Gonzalo Restrepo Sánchez

Breve historia de los cineastas del Caribe colombiano


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desarrolla su novela Nostromo.

      Años 1900–1910 / 1920: El Caribe cinéfilo

      Los hermanos Di Doménico en el Caribe

      Durante los años 1906 y 1907 se registra que los colombianos alcanzaron a observar algunos cortometrajes en el cine nacional. Rojas (1997) afirma: “Subiendo al alto Magdalena, El gran salto del Tequendama, Parque del Centenario y La procesión de Nuestra Señora del Rosario, en Bogotá” (p. 8); de propiedad y licencia de «L. Gaumont y Co. de Londres». De las producciones cinematográficas caribeñas, la historia no indica nada sobre ello, no obstante, la primera década del siglo XX va a terminar con el arribo a la región de los hermanos Francisco (1880-1966) y Vicente Di Doménico (1882-1955) y de Juan Di Ruggiero. Ellos partieron de Salerno (Italia), en el año de 1908, y llegaron a Colombia en 1910, visitando Barranquilla, Ciénaga y Santa Marta, después de un extenso recorrido por África y América.

      No obstante, meses después —según los historiadores— los hermanos Di Doménico se radicaron en la ciudad de Bogotá. En el año de 1912 inauguran el Teatro Olimpia de Bogotá con el filme italiano La novela de una joven pobre (L'ultimo dei Frontignac, Caserini. 1911). Habría que esperar muy poco, en ese entonces, para que se dieran los primeros vuelos realizados en Colombia, y la ciudad de Barranquilla sería la primera en la que se darían (1912, aunque otras fuentes señalan 1914). Con la creación de la Sociedad Colombo-Alemana de Transporte Aéreo (SCADTA), el 5 de diciembre de 1919, se instituyó la aviación —la segunda aerolínea en el mundo.

      Ese mismo año de 1919, el Gobierno Nacional promulgó la Ley 126 de diciembre 31, con la que se creaba la aviación militar en Colombia, integrándose como quinta arma del Ejército Nacional. En relación, una vez más, con los hermanos italianos, existe una crónica en video, del Patrimonio Fílmico Colombiano, que se debe revisar: Los Di Doménico: pioneros del cine colombiano (Juan Carlos Arango Espitia, 2006).

      Primeras salas de cine

      Según su libro Nomenclatura condensada de Barranquilla, objetos cotidianos, físicos y sociales hasta 1960, el sociólogo Dino Manco Bermúdez (2002), hijo de Floro Manco, en animado diálogo personal para esta investigación realizada en el año 2003, señala que el denominado Salón Universal (1912), ubicado por aquel entonces en una de las esquinas de la Plaza de San Mateo en Barranquilla, era propiedad de don Abraham Zacarías López Penha (nacido en Curazao, el 18 de marzo de 1865) y del joven Carlos Martínez Aparicio. También en la ciudad de Cartagena de Indias, en la década de 1910, se proyectaban películas en la sala de la calle Coliseo, creada por el empresario chocoano Belisario Díaz.

      En 1912 también existía el Salón Moderno. Durante ese año llega a la ciudad de Barranquilla —procedente de Venezuela— Enrique Zimmerman, pionero del cine venezolano, quien después de algunas representaciones de su Metropolitan Film Company, en el llamado Salón Fraternidad de la calle San Juan con la calle Progreso, resuelve, en compañía de Ernesto Vieco Birelli —hijo del pionero de la cinematografía en Colombia, Ernesto Vieco Morote—, abrir una sala de cine en la avenida San Blas, arrendando dos locales patrimoniales de doña Francisca Colombia Villate de Gerlein (Nieto, 2001a).

      El Salón Moderno no tuvo éxito alguno y el señor Zimmerman, tras vender los aparatos y silletería al abogado Santiago Rozo, regresó a Venezuela a seguir con el negocio del cine, prestándole sus servicios a Juan Vicente Gómez. Igual suerte corrió el Salón Universal, que prestó sus servicios desde el año 1913 hasta 1916. El licenciado Ibáñez (Nieto, 2001a) atestigua que, ya huérfana de salas de cine Barranquilla, la empresa Kine Universal (de George Strauss) utilizó mediante arriendo las instalaciones del Teatro Cisneros hasta su total liquidación como empresa en 1918.

      El Teatro Colombia

      El historiador barranquillero Nieto Ibáñez (2001b) afirma que, para el año de 1914, los hermanos Di Doménico se constituyen, en Barranquilla, como la firma Di Doménico Hermanos & Compañía, siendo socios los hermanos Francisco y Vicente Di Doménico; los primos Giovanny y Donato Di Doménico; y los parientes Giuseppe y Herminio Di Ruggiero. En ese mismo año realizan nuevas presentaciones en la ciudad, pero en salas alquiladas, como el teatro Cisneros y el Municipal. Ya en el año de 1916, operan con local propio en el Salón Universal.

      El Teatro Colombia, en Barranquilla, tuvo dos etapas: la primera, bajo el mando de los Di Doménico (1916-1928) y la segunda, desde que pasa a la administración del consorcio antioqueño Cine Colombia. Cuando el teatro lo compra Royal Films S.A., lo derriba y hacen un gran centro comercial y dos salas de cine: Aladino I y II. Su presidente, Abraham Osman, revela en conversación personal que su primera sala de cine la tuvo en Maicao (Ebelis), en el año de 1968. Tirado fue el primer operador que tuvo Osman, quien le había comprado el cine a Mandía Barros. Lo anecdótico de esta remembranza es que el público parqueaba el burro —como en las películas de vaqueros— frente al cine, y entraba en él. Otra sala de cine que recuerda el señor Osman es Sandra, de Rafael Abuchaibe, y pasaban solo películas mexicanas. Hoy en día, Royal Films S.A. es una de las empresas de exhibición más importantes del país, cubriendo casi todo el territorio nacional con salas de cine, siendo la sede principal, la ciudad de Barranquilla.

      Floro Manco

      Mientras que el filme Salida de los Obreros de la Fábrica Lumière en Lyon Montplaisir (La sortie des usines Lumière, a Lyon-Montplaisir, Lumière, 1895) era la primera experiencia cinematográfica de los hermanos Lumière, en la calle Saint-Victor —hoy en día, calle Premier Film—, resulta curioso que para hablar de la primera filmación en el Caribe colombiano hubiera que esperar hasta 1914, con el arribo a Barranquilla del italiano Floro Manco (nacido en Scalea, frente al mar Tirreno, el 10 de octubre de 1875-1954), procedente de Argentina.

      Carnaval de Barranquilla (Floro Manco, 1914)

      Dino Manco Bermúdez (hijo de Floro) y el historiador José A. Nieto Ibáñez, para el documental mediometraje Floro Manco y el legado que nos dejó (Gonzalo Restrepo Sánchez, 1997) atestiguan que en el año de 1914 Floro rueda, sin mucha presunción, Carnaval de Barranquilla —hoy en día restaurada—. Es el primer documental en Colombia con fragmentos de la Batalla de Flores en la calle, pues para la época no existía el palco. Y en 1916 se exhiben de él las cintas: De Barranquilla a Santa Marta (el Hidroplano Mejía surcando el Magdalena) y De Barranquilla a Cartagena (en auto). El día 9 de marzo del año de 1916 ambas cintas se estrenaron en el Teatro Variedades de Cartagena, y la prensa local las calificó sobre la idea de modelo del cine nacional (La Unión Comercial, Cartagena, miércoles 8 de marzo de 1916, p. 4). Posteriormente, las peliculas fueron exhibidas en el Teatro Cisneros de Barranquilla (Ortiz, 2007).

      El triunfo de La Fe (Floro Manco, 1918)

      En el mismo teatro se estrena, en el mes de julio, El triunfo de La Fe (Manco, 1918). Según ilustra Nieto Ibáñez para el documental Floro Manco y el legado que nos dejó (Gonzalo Restrepo Sánchez, 1997), La Fe era un almacén ubicado en la calle 30 (o calle de Las Vacas) con 38, esquina —hoy plaza de San Roque—. La película se refiere a la marca de cigarrillos Ideales de la fábrica de tabacos La Fe, de Julio Gerlein Güell. Lo anterior nos permite aseverar que fue la primera publicidad filmada no solo del Caribe, sino del territorio nacional (Restrepo, 2014a).

      Otro filme del italiano, y del que muy poco se conoce, es Fiestas de San Roque (Manco, 1914), fiestas tradicionales que todos los años, el día 16 de agosto, se celebran pomposamente en Barranquilla. Por aquellas fechas la guerra detiene bruscamente la actividad del cine francés y estadounidense. David W. Griffith aborda en su cine temas ambiciosos y pone en marcha su filme Nacimiento de una nación (The Birth of a Nation, 1915), una película que es decididamente esencial en la historia del cine, ya que con