Loli Curto

Macrobiótica I


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y que es una señal de alarma que nos proporciona, no para introducir un suplemento que nos vuelva dependientes, sino para corregir una causa que irá creciendo si no la revertimos.

      El sistema morfológico es un mapa en el cual poder apre­ciar las bases genéticas hereditarias de la persona, así como el estado de los órganos internos en cada zona de la cara co­rrespondiente con cada sistema: circulatorio, nervioso, res­piratorio, digestivo, hormonal, linfático, etc.

      RELACIONES ENTRE CARA Y ÓRGANOS

gráfico

      Pongo unos ejemplos prácticos, sin profundizar en ellos, para mostrar cómo se gestiona el diagnostico morfológico:

      Boca

      Representa el sistema digestivo y podemos verlo reflejado en ella. Cuanto más grande, más débil es su sistema digestivo.

      Labios

      La parte superior refleja el estómago; la inferior, el intestino del­gado; la interna, el intestino grueso; y la externa, el duo­deno.

      Lengua

      Es un mapa donde se encuentran todos los órganos refleja­dos, por zona, tamaños y capas. Por otra parte, la saburra lin­gual o capa blanquecina sobre ella nos permite precisar los diferentes niveles de acidez de nuestro pH.

      Cejas

      Reflejan la fortaleza física y la vitalidad. Su depilación re­du­ce nuestra fuerza y no nos permite diagnosticar con precisión. Se dividen en tres partes:

      • La zona del inicio de la ceja o el origen refleja los tres meses de embarazo y la juventud.

      • La zona media, los seis meses de embarazo y la edad adulta.

      • El final, la última fase de embarazo y la vejez.

      Globo ocular

      • El color azul significa menos luz solar y es propio de las personas que nacen en el norte.

      • El color marrón es propio de países con cuatro estaciones y más luz solar, como los países del este.

      • El color negro del trópico, con máxima luz solar, es pro­pio de países del sur.

      Como ejemplo de esta metodología se encuentra la iri­do­logía de Bernard Jensen.

      El extremo sampaku yang, muy diagnosticado en Oriente y en la Macrobiótica, se refiere a personas muy desequilibra­das y con fuertes psicopatías, asesinos famosos en los que po­demos observar a través de sus caras y ojos que sufrían este extremo. Las personas con sampaku yin se dice que son demasiado buenas y suelen ser líderes sociales que brillan por su bondad y suelen morir asesinados. Estos dos extremos de desequilibrios energéticos muestran que el compor­tamiento se puede regular. Los padres de esas personas po­dían haber cambiado con la dieta, desde la más temprana infancia, esa condición tan extrema.

      Orejas

      Podemos ver el sistema digestivo, el sistema nervioso y el sistema circulatorio. Las orejas de Buda se caracterizan por un lóbulo muy grande que cuelga. Este produce grandes re­ser­vas de minerales, lo que genera un cerebro muy potente con más capacidades de las habituales y más funciones ner­vio­sas, que le permiten un control total ante cualquier situa­ción adversa. En la actualidad este tipo de oreja prácticamente no existe, porque hay grandes déficits de minerales en toda la so­ciedad debido al abuso de alimentos que los consumen has­ta agotarlos y también a los cultivos abusivos deficitarios. Existe una metodología terapéutica que demuestra este mapa de diagnóstico: la auriculopuntura.

      Frente

      Toda la posición física y mental, cada área, se corresponde con zonas del cuerpo. Los intestinos muestran el estado de salud, y cualquier señal que aparezca —manchas, arrugas, gra­nos, escamaciones, rojeces…— es una señal para interpretar cómo están nuestros intestinos.

      Pelo

      Toda la cabeza humana es un mapa distribuido por múl­tiples áreas que se corresponden con órganos y sistemas. El color, la textura, la abundancia, el brillo, la carencia, las zonas donde se produce la caída… se corresponden con cier­tos órganos y se manifiestan en toda la estructura capilar, así como en su raíz. Las líneas de expresión están marcando el funcionamiento del pasado y el actual de nuestros órganos internos, y siempre muestran nuestros excesos.

      Una de las leyes de los doce principios es la relatividad, y esta dice que «no hay nada neutro», que o bien el yin o bien el yang se hallan en exceso en cualquier fenómeno.

      Los alimentos de los que abusó nuestra madre durante el embarazo están grabados en nuestra cara a través de las líneas de expresión. Los órganos internos, según la metodo­logía oriental, interactúan entre ellos creando la compleja personalidad individual. Cada órgano contribuye a modelar el carácter de la persona. Actualmente las nuevas generacio­nes nacen con unos déficits de energía hereditaria más gran­des que las generaciones de nuestros abuelos. Esto se debe a que en un periodo corto de 50-60 años los hábitos alimenta­rios han cambiado drásticamente. Ellos se alimentaban bá­si­camente cada día de legumbres, cereales, semillas, verduras, lácteos no envasados de animales sanos no tratados diariamente con antibióticos y proteína de animal en menos can­ti­dades, así como fruta una vez al año; no refinaban los alimentos como la harina; no había granjas, ni cultivos transgénicos, ni contaminación ambiental; había aguas limpias, tierra sana… En la actualidad se come básicamente todo en­vasado con un altísimo porcentaje de procesados y aditivos químicos, alimentos desvirtuados sin su potencial energéti­co. Esto produce efectos en los niños, que nacen ya con proble­mas de salud crónicos.

      Se podría decir que todos somos víctimas directas o in­directas, unos más que otros, de las trampas de la industria, no solo la alimentaria, sino de muchos otros sectores. Inclu­so afecta a nuestra mentalidad, y hemos llegado a dar por validas ciertas ideas sobre alimentación que nos proponen y que nos alejan de la lógica que impone la naturaleza.

imagen adorno parte II

      PARTE II

      LA MACROBIÓTICA

Capítulo 04. ¿QUÉ ES LA MACROBIÓTICA?

      UNA FORMA DE PENSAR

      Y UN ESTILO DE VIDA

      Muchas personas han oído hablar de la Macrobiótica como un sistema de alimentación, pero no todas saben en qué con­siste y, sobre todo, qué beneficios puede aportar a nues­tra sa­lud y a nuestra armonía interior.

      No se trata de un vegetarianismo extremo, que está tan de moda, ni de una dieta para adelgazar. En realidad, la Macrobiótica es una síntesis práctica de la filosofía y la medici­na oriental que incluye la terapia dietética o alimentación equilibrada y que se presenta como el camino ideal para ob­tener el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual. estos objetivos y conceptos, aunque parecen inalcanzables, son po­sibles aplicando correctamente las leyes universales, ya que, según demuestra la medicina oriental, unos dependen de otros, están unidos y son interdependientes.

      El conjunto de métodos de la filosofía oriental macrobió­tica actual nació a principios del siglo XX en Japón y preten­de prevenir y resolver un buen número de síntomas a través de la nutrición según diagnóstico previo de la consti­tución y la condición de cada persona. Durante estos cien años de práctica de la dieta estándar por parte de sus numerosos se­guidores han quedado demostrados los beneficios que pue­de aportar a la salud. Actualmente mantiene sus características curativas si se aplica con conocimiento profundo del yin y el yang en el diagnóstico de los excesos y deficiencias, así como en la selección de los alimentos apropiados para contra­rrestar esos excesos y deficiencias,