American College of Sports Medicine

Manual ACSM para la valoración y prescripción del ejercicio


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en la figura 2.4 para determinar cuándo se recomienda supervisión médica. Aunque la prueba de esfuerzo para personas clasificadas con riesgo bajo no sea una necesidad, la información recabada en una prueba de esfuerzo tal vez resulte útil para establecer una prescripción segura de ejercicio eficaz a estas personas. Recomendar una prueba de esfuerzo para personas con riesgo bajo no se debe considerar inapropiado si el propósito de la prueba es diseñar un programa eficaz de ejercicio. Las recomendaciones de la prueba de esfuerzo presentes en la figura 2.4 reflejan la noción de que el riesgo de episodios cardiovasculares aumenta con una función directa de la intensidad del ejercicio (es decir, vigorosa > moderada > baja) y la presencia de factores de riesgo. Aunque la figura 2.4 aporte umbrales relativos y absolutos para la intensidad moderada y vigorosa del ejercicio, los profesionales del ejercicio y la salud/condición física deben elegir la definición más aplicable (relativa o absoluta) para su escenario y población cuando se tomen decisiones sobre el nivel de detección sanitaria necesario antes del programa de ejercicio y sobre la supervisión médica durante la prueba de esfuerzo. Hay que reparar en que las recomendaciones para el reconocimiento médico y la prueba de esfuerzo de personas con riesgo moderado que deseen participar en un programa de ejercicio vigoroso (fig. 2.4) coinciden con las presentes en las recientes pautas de la AHA (1) (cuadro 2.2).

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      FIGURA 2.4. Recomendaciones para la supervisión de pruebas de esfuerzo basadas en la estratificación de riesgos.

Criterios para la estratificación de riesgos de la American Association Heart (AHA)

       CLASE A: PERSONAS SANAS EN APARIENCIA

      •Incluye a los siguientes individuos:

      1.Niños, adolescentes, hombres <45 años, y mujeres <55 años que no tengan síntomas ni presencia conocida de cardiopatía o factores de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECA).

      2.Hombres ≥45 años y mujeres ≥55 años sin síntomas ni presencia conocida de cardiopatía y menos de dos factores de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECA).

      3.Hombres ≥45 años y mujeres ≥55 años sin síntomas ni presencia conocida de cardiopatía y con dos o más factores de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECA).

      •Pautas de la actividad: No hay más restricciones que las pautas básicas.

      •Electrocardiograma (ECG) y monitorización de la tensión arterial: No requeridas.

      •Supervisión requerida: Ninguna, aunque se sugiere que las personas en la Clase A-2 y sobre todo en la Clase A-3 se sometan a una exploración médica y posiblemente a una prueba de esfuerzo antes de practicar ejercicio vigoroso (12).

       CLASE B: PRESENCIA DE ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR ESTABLE Y DIAGNOSTICADA CON RIESGO BAJO DE COMPLICACIONES DURANTE UN EJERCICIO VIGOROSO, PERO LIGERAMENTE MAYOR QUE EN PERSONAS APARENTEMENTE SANAS

      •Personas con cualquiera de los diagnósticos siguientes:

      1.Enfermedad coronaria (infarto de miocardio, operación de injerto de derivación aortocoronaria, angioplastia coronaria transluminal percutánea, angina de pecho, prueba de esfuerzo anormal y angiografía coronaria anormal) estable y con las características clínicas abajo destacadas.

      2.Valvulopatía, con exclusión de estenosis valvular o regurgitación graves, y con las características clínicas abajo destacadas.

      3.Cardiopatía congénita.

      4.Miocardiopatía, fracción de eyección ≤30%; comprende pacientes estables con insuficiencia cardíaca con cualquiera de las características clínicas destacadas abajo, pero no miocardiopatía hipertrófica ni miocarditis reciente.

      5.Anomalías en la prueba de esfuerzo que no cumplan los criterios de la Clase C.

      •Características clínicas:

      1.Clase 1 o 2 de la New York Heart Association.

      2.Capacidad de ejercicio ≤6 MET.

      3.Sin evidencias de insuficiencia cardíaca congestiva.

      4.Sin evidencias de isquemia miocárdica o angina de pecho en reposo o en la prueba de esfuerzo o por debajo de 6 MET.

      5.Elevación apropiada de la tensión arterial sistólica durante el ejercicio.

      6.Ausencia de taquicardia ventricular sostenida o no sostenida en reposo o durante el ejercicio.

      7.Capacidad para supervisar uno mismo satisfactoriamente la intensidad de la actividad.

      •Pautas de la actividad: La actividad se debe individualizar, y la prescripción de ejercicio estará a cargo de personas cualificadas y aprobada por proveedores de atención médica primaria.

      •Supervisión requerida: La supervisión médica durante la sesión inicial de la prescripción es beneficiosa. Se producirá la supervisión a cargo de personal no médico pero preparado en las otras sesiones de ejercicio hasta que el individuo sepa monitorizar su actividad. El personal médico debe tener formación y titulación en soporte vital cardíaco avanzado. El personal no médico debe tener formación y titulación en soporte vital básico (que comprende RCP).

      •Monitorización ECG y de la tensión arterial: Útil en la fase inicial de la prescripción del entrenamiento, por lo general 6 a 12 sesiones.

       CLASE C: PERSONAS CON RIESGO MODERADO A ALTO DE COMPLICACIONES CARDÍACAS DURANTE EL EJERCICIO Y/O INCAPACES DE AUTORREGULAR LA ACTIVIDAD O DE IDENTIFICAR EL NIVEL DE ACTIVIDAD RECOMENDADO

      •Personas con cualquiera de los diagnósticos siguientes:

      1.ECA con las características clínicas destacadas abajo.

      2.Valvulopatía, con exclusión de estenosis valvular o regurgitación graves, y con las características clínicas abajo destacadas.

      3.Cardiopatía congénita; la estratificación de riesgos estará dirigida por las recomendaciones de la 27.ª Conferencia de Bethesda.a

      4.Miocardiopatía, fracción de eyección ≤30%; comprende pacientes estables con insuficiencia