Seguimos en nuestro análisis textual el importante estudio de Jesús García Trapiello, Introducción al estudio de los Salmos (Salamanca y Madrid: San Esteban y EDIBESA, 1997, pp.33-36).
31 J.L. Crenshaw, The Psalms. An Introduction (Grand Rapids: Eerdmans Publishing Co., 2001), pp.72-4.
32 Guía nuestro análisis en torno a este novel tema de estudios bíblicos, la obra de Othmar Keel en torno a la iconografía en mundo de la Biblia: The Symbolism of the Biblical World: Ancient Near Easter Iconography and the Book of Psalms (Winona Lake: Eisenbrauns, 1997).
33 A.A. Anderson, op.cit., pp.51-52.
34 Véase «Fiestas judías y días sagrados», en la Biblia de estudio. Reina Valera-1995 (Miami: SBU, 1995, p.173).
35 Biblia de estudio, Reina Valera-95, op.cit., p.520.
36 En torno al tema de la interpretación de los salmos, véanse particularmente las importantes obras de Miller, op.cit.; Mays, op.cit.; Brueggemann, op.cit.
37 Véase a McCann, p.cit., pp.16-19.
38 El erudito que se relaciona con el descubrimiento y uso de esta metodología es el alemán Hermann Gunkel; y en torno a este asunto, véase su obra, The Psalms: A form-Critical Introduction, trans. T.M. Horner (Philadelphia: Fortress Press, 1967).
39 El nombre que más se ha relacionado con esta fundamental teoría para el estudio de los salmos es el de Sigmund Mowinckel, que a su vez era un discípulo de Gunkel. The psalms in Israel’s Worship, trans. D.R. Ap-Thomas. 2 Vols. (Nashville: Abingdon Press, 1962).
40 Véanse los estudios de Claus Westermann, Praise and Lament in the Psalms, trans. Keith R. Crim and Richard N. Soulen (Altanta: John Knox Press, 1981).
41 El llamado a superar la crítica de las formas para llegar al estudio de la crítica retórica lo dio James Muilinburg en el 1968, en su discurso inaugural como presidente de la Sociedad de Literatura Bíblica; «Form Criticism and Beyond», JBL 88(1969):1-18.
42 La figura cimera en los estudios conocidos como crítica canónica es Brevard Childs; véase, entre sus obras, «Reflections n the Modern Study of the Psalms», Magnalia Dei, The Mighty Acts of God: Essays in Memory of G. Ernest Write, eds., F.M. Cross, W.E. Lemke, P.D. Miller (Garden City, NY: Doubleday, 1976).
43 Respecto a los proponentes de esta metodología o acercamiento al estudio de los salmos, debemos señalar prioritariamente los estudios de Mays, op.cit.; véanse también las obras de Gerald Wilson, The Editing of the Hebrew Bible, SBL, Dissertation Series 76 (Chico, CA: Scholars Press, 1985) y de David M. Howard, «Editorial Activity in the Psalter: A State-of-the-Field Survey», Word and World 9/3 (Summer 1989): 274-85.
44 Las contribuciones literarias y teológicas de Gunkel, Mowinckel y Westermann al estudio de los Salmos han sido fundamentales y extraordinarias. La metodología de estudio de las fuentes o géneros, relacionada principalmente con los estudios de Gunkel y sus discípulos, ha dominado durante el último siglo la disciplina de estudios del Salterio; Gunkel, op.cit. Pueden estudiarse también diversas respuestas y usos de la metodología de Gunkel en Mowinckel, op.cit.; Westermann, op.cit.; Mays, op.cit.; Miller, op.cit.; Anderson; op.cit.; Weiser, op.cit.
Los géneros literarios mayores que identifica Gunkel en su obra son los siguientes: himnos, lamentación colectiva, salmos reales, poemas cultuales individuales y lamentación individual; también identifica algunos géneros menores, tales como: cánticos de peregrinación, acciones de gracias colectivas, salmos de venganza y relatos de gestas pasadas. En el libro de Mannati, op.cit., pp.12–63, se incluyen trece géneros literarios específicos en los Salmos, que adelantan aún más el análisis de Gunkel.
45 Longman III, op.cit., pp.28-45.
46 Aunque la gran mayoría de los estudiosos acepta los géneros principales de los Salmos identificados por Gunkel –posiblemente con algunas variantes menores–, no siempre se denominan o se traducen al castellano de la misma manera. En nuestro estudio y comentario, generalmente seguiremos las propuestas que se incluyen en la obra de Mays, op.cit. pp.19-29; las variantes a esa metodología se identificarán en el comentario.
47 Se han propuesto, para el estudio literario del Salterio, categorías diferentes para la clasificación de sus géneros, sin embargo, a mayor cantidad de géneros difierentes menor la utilidad educativa y práctica. P.ej., en la obra de Alonso Schokel y Carniti, op.cit., pp.91-106, se hace una lista de once categorías literarias mayores de los Salmos; y en la edición de estudio de la Biblia RVR-95, op.cit., pp.658-659, se identifican otras once, que no coinciden necesariamente con las nomenclaturas de otros estudiosos. En esta obra hemos decidido seguir el modelo de menos categorías literarias para facilitar la comprensión teológica de la obra y facilitar de esa forma su utilización educativa.
48 Generalmente, en introducciones al Antiguo Testamento y al libro de los Salmos, estas oraciones se conocen como lamentaciones; en este comentario hemos evadido esa terminología pues puede producir una carga negativa en el oyente y lector: ¡Estos salmos no son, evidentemente, las expresiones de frustración de alguna persona herida por la vida!
49 Longman III, op.cit., pp.31-33; véase, respecto al tema de las frustraciones de los salmistas, la importante obra de Clauss Westermann, Los Salmos de la Biblia (Bilbao: Ediciones EGA, 1994).
50 Un estudio clásico e importante sobre la teología de los Salmos, desde una perspectiva sistemática, es el de Hans-Joachim Kraus, Teología de los Salmos (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1985). De particular importancia son sus capítulos sobre el Dios de Israel (pp.19-59) y sobre el ser humano ante Dios (pp.183-240).
51 La obra que principalmente guiará nuestro estudio y reflexiones en torno a la teología de los Salmos es la de J.L. Mays, op.cit.; sin embargo, referente al mismo tema, pueden estudiarse los siguientes libros: Craigie, op.cit.; H. Ringgren, La fe de los salmistas (Buenos Aires: La Aurora, 1979); H. J. Kraus, op.cit.; y J. Limburg, «Book of Psalms» The Anchor Bible Dictionary. Vol 5 (New York: Doubleday, 1992).
52 He traducido las fórmulas tradicionales del Salmo de forma inclusiva, no sólo para incorporar directamente a toda la comunidad que adora –p.e., hombres y mujeres, niños y niñas, y personas ancianas–, sino para superar el personalismo que insinúa la traducción individual del poema y hacer justicia a los conceptos de comunidad que se ponen claramente de manifiesto en el poema.
53 Véanse