AAVV

El sistema financiero a finales de la Edad Media: instrumentos y métodos


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rel="nofollow" href="#u891ca926-08be-59bc-a190-af4c4e619b6d">LA IGLESIA COMO INSTITUCIÓN ACREEDORA: EL PROCESO DE CONSTITUCIÓN DE LA CAJA DE LAS COTIDIANAS DISTRIBUCIONES DE CARDONA (1407-1447)

       Andrés Galera Pedrosa

      PRESENTACIÓN

       Pere Orti Gost y Pere Verdés Pijuan

      Durante las últimas décadas, la historiografía ha mostrado cómo el crédito, en sus diferentes formas, impregnaba el conjunto de la sociedad del Occidente bajomedieval, hasta el punto de convertirse en uno de los elementos clave a la hora de explicar el origen y desarrollo de la –llamada– «crisis» de los siglos XIV-XV. Ahora bien, todavía no se conoce suficientemente bien cómo se articularon ni cuál fue el nivel de integración de todas estas variadas formas de crédito. Dicho en otras palabras, resulta difícil establecer cuáles fueron los primeros pasos en la construcción de un sistema complejo y diverso, que abarcó tanto el ámbito público como el privado, y que conectó y dio servicio a un amplio espectro social y territorial mediante variados instrumentos y métodos crediticios. Para contribuir a conocer un poco mejor este proceso así como las características precisas y el alcance del entramado financiero que aparece al final de la época medieval se plantea la presente obra, que tiene como objetivo fundamental el estudio concreto de algunos de sus principales componentes.

      El origen del libro se remonta a un coloquio celebrado en el emblemático parador nacional de Cardona los días 19 y 20 de septiembre de 2013, y organizado de forma conjunta por los proyectos de investigación «Mercado financiero y pequeñas ciudades en la Cataluña nororiental de los siglos XIV y XV» (ref. HAR2011-27121) y «Financieros al servicio del poder en la Corona de Aragón (ss. XIV-XV): métodos, agentes, redes» (ref. HAR2011-24839), con la activa colaboración del Ayuntamiento de Cardona.

      Cabe recordar que el primero de los citados proyectos tenía como objeto de estudio básico las pequeñas ciudades: la estructura urbana más característica de la Cataluña situada al norte del Llobregat, la llamada «Cataluña Vieja». Estos centros pueden entenderse también como mercados financieros a pequeña escala que ofrecían capitales o bienes a crédito a la población campesina de su entorno y que estaban conectados entre sí formando redes progresivamente más integradas. En este contexto, uno de los propósitos del proyecto era comprobar el nivel de articulación de los distintos mercados financieros a partir del grado de convergencia de los tipos de interés nominal que pueden observarse en los distintos mercados. En segundo lugar, se pretendía estudiar el papel que desempeñaba el crédito en el comercio de paños y de cereales, por ejemplo, a la hora de capitalizar sociedades mercantiles o de permitir un determinado nivel de consumo de los campesinos, independientemente de la estacionalidad y/o discontinuidad de sus ingresos. Finalmente, otro de los objetivos del proyecto era el análisis de las redes clientelares que las citadas relaciones económicas entre campesinos y mercaderes tanto locales como regionales generaban. Todo ello, a partir de algunos casos especialmente bien documentados y del estudio sistemático de los protocolos notariales y los libros de la corte del baile local.

      Por su parte, el segundo proyecto constituía un intento de aproximación a la vertiente social de las finanzas públicas en Cataluña entre 1350-1450, priorizando el análisis particular de los principales individuos y grupos que «sirvieron» a los intereses de las distintas instancias (monarquía, municipios, Cortes, Iglesia y señoríos) depositarias de una parte del poder público a finales de la época medieval. Partiendo de la premisa de que aquellos organismos constituyeron, durante los siglos XIV-XV, agentes económicos de primer orden, tres eran los objetivos básicos que perseguía el proyecto. En primer lugar, se proponía determinar hasta qué punto los bienes y servicios requeridos por las instancias de poder arriba mencionadas fueron proporcionados por determinados financieros o grupos financieros que actuaron simultáneamente en diversos ámbitos institucionales. Asimismo, se pretendía caracterizar a estos individuos y/o grupos: quiénes eran exactamente, cuáles fueron los principales métodos que utilizaron y de qué forma se organizaron para conseguir sus objetivos. Finalmente, otro de los propósitos del proyecto era observar las repercusiones concretas que tuvieron las poderosas dinámicas económicas creadas tanto por los citados organismos como por los financieros que actuaron a su servicio en la vertebración económica del territorio.

      En este contexto teórico, por tanto, se planteó el coloquio de 2013, cuyas jornadas de trabajo acogieron a una veintena de reconocidos ponentes de diferentes países europeos así como a otros investigadores especialistas o interesados en el tema, que actuaron como discussants para enriquecer el intercambio de ideas. En las intervenciones y debates que tuvieron lugar en dicho encuentro se realizó un análisis comparativo de los instrumentos de crédito y de los métodos financieros utilizados por diferentes tipos de agentes –como se ha dicho– tanto a nivel público como privado, y tanto en la ciudad como en el campo, sin que muchas veces –tal como se hizo patente– pudieran distinguirse las fronteras entre los distintos ámbitos. Concretamente, se contemplaron tres líneas de análisis fundamentales: 1) el origen, las características y la difusión de determinados instrumentos formales de crédito: contratos públicos, instrumentos privados, obligaciones en corte jurisdiccional…; 2) el uso de los registros contables, prestando una atención especial a las relaciones crediticias que se escondían tras los asientos; 3) los agentes financieros y su estructura de negocios: compañías, sociedades, tablas de cambio y otras formas de organización comercial y financiera. Lógicamente, la Cataluña bajomedieval ocupó un lugar privilegiado en la reunión, dado que esta se planteó fundamentalmente como la búsqueda de los puntos de intersección entre los dos proyectos organizadores. Pero también quiso darse cabida a otras realidades históricas, tanto peninsulares (Corona de Aragón y Castilla) como europeas (Francia, Inglaterra, Italia y Países Bajos), para ofrecer el contrapunto al caso catalán.

      Fruto de una selección de las ponencias presentadas al seminario, más algunos otros estudios añadidos a posteriori para enriquecer el contenido de la obra, son los 16 trabajos que aquí se publican, centrados en Cataluña (5), la Corona de Aragón (4), Castilla (2) y otras regiones del Occidente europeo (5) durante la baja Edad Media y principios de la Moderna. Cabe advertir que prácticamente todos estos estudios fueron entregados con anterioridad a 2017 y que por razones diversas la publicación se ha retrasado más de lo que más de lo que hubiéramos deseado. Ello explica que, lamentablemente, no hayan podido incluirse referencias bibliográficas posteriores a dicha fecha, salvo en el caso de publicaciones en prensa citadas como tales en los textos originales y completadas en pruebas de imprenta.

      Hecha esta salvedad, y por lo que se refiere al contenido del libro, resulta difícil sintetizar las cuestiones tratadas en unas pocas líneas, ya que más allá del criterio geográfico y de las directrices generales del coloquio celebrado en 2013 no siempre pueden distinguirse con nitidez los límites entre los temas tratados en los distintos estudios. Pese a todo, si tenemos en cuenta el aspecto priorizado en cada uno de ellos, podemos agruparlos en los tres grandes ámbitos arriba mencionados: los instrumentos y las instituciones que posibilitaron las operaciones de crédito, las fuentes contables o de otro tipo que permiten su estudio y los agentes que, como acreedores, deudores o intermediarios, realizaron dichas transacciones crediticias.

      Dentro del primer ámbito, hallamos cuatro estudios que se centran fundamentalmente en el análisis de un determinado instrumento de crédito o de instituciones relacionadas con este tipo de transacciones financieras.

      Así, por ejemplo, el de M. Arnoux tiene por objeto las operaciones crediticias que se establecieron en torno a la compraventa de rentas frumentarias en la campiña normada durante los siglos XIII-XV. Dichas rentas frumentarias se convirtieron en este caso en un activo que proporcionaba a los deudores sumas considerables de capital con las que incrementar las propiedades agrarias o realizar inversiones en infraestructuras productivas, y a los acreedores –monjes, habitualmente– una importante cantidad de cereal con el que aprovisionarse y especular. Todo ello gracias un instrumento que, además, permitía esquivar la creciente inestabilidad monetaria provocada por las políticas fiscales de la monarquía desde finales del siglo XIII.

      El mercado de rentas es el objeto de estudio de J. Zuijderduijn, que centra su análisis en la capacidad de los