José Antonio Piqueras

El pensamiento económico del reformismo criollo


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sin pagar indulto, desembarque en Cádiz y los demás derechos. Según los mexicanos, si a los factores españoles se les ordenaba permanecer en Xalapa, el riesgo de que obtuvieran plata de diezmo era menor que si se internaban a la ciudad de México, adonde era frecuente que llegara esa plata. Y desde luego, el peligro aumentaba si se les permitía ir directamente a los reales mineros, donde seguro la plata que sacaran sería de diezmo, todo lo cual favorecía a los extranjeros21.

      A las dificultades cotidianas se sumaban las situaciones extraordinarias. En 1727, el 27 de marzo, España una vez más le declaró la guerra a la Gran Bretaña y de nueva cuenta se alteró el orden comercial dentro de todo el imperio español. Como parte de las represalias de guerra, el gobierno español ordenó a todos los ingleses que no tuvieran vecindad reconocida, que salieran inmediatamente de los territorios españoles. Además, se ordenó a las autoridades españolas que embargaran todos los bienes y efectos de los ingleses, lo que en Nueva España significó retener uno de los famosos navíos anuales ingleses de la Compañía Real de Inglaterra, el Prince Frederick, que había llegado a Veracruz junto con las naves Spotswood y Príncipe de Asturias en 1725.

      Sorprendentemente, el 5 de abril de 1727, apenas unos días después de la declaración de guerra, se expidió una real orden que permitió de nueva cuenta que los ingleses de la Compañía se internaran en Nueva España, pero precisamente por la guerra y el embargo ese permiso quedó en suspenso. La guerra terminó en 1728 y a partir de entonces se inició un largo y tortuoso proceso de restitución de las propiedades inglesas que culminó al final del año de 1729. El 26 de enero de 1731 se envió al virrey Casafuerte una nueva cédula acerca de ese permiso de internación, a la que el virrey respondió que todos los ingleses estaban en su factoría en el puerto de Veracruz y que acaso solo habría uno en la ciudad de México, pero según el virrey de aquí no pasaría. No sería sino hasta 1732 que se permitió a los ingleses enviar a Veracruz un nuevo navío anual, el Royal Caroline, y con este permiso el rey de España les dio a los ingleses un nuevo permiso de internación, pues fueron autorizados a subir a Xalapa o adonde se celebrara la feria en cuanto llegara la flota española, para que allí vendieran sus mercancías libres de todos los derechos junto con las de la flota española que estaba por llegar: la del comandante Rodrigo de Torres.

      Pero la paz entre España y Gran Bretaña no duraría mucho tiempo. La política del ministro José Patiño para abatir el contrabando inglés por medio de guardacostas avivó la animadversión entre ingleses