American College of Sports Medicine

Manual ACSM para el entrenador personal (Color)


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la tensión unidireccional. Cuando el tendón es plano y ancho, se denomina aponeurosis. Los tendones y las aponeurosis proporcionan el vínculo mecánico entre el músculo esquelético y el hueso. A menudo, entre los tendones y las prominencias óseas se disponen bolsas, que hacen que los tendones se puedan deslizar fácilmente a través de los huesos (31).

       CLASIFICACIÓN DE LOS MÚSCULOS ESQUELÉTICOS

      Los músculos esqueléticos se pueden clasificar en función de la arquitectura de las fibras musculares que los integran (es decir, de la disposición de la fibra muscular en relación con la línea de tracción del músculo) (fig. 3.10). Es característico que los músculos presenten una disposición paralela o penniforme. En los músculos paralelos, las fibras musculares discurren en línea con la tracción del propio músculo. Los fusiformes (p. ej., bíceps braquial) tienen una disposición en paralelo y forma de huso, con ahusamientos en ambos extremos. Por su parte, los músculos longitudinales presentan forma de banda, con fibras paralelas (p. ej., sartorio). Los músculos cuadrados (p. ej., romboides) presentan cuatro lados, y suelen ser planos y estar integrados por fibras paralelas. Los músculos en forma de abanico o triangular (p. ej., pectoral mayor) contienen fibras que se expanden radialmente desde una estrecha inserción en un extremo hacia otra más ancha en el extremo opuesto (38).

      En los músculos penniformes, las fibras discurren en dirección oblicua o formando un ángulo con respecto a la línea de tracción. Estos músculos pueden diferenciarse en unipenniformes (con fibras solo a un lado del tendón; p. ej., flexor largo del pulgar), bipenniformes (con fibras a ambos lados de un tendón situado en posición central; p. ej., recto femoral) o multipenniformes (con dos o más fascículos que se insertan oblicuamente y se combinan en un único músculo; p. ej., subescapular) (38).

      Los músculos también se distinguen en función del número de articulaciones sobre las que actúan. Por ejemplo, un músculo que induce movimiento en una sola articulación es uniarticular (p. ej., braquial). Los que atraviesan más de una articulación se designan como biarticulares (cuando actúan sobre dos articulaciones; p. ej., isquiotibiales y bíceps braquial) o multiarticulares (p. ej., erector de la columna). La principal ventaja de los músculos bi- y multiarticulares es que un único músculo es necesario para generar tensión en dos o más articulaciones. Ello optimiza la eficacia y hace que se conserve energía. En muchas situaciones, la longitud del músculo se sitúa entre el 100 y el 130% de la que presenta en reposo. Cuando un lado del músculo se acorta, el otro se alarga, manteniendo una longitud global constante. Esta propiedad de los músculos bi- y multiarticulares favorece la producción de tensión (4).

      FIGURA 3.8. Vista anterior de los músculos superficiales. Tomado de Anatomical Chart Co., con autorización.

      FIGURA 3.9. Vista posterior de los músculos superficiales. Tomado de Anatomical Chart Co., con autorización.

      FIGURA 3.10. Arquitectura (A) y forma (B) musculoesqueléticas. Tomado de Oatis CA. Kinesiology. The Mechanics and Pathomechanics of Human Movement. Baltimore, MD: Lippincott Williams & Wilkins; 2003, con autorización.

       CÓMO PRODUCEN MOVIMIENTO LOS MÚSCULOS

      Los músculos esqueléticos producen una fuerza que se transfiere a los tendones, que, a su vez, ejercen tracción de los huesos y de otras estructuras, como la piel. La mayoría de los músculos atraviesa una articulación; en consecuencia, cuando un músculo se contrae, tira de uno de los huesos articulados en dirección al otro. Habitualmente, los dos huesos articulados no se mueven de igual manera, ya que uno de ellos permanece relativamente estacionario. La unión que suele ser más estacionaria y proximal (en especial en las extremidades) se denomina «origen», en tanto que la unión localizada en el hueso que más se mueve, y que suele localizarse más distalmente, se designa como «inserción» (4).

       FUNCIONES DE LOS MÚSCULOS

      Los movimientos del cuerpo humano habitualmente precisan la acción conjunta de varios músculos, más que la intervención de uno solo que se encargue de todo el trabajo. Debe tenerse en cuenta que los músculos no pueden dar impulso, sino solo aportar tracción. En consecuencia, la mayoría de los músculos esqueléticos están acondicionados en pares opuestos, como los flexores-extensores, rotadores internos-externos y abductores-aductores. Los músculos se pueden clasificar según sus funciones durante el movimiento (38). Cuando un músculo o grupo de músculos es responsable de la acción de un movimiento, se dice de ellos que son «motores primarios» o «agonistas». Por ejemplo, durante una flexión de bíceps, los músculos motores principales son los flexores del codo, que comprenden el bíceps braquial, el braquial y el braquiorradial. El grupo opuesto de músculos es el de los antagonistas (p. ej., músculos tríceps braquial y ancóneo en la flexión de bíceps). Los antagonistas se relajan para permitir el movimiento primario y se contraen para actuar como freno a la conclusión del movimiento. Además, la mayor parte de los movimientos implica también a otros músculos, a los que se llama «sinérgicos». La función de los músculos sinérgicos es prevenir movimientos no deseados, lo que ayuda a que los músculos motores primarios presenten un rendimiento más eficaz. Los sinérgicos también pueden actuar como fijadores o estabilizadores. En tal función, los músculos estabilizan una porción del cuerpo contra una fuerza (38). Por ejemplo, los músculos escapulares (p. ej., romboides, serrato anterior y el trapecio) han de aportar una base estable que sirva como soporte de los músculos de la extremidad superior durante el movimiento de lanzamiento. La cocontracción es la contracción simultánea de los agonistas y los antagonistas. La cocontracción de los músculos abdominales y lumbares, por ejemplo, contribuye a estabilizar la parte inferior del tronco durante los movimientos de la misma (25).

       ANATOMÍA DE LAS ARTICULACIONES Y CONSIDERACIONES ARTICULARES ESPECÍFICAS

      Las acciones de los músculos generan una fuerza que da lugar al movimiento de las articulaciones durante el ejercicio. Los entrenadores personales necesitan disponer de sólidos conocimientos sobre la anatomía funcional y la cinesiología de las principales estructuras articulares. En las tablas 3.4 y 3.5 se resumen los principales movimientos articulares, los músculos que los originan, los valores normales de ADM y ejemplos de ejercicios de resistencia para los músculos. Este conocimiento conforma la base de desarrollo de los programas de ejercicios que se vayan a emplear en el entrenamiento (8). En la presente sección se describen la estructura y la función de cada una de las principales articulaciones del cuerpo, diferenciando cuatro apartados:

      1. Estructura: ¿cuáles son las consideraciones iniciales sobre la estructura articular (p. ej., huesos, músculos, tendones, ligamentos, cartílagos, bolsas) y sobre su capacidad de movimiento?

       2. Movimientos: ¿qué movimientos tienen lugar en esa articulación? ¿Cuál es la ADM normal para cada uno de los movimientos?

       3. Músculos: ¿qué músculos específicos se utilizan para generar los movimientos? ¿Cómo son los que se van a emplear (p. ej., agonistas, sinérgicos, estabilizadores?

       4. Lesiones: ¿qué lesiones son habituales en la estructura articular?

       Extremidad superior