y detección de la TA elevada; aparecen en el cuadro 3.4. Además de las lecturas elevadas de la TA, las lecturas inusualmente bajas también se deben evaluar por si tuvieran importancia clínica. El Séptimo Informe del Joint National Committee on Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Pressure (JNC7) (Comité Nacional Americano sobre Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión Arterial) aporta pautas para la detección y tratamiento de la hipertensión (11). La tabla 3.1 resume las recomendaciones del JNC7 para la clasificación y tratamiento de la TA en los adultos.
CUADRO 3.4 | Procedimientos para evaluar la tensión arterial en reposo |
1. Los pacientes deben estar sentados tranquilamente al menos 5 minutos en una silla con respaldo (en vez de sobre una mesa de exploración) con los pies en el suelo y los brazos apoyados a la altura del corazón. Los pacientes se deben contener y no fumar cigarrillos ni ingerir cafeína en los 30 minutos previos a la medición.
2. En circunstancias especiales están indicadas mediciones de los valores de pie y en decúbito supino.
3. Coloque con firmeza el manguito con el brazo a la altura del corazón; alinee el manguito con la arteria braquial.
4. Se debe usar un manguito del tamaño adecuado para garantizar una medición precisa. La cámara que contiene el manguito debe rodear al menos el 80% del brazo. Muchos adultos requieren un manguito grande para adultos.
5. Coloque la campana del estetoscopio debajo del pliegue del codo y sobre la arteria braquial.
6. Infle con rapidez el manguito hasta 20 mmHg por encima del primer ruido de Korotkov.
7. Libere lentamente la presión con un ritmo equivalente a 2-5 mmHg por segundo.
8. La TA sistólica es el punto en que se oyen el primero o más ruidos de Korotkov (fase 1), y la TA diastólica es el punto previo a la desaparición de los ruidos de Korotkov (fase 5).
9. Se deben tomar al menos dos mediciones (mínimo de 1 minuto aparte).
10. Informe a los pacientes, verbalmente y por escrito, de las cifras específicas de su TA y las que quiere obtener.
Modificado del National High Blood Pressure Education Program. The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure (JNC7). Washington, DC: 2003; 03-5233. Para recomendaciones adicionales y más detalladas, véase Pickering TG, Hall JE, Appel LJ, y otros. Recommendations for blood pressure measurement in humans and experimental animals. Hypertension. 2005; 45:142-61.
TABLA 3.1. CLASIFICACIÓN Y TRATAMIENTO DE LA TENSIÓN ARTERIAL EN LOS ADULTOS a
FARMACOTERAP »IA INICIAL | |||||
CLASIFICACIÓN TA | TAS mmHg | TAD mmHg | MODIFICACIÓN DEL ESTILO DE VIDA | SIN INDICACIÓN OBLIGATORIA | CON INDICACIÓN OBLIGATORIA |
Normal | <120 | y < 80 | Se anima | ||
Prehipertensión | 120-139 | o 80-89 | Sí | No se indica ningún antihipertensivo | Fármacos para indicaciones obligatoriasa |
Estadio 1 hipertensión | 140-159 | o 90-99 | Sí | Se indican antihipertensivos | Fármacos para indicaciones obligatoriasb |
Según necesidad, otros antihipertensivos | |||||
Estadio 2 hipertensión | ≥160 | o ≥100 | Sí | Están indicados antihipertensivos. Combinación de dos fármacos para la mayoríac |
TA, tensión arterial; TAD, tensión arterial diastólica; TAS, tensión arterial sistólica.
Adaptado del National High Blood Pressure Education Program. The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure (JNC7). Washington, DC: 2003; 03-5233.
aTratamiento determinado por la categoría máxima de la TA.
bSon indicaciones obligatorias insuficiencia cardíaca, postinfarto, riesgo de enfermedad coronaria, diabetes, nefropatía crónica y prevención de ictus recurrente. Tratar a los pacientes con nefropatías crónicas y diabetes para una TA ideal de <130/80 mmHg.
cSe usará una terapia combinada inicial con precauciones en personas con riesgo de hipotensión ortostática.
Adaptado del National High Blood Pressure Education Program. The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure (JNC7). Washington, DC: 2003; 03-5233.
La relación entre TA y el riesgo de episodios cardiovasculares es continua, consistente e independiente de otros factores de riesgo. En personas de 40 a 70 años, cada incremento de 20 mmHg en la TA sistólica o de 10 mmHg en la TA diastólica dobla el riesgo de enfermedad cardiovascular en toda la amplitud de la TA desde 115/75 a 185/115 mmHg. Según el JNC7, las personas con una TA sistólica de 120 a 139 mmHg o una TA diastólica de 80 a 89 mmHg se considerarán prehipertensas y requerirán modificaciones de su estilo de vida que mejoren su salud para prevenir la enfermedad cardiovascular (2, 11).
La modificación del estilo de vida –incluidos la actividad física, la reducción del peso (si fuera necesario), un Plan de Alimentación DASH (es decir, una alimentación rica en verduras, fruta y productos lácteos semidesnatados con un contenido reducido de grasa saturada y grasa total), la reducción del contenido de sodio en la dieta (no más de 100 mmol o 2,4 g de sodio/día) y la moderación en el consumo de alcohol– sigue siendo la piedra miliar del tratamiento antihipertensivo (2, 11). No obstante, el JNC7 subraya que la mayoría de los pacientes hipertensos que precisan farmacoterapia, además de modificaciones del estilo de vida, requieren dos o más fármacos antihipertensivos para alcanzar la TA ideal (es decir, <140/90 mmHg, o <130/80 mmHg para los pacientes con diabetes o nefropatía crónica) (11).
LÍPIDOS Y LIPOPROTEÍNAS
El Tercer Informe del Panel de Expertos sobre Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión Arterial (Adult Treatment Panel III, o ATP III) subraya las recomendaciones del National Cholesterol Education Program (Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol) (NCEP) para las pruebas y tratamiento del colesterol (tabla 3.2) (10). El ATP III y posteriores actualizaciones del National Heart, Lung, and Blood Institute (Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre) (NHLBI), la Asociación Americana del Corazón, y el American College of Cardiology (Colegio Americano de Cardiología) identifican el colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad (LDL) como el objetivo prima-rio de la terapia hipocolesterolemiante (8, 10, 15). Esta designación se basa en una amplia variedad de datos que respaldan que un nivel elevado de LDL-colesterol es un poderoso factor de riesgo de ECA, y que la disminución de dicho nivel logra una reducción de la incidencia de la ECA. La tabla 3.2 resume las clasificaciones que el ATP III hace del colesterol (LDL, total y HDL) y los triglicéridos.
Según