Mark Dever

Las nueve marcas de la iglesia sana


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aún. Todavía estamos trabajando bajo los resultados de los pecados de nuestros primeros padres y de nuestros propios pecados. En aquel día, la fe dará lugar a la vista finalmente, pero por ahora estamos en una etapa diferente — aunque por la gracia de Dios esta no es una etapa de desesperación total. Él nos da Su Palabra y Él nos da fe. Vivimos en un tiempo de fe. Y, por lo tanto, como nuestros primeros padres, como Noé y Abraham, los israelitas y los antiguos apóstoles, confiamos en la Palabra de Dios.

      ¿Qué significa todo esto para nuestras iglesias? La predicación de la Palabra debe ser absolutamente central. La predicación sana y expositiva es generalmente la fuente de crecimiento en una iglesia. Permite que un buen ministerio expositivo sea establecido y mira lo que sucede. Olvida lo que dicen los expertos. Mira cómo personas hambrientas son transformadas cuando el Dios vivo les habla a través del poder de Su Palabra. Como sucedió en la experiencia de Martín Lutero, esa atención cuidadosa a la Palabra de Dios es el camino a la salvación y es a menudo el principio de la reforma. Como dijo Pablo, «ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación» (1 Corintios 1:21).

      Esto no significa que un ministerio así siempre será popular y bendecido con números crecientes de personas escuchando y siendo bautizadas. Pero sí significa que tal ministerio siempre será correcto. Y alimentará a los hijos de Dios con la comida que ellos necesitan. «No sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová» (Deuteronomio 8:3).

      ¿Tienes un empleo en el cual recibes muchas llamadas telefónicas? Tú sabes que no tienes que devolver algunas de esas llamadas. Sabes que puedes devolver algunas de ellas en cualquier momento, la semana siguiente o el mes siguiente. Pero algunas llamadas son tan importantes que al ver el identificador sabes que tienes que atenderlas de inmediato. ¿Qué pasaría si el mismo Señor te llamara? Creo que responderías inmediatamente. Decimos creer que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios, Dios hablándonos; sin embargo, a menudo la ignoramos y la hacemos a un lado y nos negamos a apartar tiempo para pensar en ella. En cambio, nuestras vidas son consumidas por cosas como salir a cenar con un amigo, ver televisión o leer otros libros y no la Biblia. Esas cosas no son malas. Pero ¿qué significa cuando decimos que la Biblia es la Palabra de Dios? Significa que debemos escucharla y prestarle atención.

      Muchas personas en estos días extraños, e incluso aquellas que dicen que la Biblia es la Palabra de Dios, no tienen la intención de obedecerla. No es sorprendente, entonces, escuchar que el 35 por ciento de personas que profesan ser cristianos nacidos de nuevo dicen que continúan buscando el significado de la vida —el mismo porcentaje entre aquellos que no son cristianos. ¿Qué bien te hace pensar que tienes la Palabra de Dios si no le prestas atención, si no la lees y si no oras con ella y pones tu vida en sumisión a ella?

      La predicación debería tener cierto contenido, cierta transparencia en su forma. Las personas que escuchan la predicación deberían saber que están escuchando la Palabra de Dios predicada. Los miembros de la iglesia deberían animar a los predicadores, orar por ellos y buscar una predicación así, agradeciendo a Dios cuando esta llega. Es bueno predicar la verdad, y predicarla de manera que las personas puedan ver de dónde viene esa verdad. Eso, más que cualquier otra cosa, es lo que los cristianos necesitan.

      Así que, ¿qué elementos se necesitan para tener una muy buena iglesia?

      Más que estacionamientos, bancas, bienvenidas, programas, guardería, música y todas las cosas de las cuales te pregunté al principio de este capítulo, incluso más que el predicador, lo importante es lo que se predica —la Palabra de Dios. Porque «No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mateo 4:4).

       OTROS RECURSOS

      • Para estudio grupal: Oyendo la Palabra de Dios: La predicación expositiva, un estudio bíblico inductivo de seis semanas de 9Marcas.

      • Para un estudio más profundo: Preach: Theology Meets Practice [Predicación: Un encuentro entre la teología y la práctica], escrito por Mark Dever y Greg Gilbert.

      • Para continuar meditando: Reverberation: How God’s Word Gives Light, Freedom, and Action to His People [Reverberación: Cómo la Palabra de Dios da luz, libertad y acción a Su pueblo], escrito por Jonathan Leeman.

      LO QUE VIENE

      Segunda marca: teología bíblica

      • El Dios de la Biblia es un Dios creador

      • El Dios de la Biblia es un Dios santo

      • El Dios de la Biblia es un Dios fiel

      • El Dios de la Biblia es un Dios amoroso

      • El Dios de la Biblia es un Dios soberano

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