un enemigo que acaba de desembarcar, especialmente si los desembarcos iniciales son maniobras de decepción, porque el desembarco principal se efectuará en otro lugar. El invasor puede escoger el lugar del desembarco, el defensor generalmente corre la desventaja de la sorpresa”89.
El estratega británico Geoffrey Till afirma que: “los defensores deben estar conscientes de que históricamente, la mayoría de los asaltos anfibios han tenido éxito, a pesar de las dificultades obvias y muy proclamadas para su ejecución, y la mayoría de las tentativas de defensa han fracasado”90.
Será importante tener estos fundamentos estratégicos y conceptos presentes al evaluar la estrategia aplicada por los bandos enfrentados en la Guerra Civil de 1891 en los capítulos posteriores.
CAPÍTULO II
Los Marinos de la Postguerra del Pacífico: de Latorre a Montt
En este capítulo, se presentará una breve reseña biográfica de los principales líderes navales enfrentados en la Guerra Civil de 1891.
Por casualidades del destino, la mayoría de los principales actores navales de la revolución de 1891, el almirante Juan José Latorre y los capitanes de navío Jorge Montt, Francisco Molinas y Carlos Moraga, habían compartido toda una vida en la Armada: pertenecían a la misma generación de oficiales de Marina por haber sido compañeros de curso de la Escuela Naval de 1858, integrantes de la generación denominada por la historiografía como “El Curso de los Héroes”.
El vicealmirante Juan José Latorre
Según el historiador Francisco Encina, “Latorre era el marino chileno más distinguido de su generación, y solo era seguido por Montt”91.
Vicealmirante Juan José Latorre Benavente. Grabado de la revista La Ilustración Española y Americana, Madrid.
Héroe de la Guerra del Pacífico de renombre mundial, ascendió en dos oportunidades al grado superior por sus méritos en combate. Fue senador, consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, y “personifica en la Marina de Chile los mejores hechos de armas que se realizaron en la guerra de 1879”92.
Nació en Santiago en 1846. Realizó sus primeros estudios junto con Carlos Condell en el English College de Valparaíso, uno de los mejores colegios de la época a nivel nacional. En mayo de 1858, ingresó a la Escuela Naval, graduándose como guardiamarina en 1861 y obteniendo el octavo lugar entre 27 alumnos, pero sería el primero en ascender a capitán de navío y a contralmirante93.
Inició su carrera naval embarcándose, sucesivamente, en el vapor Independencia, la corbeta Esmeralda, el vapor Maipú y, nuevamente, en la Esmeralda. En este último buque, durante la guerra contra España, participó en el combate naval de Papudo junto con Arturo Prat y Jorge Montt, entre otros, capturando a la goleta Covadonga. Ascendió a teniente 2° en noviembre de 1865, participando en el combate de Abtao el 7 de febrero de 1866.
En 1867, fue destinado al vapor Arauco como segundo comandante y, posteriormente, desempeñó la misma función en el vapor Abtao. En abril de 1871, ya como teniente 1°, fue destinado a la corbeta O´Higgins.
En 1873, ascendió al grado de capitán de corbeta, asumiendo el mando del vapor Toltén y, en 1876, el de la cañonera Magallanes, efectuando diversos trabajos hidrográficos en el área austral de Chile94. Ascendió a capitán de fragata en 1877 y, con su dotación, contribuyó a controlar el denominado “Motín de los Artilleros” que estalló en Punta Arenas. En enero de 1878, fue designado comandante de la corbeta O´Higgins, volviendo a asumir el mando de la cañonera Magallanes en diciembre de ese mismo año.
En el combate de Chipana, la primera acción naval de la Guerra del Pacífico, Latorre enfrentó con gran valentía a dos corbetas peruanas que sumaban 22 cañones contra solo 3 de la cañonera Magallanes, abriéndose paso a cañonazos entre las corbetas Unión y Pilcomayo. Por esta acción, Vicuña Mackenna efectuó una colecta nacional y le regaló a Latorre un reloj de oro95.
Combatió, por primera vez, contra el blindado Huáscar, en el combate que la historiografía ha denominado como “La noche feliz de Latorre”, el 10 de julio de 1879 en Iquique, demostrando gran habilidad marinera y arrojo. En esta acción, el Huáscar intentaría espolonear en 3 ocasiones a la Magallanes, sin éxito. Después de este combate, se acrecentó su fama, porque los chilenos no se habían olvidado del combate de Chipana96, y “la opinión pública evidencia con claridad sus simpatías hacia Latorre como el marino que puede enfrentar y vencer a Grau”97. Volvería a combatir contra el Huáscar el 28 de agosto cuando ese buque intentó cortar el cable submarino en Antofagasta, también en una acción nocturna.
En otra oportunidad, la buena suerte de Latorre le permitiría capturar a un bote torpedero de 10 metros de eslora, a bordo del cual se encontraba el jefe del departamento de torpedos del Perú, el ingeniero Scott98.
En septiembre de 1879, el Gobierno chileno reorganizó las fuerzas navales para intentar aniquilar al poder naval peruano, asignándole a Latorre el mando del mejor buque de la Escuadra: el blindado Cochrane, buque recientemente reparado y carenado, junto con el derecho de escoger a su dotación.
En la batalla naval de Angamos, el 8 de octubre de 1879, Latorre se consumó como un eximio táctico, demostrando una alta eficiencia en combate. Un proyectil de la primera salva artillera del blindado Cochrane penetró la coraza del Huáscar y estalló en su torre de artillería, causando la muerte de más de una decena de artilleros. Otro proyectil cortó la cadena que controlaba el timón del buque y otra granada impactó en la torre blindada del Huáscar, pulverizando al almirante Grau. Finalmente, con el apoyo del blindado Blanco Encalada, en la última parte de esta acción bélica, el Huáscar fue capturado, logrando el control del mar para Chile.
Posterior a la batalla de Angamos, Latorre “se convierte en el marino con vida más querido, popular y respetado de país”99, alcanzando fama mundial, conquistando con esta acción “nuevos y eternos laureles al ya famoso curso de los héroes”. En reconocimiento al éxito alcanzado, fue ascendido al grado de capitán de navío.
El 2 de noviembre, participó en el asalto anfibio de Pisagua y, el 6 de junio de 1880, en el bombardeo Arica. Entre el 13 y el 15 de enero de 1881, participó en las batallas de Chorrillos y Miraflores. El 14 de febrero de 1881, fue designado como Comandante en Jefe de la Escuadra, cargo que ejerció hasta su disolución el 15 de octubre, asumiendo, posteriormente, como comandante de la División Naval en el Callao.
En diciembre de 1882, fue destinado a Europa a inspeccionar el crucero Prat, cuya construcción había sido encargada en 1879, buque que fue rechazado por no cumplir algunas especificaciones técnicas, siendo vendido al Japón100.
El 5 de junio de 1884, ascendió a contralmirante y fue designado por el Presidente Santa María como jefe de una comisión para determinar las mejores opciones para modernizar a los blindados Blanco Encalada y Cochrane. En septiembre de ese año, concluyó su estudio, estableciendo la conveniencia de dotarlos de nuevos cañones de retrocarga de 203 mm, de 4 cañones de 120 mm y de torpedos Whitehead.
En noviembre de 1884, fue destinado a Europa, permaneciendo en ese continente por casi siete años, con una corta interrupción, ocupándose, inicialmente, de supervigilar la modernización de los blindados Blanco Encalada y Cochrane y, posteriormente, de contratar e inspeccionar técnicamente la construcción de los buques incluidos en el plan de modernización naval impulsado por el Presidente Balmaceda.
A principios de 1887, cumplida su primera comisión en Europa, Latorre regresó a Chile, siendo designado, el 7 de marzo, como Comandante General de Marina. Pero el Presidente Balmaceda lo envió de nuevo a Europa en agosto de ese año y en esta segunda comisión estableció su base de operaciones en París. El diario “Le Mondé Ilustré”101, del 20 de noviembre de 1887, publicó