Gerhard Zeeb

Manual de entrenamiento de fútbol


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dribling, entradas, etc.), mareaje apresurado y pressing, combinaciones, uno contra uno, situaciones estándar

      1. Introducción o calentamiento

      Sirve para la aclimatación física y psicológica con el objetivo de calentar y de motivar a los jugadores para alcanzar la disposición para el rendimiento necesaria para las siguientes fases de esfuerzo físico del entrenamiento.

      Los ejercicios deberían comprender todo el cuerpo, carreras suaves con gimnasia y estiramientos así como pequeños juegos con el balón.

      La duración del calentamiento depende de las condiciones climatológicas y del consiguiente esfuerzo y debería situarse entre los 20 y los 25 minutos.

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      2. Parte principal - Logro de objetivos

      Su contenido viene determinado por el objetivo en sí del entrenamiento y abarca el aprendizaje o el asentamiento de los elementos técnico-tácticos y del comportamiento en el juego así como de la mejora y mantenimiento de la condición física.

      Aquí deben observarse los siguientes principios:

      - Una relación correcta entre recuperación y esfuerzo.

      - Un orden lógico de los diferentes ejercicios: los ejercicios técnicos, que exigen una gran concentración, se colocan al principio de esta parte principal. Lo mismo es aplicable a los ejercicios de velocidad y potencia de arrancada, si se desean obtener los efectos deseados. Así, por ejemplo, el entrenamiento de tiros a portería con consideraciones técnicas vendrá al principio de la parte principal. En cambio, los ejercicios de disparos a portería, donde prevalecen las consideraciones tácticas, irán al final de la parte principal.

      - No sobrecargar el entrenamiento, es decir, no intentar entrenar demasiados elementos.

      Para esta parte se contará con un 60 % del tiempo total del entrenamiento, es decir, unos 40-50 minutos.

      3. Final o vuelta a la calma

      Aquí se intentará aplicar a la práctica futbolística las formas de juego enseñadas en la parte principal, demostrando lo que se ha aprendido y procurando relajar (enfriar) el organismo.

      Para ello son indicados principalmente los partidos con dos porterías o partidillos con incidencia en determinadas tareas, que vendrán seguidos de las carreras con baja intensidad obligatorias.

      Tiempo: aprox. 20-30 minutos.

      En la planificación del esfuerzo y de los contenidos el entrenador se orienta por una parte en la dinámica de carga perseguida en función de la periodización (Figura 4, pág. 38) y por otra en el nivel actual de rendimiento del equipo, donde además deben considerarse factores de influencia externos. Así, por ejemplo, después de derrotas deberían introducirse ejercicios que sean fáciles y realizados con ganas por los jugadores, para recuperar la moral y elevar los ánimos hundidos.

      En cambio, después de las victorias deben evitarse las manifestaciones de superioridad y que el equipo siga “teniendo los pies sobre el suelo”.

      LA CONCENTRACIÓN EN LA PRETEMPORADA (stage)

      Un creciente número de equipos tiende a incluir una concentración de entrenamiento de varios días como parte fija de la pretemporada.

      La razón de llevar a cabo una concentración en el marco de la pretemporada es su creciente popularidad entre los jugadores y entrenadores. Viene a ser una buena opción en las pretemporadas no precisamente muy apreciadas entre los futbolistas y permite durante unos días concentrarse completamente en el fútbol.

      El cambio de localidad que en la mayoría de casos trae consigo una concentración, el nuevo entorno, las actividades diarias dirigidas enteramente al entrenamiento y al juego, así como la posibilidad de conocerse mejor suponen un estímulo y una motivación adicional para los participantes.

      En cualquier caso, para los aficionados la duración de una concentración dependerá menos de las necesidades específicamente futbolísticas que de la disponibilidad de tiempo (a menudo tiene que sacrificarse para ella una parte de las vacaciones anuales) y de los medios económicos.

      Pero, independientemente de si sólo se ha previsto un fin de semana largo o, en cambio, una semana, las concentraciones exigen una planificación minuciosa y sistemática.

      La cuestión acerca del objetivo

      ¿Qué se persigue con la concentración?

      viene determinada por los contenidos de la misma.

      Son factibles entre otros los siguientes objetivos, no siendo determinante el orden de los mismos:

      - Fomentar las relaciones interpersonales y la integración de los nuevos jugadores en el equipo.

      - Mejorar las capacidades de la condición física.

      - Optimizar el dominio y las capacidades técnico-tácticas individuales y del equipo.

      - Poner a punto la alineación más fuerte del equipo con vistas al inicio de la temporada.

      En la estructuración del programa deberán preverse además suficientes espacios de tiempo libre para los jugadores, ya que un programa de concentración planificado hasta el último detalle oprime demasiado a los jugadores y posiblemente merme la ilusión con que se acomete.

      Junto a los objetivos fijados deben tenerse en cuenta los diferentes niveles de forma física entre los jugadores, dependiendo ello de en qué momento de la temporada se haga el stage:

       Al principio, a mitad o al final de la pretemporada.

      Es ventajoso efectuar la concentración al principio o mejor aún a mitad de la pretemporada, ya que los jugadores tienen una buena condición de base. El final de la pretemporada no es por experiencia tan adecuado, ya que después de una concentración los jugadores se encuentran en un bajón de rendimiento.

      La moderna metodología del entrenamiento fomenta la alternancia sistemática entre esfuerzo y recuperación. Durante una concentración existe el peligro de que las fases de esfuerzo sean muy intensas, y por el contrario las fases de recuperación no estén en consonancia, resulten demasiado cortas e incluso con contenidos de entrenamiento inadecuados.

      La fase de recuperación sirve por una parte para la necesaria regeneración y permite una subida del rendimiento. El ejercicio físico tiene como consecuencia el consumo de energía, lo que reduce la capacidad de rendimiento. El cansancio que trae consigo este agotamiento de las reservas de energía obliga al organismo a amoldarse al esfuerzo (adaptación). Si la fase de recuperación es suficientemente larga, el nivel de rendimiento alcanzado volverá a su punto de partida.

      Las siguientes medidas contribuyen en buena medida a una recuperación adecuada entre los diferentes esfuerzos:

      - Sueño suficiente (imprescindible es uñ ambiente tranquilo y relajado).

      - Pequeños paseos con aire rico en oxígeno (bosque).

      - Masajes, baños, sauna.

      - Alimentación correcta.

      Las concentraciones a menudo se convierten en el núcleo de la pretemporada. Deporte - Recuperación - Alojamiento - Cuidados - Tiempo libre: Éstos son los factores que aseguran el éxito de una concentración.

      En las concentraciones se combinan diferentes objetivos y en cierta forma son diferentes (jugadores, entrenador y ayudantes). Estos diferentes