en el buque de guerra más rápido del mundo”12.
En 1860, se descubre la pólvora de quema progresiva, contribuyendo al desarrollo de los cañones de ánima rayada, haciendo posible el disparo de proyectiles más pesados a mayores distancias y con una mayor capacidad de penetración de las corazas navales. Hacia 1875, ya se había generalizado la construcción de cañones navales de ánima rayada y de retrocarga13. Sin embargo, debido a graves accidentes de explosiones en estos cañones por defectos en sus cierres, la Armada Británica no los incorporaría al servicio hasta la década de 188014.
Blindado británico HMS Warrior. Colección particular.
En la Guerra de Secesión estadounidense (1861-1865), aparecen las célebres unidades Merrimack y Monitor, comprobándose la utilidad de los blindajes en los buques de guerra. Esta guerra combinó todos los progresos de la revolución industrial existentes y, como sucede muchas veces, sus lecciones fueron largamente ignoradas por el resto de los países. En este conflicto, se reinicia la experimentación con los submarinos, los torpedos y minas marinas15. Un submarino Confederado, el Hunley, hundió por primera vez a un buque de la Unión16.
En esta guerra, igual que en la guerra Franco Prusiana, las bajas provocadas por los rifles fueron 10 veces superiores a las provocadas por la artillería terrestre17, ante lo cual los prusianos decidieron abandonar las tácticas de infantería de orden cerrado, adoptándose tácticas de orden abierto, las que serían aplicadas por el Ejército Constitucional18, pero no por los balmacedistas, en 1891.
En la década de 1860, se inicia una revolución en la táctica naval con la aparición del torpedo autopropulsado Whitehead. El torpedo y las minas navales agregarían una nueva dimensión a la guerra naval: la guerra submarina.
En 1861, la fragata acorazada francesa Solferino fue el primer buque moderno construido con un espolón. La capacidad operativa de esta innovación quedó demostrada con el hundimiento del buque italiano Re I´talia en la batalla de Lisa en 1866. Veremos esta arma en acción en el hundimiento de la corbeta Esmeralda por los espolonazos del Huáscar, el 21 de mayo de 1879 en Iquique19.
El buque de guerra británico Vanguard, en 1869, fue el primero en utilizar dos máquinas propulsoras que accionaban dos hélices independientes20.
En 1874, se construía el primer buque torpedero por la firma británica Vosper Thornycroft; era una embarcación de 20 toneladas y 16 nudos de velocidad (30 kilómetros por hora)21. El torpedo se incorporó como un arma gradualmente en los cruceros, destructores, cazatorpederos y acorazados.
En 1877, entra al servicio el fusil Mauser de repetición, fabricado de acero, que se convirtió en el arma estándar de los ejércitos europeos. La primera ametralladora manual había aparecido en la Guerra de Secesión Estadounidense. Posteriormente, en 1884, se desarrolló la ametralladora Maxim, que era completamente automática, logrando disparar hasta 600 tiros por minuto22.
En 1886, la Revista de Marina anunciaba el nuevo fusil austriaco Mannlicher, de 5 tiros de repetición, “cuyos cartuchos vacíos desaparecen automáticamente después de cada tiro y que un hombre diestro podría llegar a disparar hasta 35 tiros por minuto23. En 1889, aparecía la pólvora sin humo, la que sería utilizada en los cartuchos de estos fusiles por parte de los soldados constitucionales en las batallas de Concón y Placilla en la Guerra Civil de 1891.
Gradualmente, los cañones navales aumentaron sus calibres hasta alcanzar 305 milímetros; se crearon los proyectiles penetrantes con espoletas retardadas; se aumentaron los espesores de los blindajes hasta los 500 milímetros, incrementándose los costos de la construcción de los acorazados en forma exorbitante.
Diagramas de los acorazados británicos HMS Devastation y HMS Thunderer. T. A. Brassey, The Naval Annual, 1891.
Pero al final de esta carrera armamentista, ninguna coraza, por especial o gruesa que fuera, era capaz de soportar la capacidad de penetración de los proyectiles de los cañones navales, cada vez más poderosos24. El compartimentaje se generalizó en los buques de guerra como una forma de obtener mayor sobrevivencia y protección para el personal, ya que era imposible diseñar corazas tan gruesas que impidieran la penetración de todo tipo de proyectiles25.
En 1883, el primer buque en contar con alumbrado eléctrico a bordo fue el crucero norteamericano Trenton26.
A nivel nacional, una síntesis del desarrollo de la tecnología naval, entre las décadas de 1860 y 1890, la tenemos en las características de los blindados Huáscar, Blanco Encalada y Prat, como se indica a continuación:
Blanco Encalada27 Prat28
De las características comparadas de los blindados Huáscar y Prat, que representan 25 años de progreso tecnológico, se puede deducir: un gran aumento del desplazamiento, de la velocidad máxima, del espesor de las corazas y del número cañones y ametralladoras de bajo calibre de alta cadencia de fuego, junto con el reemplazo de cañones de avancarga por los de retrocarga, incrementando su máximo alcance efectivo de 2.000 a las 10.000 yardas29. También se destaca la incorporación en el acorazado Prat de los tubos lanzatorpedos y la electricidad.
APARICIÓN DE LAS ARMAS SUBMARINAS Y SU APLICACIÓN EN LA GUERRA NAVAL
Las nuevas armas submarinas vinieron a llenar un vacío en la guerra naval de la época: la necesidad de los países más pobres de defenderse de los más poderosos, “el torpedo y el torpedero cambiaron el orden de las cosas, suministró al más débil un medio de defensa para proteger su propio territorio”30.
Como ya se mencionó, después de la Guerra de Crimea, se dejó sentir la necesidad de reforzar los cascos de los buques para hacerlos más resistentes a la artillería de la época, y que el acorazado Gloire había superado todas las expectativas fundadas en su diseño, pues era prácticamente invulnerable a toda la artillería naval existente. Teóricamente, en los combates entre buques acorazados, ni la artillería ni los espolones eran armas resolutivas31, sin embargo, los torpedos y las minas submarinas sí eran capaces de hundir a estos buques.
En este ámbito, el teniente Fuentes de la Armada comentaba en una Revista de Marina de 1890 que: “la defensa de costa por medio de gruesa artillería no es por cierto la única que requiere para encontrarse militarmente protegida. Falta un complemento muy importante que en las guerras modernas desempeña un rol importante: la defensa de puertos y surgideros por medio de minas marinas”32.
La mayoría de los buques torpederos33, en 1885, tenían alrededor 40 metros de eslora y un desplazamiento inferior a 100 toneladas. Sus roles tradicionales eran la defensa del litoral y “atacar a las escuadras enemigas”34. Considerando sus fortalezas y debilidades, “el torpedero no era un arma de día, sino que de noche”35.
Un analista español afirmaba en esos años que: “convencidos de las cualidades del torpedo y del torpedero, hay muchos que no creen en su eficacia, porque aseguran que el atacante será avistado en la luz de día a suficiente distancia para ser batido por los cañones de tiro rápido Nordenflet, Hotckiss y Maxim. Se olvidan que 100 torpederos de 100 pies de eslora valen lo que cuesta un acorazado moderno. En consecuencia, el torpedo y los torpederos son, actualmente, enemigos poderosísimos de los buques acorazados”36.
En un artículo publicado en la Revista de Marina, en 1888, titulado “Torpedos, la condición presente de la guerra submarina”37, traducido del libro británico Brassey´s de 1887, se presenta un completo análisis de la evolución de todos los torpedos (tanto autopropulsados como de botalón) y minas existentes en el mundo, su utilidad, empleo táctico, etc.
Los buques torpederos tuvieron su mayor auge en la década de 1880, entrando en declinación a contar de 1895, por el desarrollo de las redes antitorpedos, los proyectores de iluminación eléctricos, los cañones navales de tiro rápido y, especialmente, por la puesta en servicio de los buques tipo cazatorpederos, de