significado por esos rasgos de la cultura que definen a la mujer: los aros, las uñas pintadas, los movimientos en la danza, dan cuenta de cómo los significantes muerden el cuerpo y que eso da cuenta de su modalidad de goce.
La causación del sujeto se despliega en dos operaciones y en tiempos lógicos, ambos son necesarios para el surgimiento del sujeto del inconsciente, sujeto del deseo por un lado y por otro, la forma en que “este sujeto vacío de algún modo se torna sustancia como objeto a”, (1) la separación. Doble vertiente, la del deseo y la de la pulsión.
Tiziana, la niña trans, con un brillo reluciente, da cuenta de la operación de alienación, donde su orientación es a los significantes del Otro, elige lo menos peor, el sentido que le viene del Otro, esto es “yo soy”, y precipita, tempranamente, el momento de concluir, tomando significantes que la época ofrece a través de su madre, y realiza a los 8 años el cambio de género en el documento. Además, el video deja ver la lectura del famoso libro Yo nena, Yo princesa, donde la madre de Lulú, primer caso en la Argentina de cambio de género en la infancia, relata que a los 18 meses su hijo expresó esa frase. La madre de Tiziana indica con su dedo en el libro, las palabras que le permitirán a Tiziana, nombrar algo de lo innombrable que la habita. Tiziana en esta “elección preferencial”, que es la dirección hacia el Otro, hacia un “no pienso”, precipita una identidad sexual, soy trans, significante que coagula, condensa y la nombra, reduciendo el tiempo de comprender, de latencia.
L. Gorostiza en la entrevista previa a las Jornadas de la Escuela de la Orientación Lacaniana 2018, nos propone investigar una línea abierta por Lacan en el Seminario 18, “lo que obtura es el falo”, y agrega: “El falo es el goce femenino”. El falo introduce la discordancia fálica, no hay una relación compatible. La madre tiene una relación primaria con el objeto fálico o con su falta, y el lugar del niño, se lo considera en relación a esa falta: si la cubre, si no la cubre, si la sublima, etc. El fantasma está siempre presente entre la madre y el hijo. El hijo es un objeto para la madre, es su producto, y el padre que ejerza la función: “Es aquel que tuvo la perversión particular de apegarse a los objetos a de su mujer” (2), para separar al hijo de la madre de la buena manera, padre-versión, y en este sentido podemos también hablar de la perversión materna.
La familia hoy no se constituye, generalmente, alrededor de la metáfora paterna; lo que se percibe, es que el niño va como objeto de goce de la familia, no solamente de la madre, y más aún de la época. Laurent dice: ”El niño es el objeto a liberado, producido”. (3) Y por su presencia sutura la falta en la madre, colma su ex-sistencia, es condensador de goce. Entonces la operación de separación está obstaculizada en Tiziana, operación de intercepción de vacíos, la falta del Otro habilita al sujeto a operar desde su propia falta. Como ejemplo, Tiziana es llevada por su madre a hablar en espacios públicos sobre su elección sexual en defensa de la infancia trans, y algunas veces participa su padre.
Miller, citado por Gorostiza, ubica un sintagma para nombrar la época, “Capitalismo plus ciencia” (4), considera que hay un rechazo de la alteridad, de lo femenino en tanto hétero para el hombre como para la mujer. Y que en la diversidad y multiplicación de sexos que aparecen en la época, “secretamente” podemos ubicar un rechazo de la alteridad, y un empuje a la homogenización. Entiendo que esta visibilización que exhibe la madre es un rasgo de la época: la indiferenciación entre público-privado y cierta homogeneización en categorías identitarias. Defensa de la castración, y por otro lado, a las respuestas segregativas del otro social.
La sexuación se construye a partir de identificaciones y en tiempos, dando cuenta de la modalidad de goce del parlêtre, y sabemos que lo simbólico no alcanza para dar cuenta acabadamente del real del goce; le queda, aún, a Tiziana, el encuentro contingente con la metamorfosis de la pubertad, la irrupción del real del cuerpo puberal, para ver si ese despertar la expulsará o no del campo imaginario donde está ubicada. Y armar una nueva respuesta, donde el saber constituido en la infancia no alcanzará para suplir lo imposible de saber. Deseo, fantasma y elección de objeto, jugarán su partida y exigirán una nueva tirada de cartas.
Bibliografía
Lacan, J., “Prefacio a El despertar de la primavera”, Otros escritos, Paidós, Buenos Aires, 2011.
Miller, J.-A., Introducción a la clínica psicoanalítica. Conferencias en España, Gredos, Madrid, 2006.
Miller, J.-A., Donc. La lógica de la cura, Paidós, Buenos Aires, 2011.
Laurent,