Ángel Alcalde Fernández

Excombatientes y fascismo en la Europa de entreguerras


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de estas evaluaciones exageradamente optimistas, la realidad era que la ANC había reafirmado en el congreso su autoridad y su independencia con respecto a otras organizaciones, particularmente los Fasci di combattimento: el símbolo del excombatiente estaba todavía lejos de ser patrimonio de los fascistas.

      En la primera mitad de 1919, el concepto del veterano todavía no estaba políticamente definido. Pero en la segunda mitad del año, tras la firma del Tratado de Versalles, un proceso de apropiación simbólica consolidó una representación transnacional muy extendida del excombatiente como paradigmático antibolchevique. En Italia, este constructo cultural jugó un papel determinante en los orígenes del Fascismo, aunque esta consecuencia nunca fuese inevitable. En este apartado demostraré que la supuesta orientación antisocialista de los veteranos italianos fue un fenómeno contingente y construido, producto de una larga evolución de los discursos y representaciones promovidos sobre todo por el Fascismo. Al mismo tiempo, mostraré que la adhesión de los veteranos italianos al movimiento fascista fue tan solo un fenómeno relativo. Se trató sobre todo de una construcción discursiva, resultado de un proceso de apropiación simbólica en el que el verano de 1919 fue un momento clave.

      No obstante, tras la firma del Tratado de Versalles, los burgueses nacionalistas intensificaron la lucha para hacerse con el control del símbolo del veterano de guerra. Su animadversión hacia el Gobierno de Nitti y su frustración con la «victoria mutilada» condujeron a momentos de una gran tensión, como el producido el 30 de junio de 1919 después de un mitin nacionalista de protesta en el teatro Augústeo de Roma, que desató violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. Entre los más agresivos en la concentración se encontraban muchos jóvenes oficiales ataviados con sus uniformes, algunos de los cuales fueron arrestados o heridos en los altercados. Al día siguiente, el órgano nacionalista L’Idea Nazionale salió afirmando en primera plana, de forma apasionada, que el vil Gobierno había atacado a los «veteranos» (combattenti).